17/09/2021 (día 7): día de playas en Son Bou y de Es Migjorn, y seguimos recorriendo el patrimonio talayótico en la Torralba d’en Salort.
Torralba d’en Salort y sus ruinas talayóticas y día de playeo en Son Bou y Es Migjorn, este es nuestro plan para hoy. Playas y cultura, nada mal ¿no? Nos levantamos pronto aprovechando que para hoy anuncian buen tiempo. Después de unos días de nubarrones y tormentas, nos apetece un poco de solete y playeo 🙂 Así que nos preparamos y salimos hacia el sur de la isla.
El primer punto del día es una playa ya conocida del año pasado y que nos enamoró por sus aguas cristalinas, su ambiente familiar y esa arena blanca. Tras unos 30 minutos, llegamos al aparcamiento gratuito que hay junto a Son Bou. Dejamos el coche y nos adentramos por uno de los bonitos accesos que tiene la playa.
Esta es la playa más grande de Menorca, con casi 2,5 km de arena dorada y aguas cristalinas. En ella encontrarás varios chiringuitos, zonas de alquiler de tumbonas y sombrillas, y hasta donde alquilar barcas. Está rodeada de urbanizaciones y bloques de apartamentos. Si necesitas hacer alguna compra o buscas una farmacia, aquí será fácil de encontrar.
Como os decía, ya estuvimos en esta playa pasando un día genial el año pasado. Nuestra intención inicial era pasar toda la mañana en ella y disfrutar de un día de relax. A la hora de comer, mientras yo le doy una crema al peque, mi marido se acerca a por unos bocatas a un chiringuito cercano. Pero a la que nosotros y otras familias en la playa, empezamos a sacar la comida, comienzan a acudir avispas por doquier y no nos mola la idea de quedarnos. La playa se vacía en cuestión de minutos. Una pena, porque estábamos la mar de a gusto…
Finalmente, comemos en el coche y luego nos dirigimos hacia otro lugar. Nos apetece un rato más de playa y tenemos apuntadas las de Es Migjorn Gran. Tardamos unos 20 minutos. Y una vez allí encontramos un aparcamiento gratuito que está hasta los topes junto al chiringuito Es Bruc. Pero tenemos suerte llegamos cuando justo sale un coche y aprovechamos 🙂
Aquí hay un gran entrante de mar en forma de «u» que conforma las playas de Santo Tomás, San Adeodato y Binigaus. Es un paraje precioso por el que transcurre el Camí de Cavalls que bordea la isla. Encontramos un frondoso pinar a un lado, un camino que alterna tramos de tierra a tramos y pasarelas, y el mar de fondo.
Hacemos un tramo del camino hasta el mirador de Binigaus desde donde vemos un pequeño islote en el cuál está la Cova des Colomets. El camino continua hasta la playa de Binigaus, pero queda a unos cuantos metros y pica demasiado el sol como para seguir con el peque. Esta zona combina zonas de arena blanca con piedras rojizas como las del norte.
Aunque aquí no hay gente, apenas hay orilla en la que quedarse. Así que damos la vuelta y nos quedamos al final de la playa de San Adeodato. Hay muy poca gente, el agua está calmada y se está genial.
Aprovechamos esa zona de piedras para hacer un poco de snorkel. Primero yo mientras mi marido se queda con el peque, y luego él mientras yo juego con el chiquitín de la casa. Es un pececillo que no hay quién lo saque del agua 😛
Esta playa está genial y el agua es tan transparente que refleja el cielo como si fuera un espejo. De modo que cuando alguna nube se sitúa encima nuestro, parece que la arena y el agua se tiñan de gris.
Cuando empieza a aflojar el sol, volvemos al coche y seguimos con la ruta de hoy. Estamos muy cerca de otro poblado talayótico de gran interés y vamos a visitarlo. Nos quitamos el bañador mojado y nos ponemos en camino. En unos 20 minutos, estamos en el aparcamiento del Poblado Talayótico de la Torralba d’en Salort. Compramos las entradas (4€ pp, peque gratis) y accedemos al recinto. Os dejo su web para que podáis consultar los horarios de apertura porque varían según la época del año.
