09/10/2018 (día 14): nos deleitamos con Tokyo desde las alturas de la Skytree, al fin visitamos el templo Zojoji junto a la Tokyo Tower, descubrimos el curioso distrito de Roppongi entre templos, rascacielos y arañas, y recorremos Ginza en busca de otro Godzilla.
Hoy dormimos hasta casi las 10h, a estas alturas del viaje estamos k.o. Tenemos unos planes de lo más variopintos para hoy. Combinaremos la Skytree con la Tokyo Tower y el Zojoji a sus pies, y descubriremos las curiosidades que esconden Roppongi y Ginza…
Desayunamos tranquilamente en la habitación y luego nos ponemos en marcha. La primera visita del día será al mirador más alto de Tokyo: ¡su Skytree! Para llegar a allí, cogemos la Asakusha line hasta Oshiague (200¥ pp). La verdad es que lo bueno de salir a estas horas es que el metro va vacío 😛 Cuando hicimos el 2º viaje en 2013 hacía muy poquito que la habían inaugurado pero nos la dejamos para otra ocasión. Y esa ocasión, es hoy y estamos emocionados.
Inaugurada en mayo de 2012, con una altura de 634 metros es la torre de comunicaciones más alta del mundo. Pero la Skytree no sólo es una torre de comunicaciones, sino que también cuenta con dos miradores casi en su top, un inmenso centro comercial y oficinas. Toda la zona que rodea a la torre, es conocida como Skytree Town. Su construcción se debió a que la Tokyo Tower era insuficiente para dar cobertura completa de la señal digital de tele, por lo que en julio de 2008 se inició la construcción de este mastodonte. De hecho, cuando estuvimos recorriendo Asakusa en el 1r viaje en 2011 ya vimos las obras de la torre a lo lejos bastante avanzadas.
Lo más destacado de la Skytree son sus dos miradores que ofrecen unas vistas panorámicas espectaculares de toda la ciudad. Se encuentran a 350 y 450 metros respectivamente, por lo que son las plataformas de observación más altas de Japón y una de las más altas del mundo, como las que visitamos el año pasado en el distrito financiero del Pudong en Shanghai.
Pero ya sabéis que los japos son meticulosos con todo lo que hacen. Así que tuvieron en cuenta tres conceptos fundamentales para el diseño de la torre: 1) la fusión de un diseño futurista e innovador con la belleza tradicional japonesa, 2) que ayudara a revitalizar esta zona de Tokyo, y 3) tenía que ser a prueba de desastres naturales. La verdad es que esto último se comprobó de sobras durante el terremoto de Tohoku del 11/03/2011. Como os decía antes, en aquél entonces la construcción de la torre estaba muy avanzada y, sin embargo, aguantó sin problema el gran terremoto a pesar de su gran altura.
Tras unos 20 minutos de trayecto llegamos a la estación de metro Oshiague, en la misma base de la torre. Desde la misma estación, subimos hasta la 4a planta dónde se encuentran las taquillas. Hacemos una media hora de cola para comprar la entrada para el 1r observatorio (2060¥ pp). Antes de dirigirnos a los ascensores, salimos a una pequeña terraza que hay para mirar hacia a arriba y quedar prendados de la vista.
Y luego, hacemos otros 10 min de cola para subir al ascensor que nos lleva al 1r mirador. La verdad es que tenemos mucha suerte, porque si llegamos a tardar 15 minutos más, la cola que había ¡era el doble de lo que habíamos hecho nosotros!
Al 1r observatorio o Tembo Deck se accede a través de un ascensor que va a ¡60m/min y tarda unos 50 segundos en ir de la 4F a los 350m! La verdad es que esto es muy deprisa, pero después de haber estado en un ascensor a 21m/segundo en la Shanghai Tower, nos parece descafeinado 😛 Aún así, se te levantan los pies del suelo cuando arranca. Al abrirse las puertas del ascensor, nos encontramos en un mirador acristalado circular que nos permite disfrutar de lo lindo de la vista panorámica de toda la ciudad de Tokyo y parte de Yokohama.
La pena es que el día está medio nublado y el Fuji queda escondido… En días despejados, también se puede disfrutar de su vista desde aquí arriba.
