27/09/18 (día 2): visitamos los grandes templos y santuarios de Osaka, la decandente zona de Shinsekai y los grandes miradores Harukas 300 y Umeda Sky
Sorprendentemente hemos dormido toda la noche del tirón y nos levantamos a las 8,30h sin complicación. Bajamos a desayunar al bar del hotel (por lo visto y sin saberlo, tenemos el desayuno incluido). Y luego nos ponemos en marcha. Hoy vamos a conocer los grandes templos y santuarios de la ciudad. Y al atardecer, subiremos a su mirador más alto.
Caminamos hasta Namba Sta. dónde cogemos un tren de la línea Nankai hasta la parada Sumiyoshi Taisha (210¥). Nada más salir ya vemos una calle con lámparas de piedra que dirigen a la gran torii de acceso al santuario.
El Sumiyoshi Taisha, de entrada gratuita, es el santuario más importante de Osaka y uno de los más antiguos de Japón. Fundado en el siglo III antes de la introducción del budismo, muestra un estilo único de arquitectura llamado Sumiyoshi-zukuri, libre de la influencia de otras culturas asiáticas. Sólo otros dos en Japón son de este estilo puramente japonés: los santuarios de Ise y el de Izumo Taisha.
Este santuario es el principal y más famoso de los más de 2000 santuarios Sumiyoshi que puedes encontrar por todo Japón, de hecho nosotros visitamos uno en Fukuoka en 2013. Consagran a los kami (dioses sintoístas) que protegen a los viajeros, pescadores y marineros, así que éste es también «nuestro» santuario 🙂
Cruzamos el bonito puente Sorihashi sobre el estanque y nos adentramos en el complejo para visitar los edificios más importantes que conforman el santuario.
Nos purificamos en la fuente de la entrada siguiendo el ritual, y comenzamos a descubrir los curiosos tejados de los templos de este recinto que nos recuerdan muchísimo a las casas tradicionales de Shirakawago que visitamos en el 2º viaje.
También encontramos un pequeño sub-santuario dedicado a la diosa shinto de la concepción. Compramos una figurita (1000¥) y le hacemos una ofrenda junto a unas oraciones a ver si nos echa un cable en la labor 🙂
Acabamos de recorrer el Sumiyoshi y volvemos a la estación de trenes y tras un trasbordo para cambiar a una línea JR bajamos en Tennoji, y desde aquí caminamos unos 10 minutos.
Vamos a conocer otro de los templos más antiguos de Japón y el primero en ser construido por el estado. Fundado en el 593 por el príncipe Shotoku, quien apoyó la introducción del budismo en Japón. Aunque los edificios del templo se quemaron en varias ocasiones a lo largo de los siglos, siempre se reconstruyeron cuidadosamente para reflejar el diseño original.
La visita a los exteriores del templo es gratis pero para acceder al recinto interior y al jardín hay que pagar, así que compramos la entrada(500¥), y accedemos al interior del Shin-Tennoji.
Lo primero que encontramos es una gran pagoda de 5 pisos a la que se puede entrar, y que contiene el Salón Principal (Kondo) en la que el príncipe Shotoku se consagra como una estatua de Kannon. El ascenso no es muy complicado aunque el último tramo de escalera es bastante estrecho.
Luego recorremos el jardín Gokuraku-jodo, diseñado sobre la base de las descripciones del Paraíso Occidental del Buda Amida. En uno de los sub-templos del recinto están haciendo unas oraciones, y no podemos evitar pararnos unos minutos a escuchar los cánticos de los monjes budistas que las conducen.
Tras la visita, caminamos unos 12 minutos hasta el Isshinji (entrada gratuita), este templo budista fundado en 1185 y es famoso por ser el templo de las estatuas de Buda hechas con restos de fallecidos. Lo que lees.