La Torralba d’en Salort es junto a la Torre d’en Galmés, el mejor ejemplo de la cultura talayótica de Menorca. Se estima que llegaron a vivir unas 500 personas entre el año 1.000 aC. y la época romana. Aunque hay restos que indican que fue utilizado hasta la época medieval que podréis observar durante la visita.
Las excavaciones de este poblado comenzaron en 1973 y continuan activas a día de hoy. Por lo que es posible que con el tiempo, se puedan visitar más cosas de las que vimos nosotros. Se trata de un conjunto arqueológico de gran valor, catalogado como Bien de Interés Cultural e integrado en la candidatura Menorca Talayótica a Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Lo primero que encontramos al acceder al poblado es un gran talaiot. La Torralba cuenta con 2 talaiots. El del este que podéis ver en la foto, es de planta circular y está situado en el punto más elevado del yacimiento. Y los restos del talaiot del oeste, junto al recinto de taula.
La taula y el recinto donde se encuentra, es el punto más importante de este poblado. La taula, igual que la de Es Trepucó, son las más altas de la isla, con casi 5 metros de altura.
Es realmente impresionante. Ver esa gran losa de piedra ahí arriba sostenida durante miles de años sin ningún tipo de argamasa que las sujete… En el recinto, también se encuentran restos de hogueras y un altar. En el Museo de Menorca se encuentran algunas figuras religiosas que se encontraron aquí. Lo que confirma que el recinto de taula, era un lugar reservado para rituales religiosos y de culto.
Seguimos el recorrido marcado para la visita del poblado y nos encontramos con algunas grandes cuevas e hipogeos, muy similares a los que vimos en la Necrópolis de Cala Morell. Como os contamos en el post de Cala Morell, los hipogeos son cámaras funerarias, en este caso subterráneas que formaban parte de la necrópolis del yacimiento.
Debemos bajar por una escalera hecha en la piedra para acceder a ellas, lo que no es un poco complicado llevando al peque en el porteo. Pero bajar merece la pena porque es impresionante. Tiene casi 10m de largo y es una cueva natural. Unidad a otra excavada en la roca madre, de 7,5 m de profundidad.
Avanzamos y encontramos unos silos excavados en la tierra dónde almacenaban cereales o agua de la lluvia. Aquí entra solo mi marido (yo porteo al peque) porque el acceso es pequeño y muy bajito, pero permite cruzar hasta el otro lado.
Yo me quedo en la puerta para ver el interior desde aquí y luego doy la vuelta.
También encontramos una casa del siglo XVII con una pequeña capilla en su interior y con un bonito pozo en el exterior que conecta con la cisterna.
Seguimos recorriendo el poblado hasta llegar a una sala hipóstila semienterrada. Es una de las más interesantes de la prehistoria en Menorca ya que es la única que conserva casi completa la cobertura. Su función era la de almacén entre los siglos I y II dC.
Llegamos hasta los restos de una antigua una cantera de marés (piedra utilizada para la construcción tradicional menorquina) y vemos varias tumbas y cuevas más. También una era para explotación agrícola y un tramo de la muralla ciclópea que rodeaba todo el poblado. Hasta llegar de nuevo al recinto de taula donde finaliza el recorrido por el poblado.
Al finalizar la visita, volvemos al coche y regresamos a la casa. En unos 20 minutos estamos de regreso y el peque como cada día, pasa a saludar y jugar un poco con los animales de los dueños antes de entrar 🙂
Cuando cae el sol, entramos en casa. Cenamos, ducha y a dormir. Hoy ha sido un día muy completo y ya sólo nos queda un día más antes de volver a Barcelona… esto se acaba…