Antes de empezar a recorrerlo, decidimos comprar la entrada para el 2º observatorio (1040¥ pp) al llegar que aún hay poca gente. Viendo la cola que se estaba formando abajo, esta es la mejor decisión porque así nos ahorramos un buen tiempo. Si os encontráis con grandes colas, sabed que hay un fast-pass, que para los dos miradores son 2000¥ más por persona. Aunque es caro, si te encuentras con más de 2h de cola como he visto en algún blog, vale la pena. En nuestro caso, no es necesario gastar más.
Recorremos el Tembo Deck mientras disfrutamos de la vista de todos esos lugares que hemos ido conociendo a lo largo de estos 3 viajes. Disfrutamos un montón al volver a ver el Senso-ji, las oficinas de Asahi, Odaiba, la Tokyo Tower, Shinjuku, etc.
Está bastante lleno de gente y no hay nada de cola para subir al 2º mirador. Como nuestra idea era subir hasta lo más alto, damos una vuelta rápida a este mirador y nos vamos a buscar el ascensor para subir a la Tembo Gallery. Este ascensor molón con las puertas y el techo transparentes nos llevan con una vista increíble hasta los 445m de altura.
El ascensor nos deja junto a una rampa en espiral alrededor de la torre que nos lleva hasta los 450 metros de altura. Está considerada como la pasarela más alta del mundo y llega hasta el punto más alto de la torre que se puede visitar, situado a 451,2m.
Las vistas desde aquí aún son más espectaculares y hay muy poca gente, con lo que podemos disfrutar de lo lindo y recrearnos todo el tiempo que queremos en cada ángulo. Es increíble hasta dónde alcanza la vista… ¡vemos hasta el aeropuerto de Haneda! Lástima que como os decía, hay una neblina que nos oculta el Fuji…
Tras un buen rato recorriendo lo más alto de la Skytree y darnos cuenta nuevamente, de la inmensidad de la extensión de Tokyo, decidimos ir bajando hacia los niveles inferiores. Los ascensores de bajada nos dejan en el nivel 345 donde se encuentra la Skytree Shop.
Echamos un vistazo pero nos han dicho que si queremos comprar algo, lo hagamos en la tienda que hay a la salida de l torre que tienen más productos. En este nivel también está el restaurante Musashi con unas vistas increíbles, y también unos precios increíbles. Bajamos al nivel 340 a través de una rampa dónde se toman los ascensores para bajar a la plata 5 dónde está la salida. Antes de irnos, echamos un vistazo a través del pequeño cristal que muestra la base de la torre. Cuando leí que había suelo de cristal en este nivel me imaginaba algo similar a la Perla de Shanghai, no que sólo hubiera 1 metro de cristal en toda la torre… ¡qué chasco!
Ya de bajada, damos una vuelta por algunas tiendas del centro comercial. Y salimos a la calle para echar un vistazo a la torre desde su base. Es realmente bonita. Una de las más chulas que hemos visto en nuestros viajes.
Volvemos al metro y tomamos la Asakusa Line de nuevo, pero esta vez nos bajamos en Daimon (200¥ pp). Caminamos unos 5 min mientras echamos la vista a 7 años atrás cuando estuvimos en esta zona tras haber subido a la Tokyo Tower de noche. Nos dirigimos al templo Zojoji, a los pies de la Tokyo Tower. Este es otro gran pendiente en Tokyo. Y es que este templo lo llevábamos apuntado en los dos anteriores viajes y finalmente, se quedó en el tintero. Pero hoy al fin, vamos a conocerlo.
Cruzamos una gran puerta de madera original de 1622, la Sangedatsumon, que ha sobrevivido a los numerosos incendios, los terremotos y guerras y que nos adentra en el bonito parque que rodea al templo. Y de nuevo, nos acordamos de aquella noche de 2011 cuando alucinamos al ver a un señor trajeado metiéndose en él completamente a oscuras. Fue uno de los momentos de choque cultural más grande que tuvimos aquí, y cuando realmente nos dimos cuenta del nivel de seguridad de Japón.
El Zojoji es el templo principal de la secta Jodo del budismo japonés en la región de Kanto. Construido en 1393, se trasladó a su actual ubicación en 1598 por Tokugawa Ieyasu, que lo seleccionó como su templo familiar. Por ese motivo, en los terrenos del templo, podemos encontrar un mausoleo de la familia Tokugawa (entrada 500¥). Nosotros preferimos recorrer el templo solamente.
La mayoría de los edificios son reconstrucciones recientes ya que los edificios originales quedaron destruidos durante la II Guerra Mundial. El acceso a los edificios del templo es gratuito.
