16/09/2021 (día 6): tras una noche de tormentas, seguimos conociendo la cultura talayótica de la isla en la Necrópolis de Cala Morell y en la Naveta des Tudons.
Ha estado toda la noche lloviendo y con tormentas hasta las 10h de la mañana. Así que el día de hoy, será relajado porque con tanta lluvia no nos apetece salir con el peque. Aprovechamos para poner lavadoras, descansar y jugar con el peque. Y cuando por fin amaina, salimos a conocer la Necrópolis de Cala Morell y la Naveta des Tudons. Hoy seguiremos conociendo la cultura y el patrimonio talayótico de Menorca. Preparamos la mochila con las cosas del peque, y cogemos el coche. La ruta de hoy será la siguiente:
Tardamos unos 45 minutos en coche en llegar junto a la Necrópolis de Cala Morell. Hay varios descampados dónde se puede dejar el coche. Desde aquí, tenemos unas bonitas vistas a Cala Morell. Aunque la cala es preciosa, no aconsejan el baño si vas con peques porque para acceder al agua, solo hay plataformas de cemento. Aunque viendo esas rocas, debe haber un buen snorkel ahí… Igualmente, la cala merece un vistazo.
Nuestra idea inicial era visitar la necrópolis y luego darnos un baño en la Cala Vall. Pero después de las tormentas de las últimas horas, ha refrescado bastante y no apetece un baño. Así que, vamos a conocer esta gran necrópolis declarada Bien de Interés Cultural en 1985.
Se trata de uno de los cementerios prehistóricos más interesantes y espectaculares que existe en las islas. Fue usada como cementerio desde la época pre-talayótica (1.600 aC) hasta el S. II dC.
De acceso libre y gratuito, encontramos 14 cuevas o hipogeos excavados en la roca con un pasillo de piedra que da acceso a todas ellas. Cada una además, tiene sus particularidades. Unas cuentan con el suelo llano, otras con desniveles, otras con columnas que separan la cueva en estancias y otras de una sola estancia. Algunos son realmente grandes (entre 120 y hasta 170 m2) y por tanto, eran grandes panteones donde depositaban a los difuntos de forma colectiva. Encontraremos hipogeos también en la Torralba d’en Salort aunque no son tan impresionantes como éstos.
En el interior se localizaron algunas cerámicas que correspondían a ajuares que acompañaban a los difuntos allí enterrados. El ritual de enterramiento se realizaba cubriendo a los difuntos y sus ajuares en cal viva. Las tumbas de esta necrópolis estaban concebidas para rendir culto a los muertos por parte de los vivos. En algunas cuevas, también encontraron una especie de atrio delante de la puerta donde se ofrendaban cerámicas repletas de alimentos.
Un recorrido por esta necrópolis te deja con la boca abierta. Es realmente grande, y es impresionante el buen estado de conservación de la gran mayoría de cuevas. Aunque en algunas no es seguro entrar porque hay una buena caída hacia el interior. Aún así, entramos en todas las posibles porque son una pasada.
Además, la fachada que forman las cuevas y ese pasillo de piedra que las une es realmente impresionante. Y llama la atención, que algunas cuevas no tienen ningún tipo de decoración en su entrada. Pero otras si, y están decoradas con relieves y grabados. También podemos ver unas inserciones en la piedra de forma circulares u ovoides en la fachada que se cree que correspondían a tumbas de bebés.
Desde el punto más alto de la roca también hay unas buenas vistas a Cala Morell y las casas que la rodean. Y lo mismo ocurre desde las cuevas más importantes de la necrópolis. Parece que a los «jefes de las tribus» los enterraban con vistas al mar…
Apunte: si vais con peques olvidaros de visitar la necrópolis con carrito porque hay mucho desnivel. Nosotros íbamos advertidos y trajimos sólo el porteo.
Tras la visita, nos tomamos el almuerzo que hemos traído en el coche y ponemos rumbo al siguiente destino. Sólo tardamos unos 15-20 minutos en llegar al aparcamiento gratuito de la Naveta des Tudons. Aquí si tenemos que pagar entrada (2€ pp, el peque gratis), y accedemos al recinto.
Desde el parking debemos caminar unos minutos por un sendero hasta llegar al monumento prehistórico más importante de Menorca y al edificio en pie más antiguo de toda Europa. Las navetas son construcciones típicas de la isla, y también se trata de un monumento funerario. Es el más antiguo que se conoce, y data sobre el 1400 aC (¡Edad de Bronce!). Como los otros monumentos prehistóricos que hemos ido conociendo estos días, este también pertenece a la cultura talayótica menorquina.
El nombre de «Naveta» viene por su similitud con una nave invertida. Está construida por piedra seca, es decir sin utilizar argamasas, tan solo piedras encajadas como ya vimos en la Torre d’en Galmés.
La Naveta Des Tudons fue encontrada y desenterrada a mediados del siglo pasado. Durante las excavaciones se encontraron 100 cuerpos inhumados acompañados de objetos personales con que fueron enterrados. Con lo que sabemos que en las navetas realizaban entierros colectivos.
Mide 13,6 metros de largo por 6,4 de ancho. Y aunque el acceso al interior está prohibido por cuestiones de seguridad, podemos echar un vistazo desde fuera. En la foto no se aprecia, pero su interior se compone por una cámara superior y una inferior.
Fue excavada y restaurada a finales de los años 60, y la restauración se centró principalmente en la cubierta y en el ábside, que estaba derruido. Está declarada monumento histórico-artístico desde 1933. Y es una de las candidatas a Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La verdad es que aunque visto en foto, pueda parecer poca cosa, es una visita que nos ha encantado hacer y que nos quedó pendiente el año pasado.
Volvemos dando un corto paseo hasta el coche y regresamos a la casa. En unos 40 minutos llegamos. Comemos y nos echamos una siesta. Se ha vuelto a nublar de lo lindo y dudo que volvamos a salir hoy.
Al levantarnos, sigue muy nublado y se ha levantado viento de tramontana. Así que nos quedamos jugando con los animales de los dueños de la casa y charlando con ellos. Al chico ya lo conocimos el año pasado, pero a su pareja no y resulta ser enfermera como yo. Así que como os imagináis, tenemos tema de conversa para rato… Me explica cómo vivieron los sanitarios menorquines las primeras olas del COVID y alucino con la precariedad…
Mientras, el peque disfruta un montón con todos los animales que hay sueltos por el jardín de la casa. Sólo os diré que esta foto me la hizo poner en su habitación para acordarse del «Mitu» y la «Cocó». Para que luego digan que los peques no se acuerdan de nada… Pues hace 2 años de este viaje, y sigue pidiendo con frecuencia ¡¡»coger un avión para ir a ver al Mitu y la Cocó»!!
Cuando anochece, volvemos a la casa. Nos duchamos, cenamos y a dormir pronto. El peque aún se despierta varias veces por la noche y nunca sabes lo que te deparará esa noche al acostarte…