Alucinamos al entrar al edificio principal del templo y encontrarnos a dos monjes haciendo oraciones acompañados por la música de una campana y un tambor. Nos quedamos embobados más de 15 min escuchándolos. Estos momentos son para mi, ¡pura magia! Algunos de los fieles se sorprenden de vernos arrodillados escuchando en silencio, pero ya sabéis que tras mi primer viaje a Japón, me di cuenta que el budismo acompañaba más mi filosofía de vida. Así que yo disfruto un montón de esos minutos. Evidentemente, por respeto, no hay fotos ni vídeos. Lo siento…
Visitamos el cementerio infantil que alberga el Zojoji y nos quedamos mudos… Ver todas esas estatuillas Jizo con sus gorritos de lana y muchas con juguetes te hacen pensar en lo duro que debe ser perder a un peque 🙁
La visita al Zojoji nos ha sorprendido más de lo que esperábamos. Contentos, salimos hacia la Tokyo Tower. Ya subimos a lo más alto de esta torre de comunicaciones en el 1r viaje, así que hoy la veremos solo desde su base. A su mirador subimos de noche 2n 2011 y pudimos contemplar Tokyo desde el centro de la ciudad, toda iluminada.
Son casi las 14h y tenemos hambre, así que buscamos un restaurante en el 2º piso de la torre. Tomamos un par de sets de tonkatsu kare (cerdo empanado con curry japonés) acompañados por gohan (arroz), miso y un delicioso té tostado (1700¥ los dos).
Con las pilas más cargadas, caminamos unos 15 min hasta el poco conocido templo Reiyukai, a pocos pasos de Roppongi. Popularmente conocido como la «nave nodriza», en cuanto veas las fotos, lo entenderás 😛
De nuevo, no puedo evitar echar una foto a las bonitas tapas de alcantarilla. Las de Tokyo son muy sencillas pero muy molonas 😛
El templo Reiyūkai Buddha es la sede del movimiento budista Reiyūkai (Asociación Espiritual-Amistad), o Reiyūkai Shakaden. Un nuevo movimiento religioso budista japonés fundado en 1925 por Kakutarō Kubo y Kimi Kotani. Esta organización laica (no hay sacerdotes) está asociada con el budismo de Nichiren. Reiyūkai se considera el abuelo de nuevas religiones laicas dedicadas al Sutra del loto y la veneración de los antepasados. Curiosamente, actualmente hay 5,14 millones de fieles de esta religión y la mayoría viven en Japón.
Los seguidores del Reiyukai, ponen espacial énfasis en la veneración del Buda Shakyamuni, fundador del budismo. Así, Shakaden o Casa de Shakyamuni es un complejo arquitectónico que sirve como lugar de reunión y centro social para los miembros de Reiyūkai, y es este edificio que tenemos delante de nuestros ojos y que nos tiene atónitos.
Como decía, popularmente es conocido como la “nave nodriza” debido a su tamaño y forma. Accedemos al interior por unas grandes puertas y alucinamos con su arquitectura. Parece sacada de una peli de los 80…
El edificio está conformado por el Salón Principal, la Plaza, el Salón Kotani, varias salas de conferencias, una cafetería, una sala de cuidado de niños y una enfermería. Aunque sólo podemos acceder al gran hall que las conecta todas y a la sala principal en la que no se puede hacer fotos, una pena porque es impresionante. El resto está todo cerrado a cal y canto. Este edificio costó 4 años para su construcción, y se completó en 1975.
La verdad es que nos cruzamos con algunas personas que nos observan con mirada inquisidora. Aunque no nos dicen nada, algo nos dice que les gusta nuestra presencia. Así que damos una vuelta rápida y nos vamos. Esto tiene una pinta de secta increíble. Y nos recuerda en parte, al edificio que vimos a las afueras de Takayama en 2013. Desde aquí tenemos unas bonitas vistas de la Tokyo Tower.
Decidimos coger el metro aunque solo estamos a una parada para no cansarnos en exceso ya que hemos caminado muchísimo ya (115¥ pp) y bajamos en Roppongi. Este barrio curiosamente también se quedaba siempre en el tintero y al fin podremos decir que hemos visitado todos los grandes distritos de Tokyo 😉
Roppongi (六 本): distrito popular entre los extranjeros por su vida nocturna, ofrece una gran cantidad de bares, restaurantes y clubes nocturnos acogedores. Es el hogar de muchas embajadas y por ello, una gran comunidad inmigrantes extranjeros viven aquí. Considerado como uno de los distritos “ricos” de la ciudad y centro cultural gracias a la aparición de varios centros de arte.
Echamos un vistazo a la zona de Roppongi Hills. Considerado como uno de los mejores ejemplos de una ciudad dentro de la ciudad. Este complejo de edificios fue inaugurado en 2003 en el corazón del distrito y cuenta con oficinas, apartamentos, tiendas, restaurantes, un hotel, un museo de arte, una plataforma de observación y todo lo que puedas imaginar.
Justo en el centro de todos esos rascacielos, se encuentra el agradable Mori Garden. Construido en el estilo de un jardín tradicional japonés es como un pequeño oasis. Aquí y a los pies de la Torre Mori, nos encontramos con una de las arañas Maman que Louise Bourgeois tiene repartidas por el mundo. Nosotros ya conocíamos a su hermana de Bilbao y ahora «tachamos» esta de la lista 🙂
Estamos a los pies de la Torre Mori con 238 metros de altura y 54 plantas, uno de los edificios más altos de Tokyo. En las 6 primeras plantas encontramos tiendas y restaurantes, y en las 6 últimas, alberga un museo de arte y un observatorio, el Tokyo City View.
Teníamos intención de subir ya que cuenta con el Sky Deck, una terraza al aire libre en la azotea del edificio a 270m de altura, pero hoy se encuentra cerrada. Cuando el clima no acompaña la cierran por seguridad y como anuncian lluvia para esta tarde-noche, ya la han cerrado al públido. Así que no subimos a la torre pero entramos a echar un vistazo al centro comercial. Son todo grandes marcas, así que nos limitamos a mirar escaparates y tomarnos un café. Nos recuerda bastante al centro comercial Namba Parks que vimos el primer día en Osaka de este 3r viaje.
Caminamos unos 10 min hasta el restaurante Gonpachi, conocido por la peli de Kill Bill. La idea era tomarnos algo aquí al salir de la Torre Mori, pero al cambiar de planes falta casi 1 hora para que abran y estamos demasiado cansados para esperar, ¡otra vez será!
Volvemos al metro de Roppongi y cogemos la Hibiya Line hasta Ginza (165¥ pp). En 10 min a pie estamos de vuelta en el hotel, necesitamos descansar un poco antes de cenar. De camino al hotel, disfrutamos de una bonita puesta de sol.
Nos echamos una pequeña siesta, y sobre las 20h salimos de nuevo a la calle. Ayer vimos que entre la JR Yurakucho y la JR Tokyo había un Shake Shack y no podemos dejar de pensar en las alucinantes hamburguesas que nos comimos en Nueva York. Así que caminamos unos 15 minutos hasta allí 😛 Pedimos un par de menús que nos saben a gloria…
Después, vamos dando un paseo para bajar la cena y nos encontramos con la Yurakucho Gado-Shita. Y es que bajo los arcos de ladrillo debajo de las vías del tren de la línea JR Yamanote hay cantidad de restaurantes y tiendas de lo más curiosas. En japonés Gado-shita, significa «debajo de la viga». Al estilo de Ameyoko en Ueno, estos restaurantes están repletos de salaryman que salen de trabajar, y se distribuyen tanto al norte como al sur de la JR Yurakucho, llegando casi hasta la estación de Tokyo. La mayoría son izakaya y yakitori con una pinta increíble. Lástima no haber sabido antes de este lugar…
La verdad es que estos lugares nos flipan un montón porque nos muestran una gran diferencia cultural. En occidente, suele haber «pintas» y okupas en los edificios aledaños a las estaciones, sin embargo en Japón, hay muchísima vida en estas zonas.
Seguimos caminando por Ginza y de casualidad, muy cerca de Gado-shita, nos encontramos de nuevo con ¡Godzilla! No os podéis imaginar el panzón de reír que nos pegamos al ver el tamaño del «monstruo»…
Y no podemos evitar acordarnos de las vueltas que dimos por este barrio en 2013 en balde buscando la estatua que nos acabamos de encontrar por casualidad. Echamos unas fotos entre risas, y pasadas las 22h volvemos hacia el hotel. Ha sido otro bonito día en esta ciudad que tanto nos gusta y de nuevo, estamos cansadísimos de tanto caminar. ¡Mañana nos iremos de excursión, la última de este viaje!