Por lo visto, para hacer frente a la falta de espacio, en 1887 el sacerdote principal encargó la construcción de una estatua de Amida (Buda principal según el budismo Mahayana) mezclando las cenizas de los fallecidos con resina para preservar así los restos, conocidas como okotsubutsu.
Desde 1957, cada diez años se ha ido construyendo una nueva estatua, cada una con las cenizas de 150.000-160.000 personas. Actualmente podemos encontrar 14 estatuas en el templo.
Es un lugar de lo más curioso, la pena es que su edificio principal está en obras y lo vemos cubierto por un gran andamio, aún así vale la pena acercarse hasta aquí.
Además, en este lugar se alojó Tokugawa Ieyasu durante el asedio al castillo de Osaka en 1614, pero este dato queda totalmente relegado por lo curioso del lugar y sus Buda. Vemos dentro del recinto unas mesas junto a unas máquinas de bebidas y no dudamos en sentarnos un ratito a descansar, hidratarnos y disfrutar de los jardines del templo y de los olores a incienso que hay.
Tras un pequeño descanso, caminamos otros 12 minutos y llegamos a la calle comercial de Shinsekai y disfrutamos de la vista que ofrece a la Tsutenkaku o Torre de Osaka. Decidimos quedarnos con la vista desde el exterior ya que entrar en ella cuesta 700¥ y nos parece caro. Esta torre de 103m fue construida en 1912 y reconstruida en 1969, y la verdad es que ese aire decadente que tiene mola un montón 😛
Cruzamos al otro lado de la torre, y aquí hay mucho más movimiento de gente. Es dónde se encuentran la mayoría de restaurantes, y al igual que ocurre en Dotonbori, los carteles de éstos son de lo más pintorescos.
Comienza a ser la hora de comer. Después de echar un vistazo a los menús que ofrecen los distintos restaurantes de la calle principal nos decantamos por uno en el que tras más de 20 minutos de espera y de ver cómo atienden a varias mesas con locales que han llegado más tarde que nosotros y que pasan hasta el punto que es como si no estuviéramos, nos vamos.
Es la primera vez que nos ocurre algo así en Japón y nos quedamos alucinados. Así que tras otra vuelta, nos decantamos por otro dónde tomamos un par okonomiyaki y unas gyoza con 2 cervezas (3100¥). La comida está buena pero tardan una eternidad en servir cada plato.
De hecho, aunque pedimos 2 okonomiyaki, los trajeron por separado, así que tuvimos que compartir primero uno y luego el otro o se hubiera quedado frío… Estamos alucinados porque la atención al cliente en los restaurantes japoneses siempre es excelente y hoy nos están «defraudando» muchísimo.
Tras la comida, caminamos hasta la estación JR Dobutsuen Mae y cogemos el primer tren a Tennoji para evitar tanto paseo (120¥), y salir encontramos justo enfrente el Centro Comercial Abeno Harukas. Esta espectacular torre comenzó a construirse en 2010 y fue completada en 2014. Con 300 metros de altura es hoy en día el rascacielos más alto de Japón y ha servido para dar un aire nuevo a esta zona.
Además del enorme centro comercial Abeno Harukas Kintetsu, el mayor de todo Japón. Cuenta con centenares de tiendas y restaurantes, un museo de arte y hasta un hotel. En la cima de la torre Abeno Harukas encontramos el mirador Harukas 300, que ocupa los tres pisos superiores (del 58 al 60).
Desde él podemos disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad de Osaka. Así que subimos a la planta 16, dónde se encuentra el museo de arte y los ascensores para subir al mirador, y nos encontramos con una terraza ajardinada de acceso libre desde la que se tienen preciosas vistas de la zona.
Compramos la entrada para el mirador (1500¥) y subimos a lo más alto para disfrutar de unas fabulosas vistas 360º de la ciudad de Osaka. Os dejo su web dónde tenéis mucha más información. El ascensor, como en todos los miradores de Japón es muy molón 🙂
Aunque en el 2º viaje subimos al Umeda Sky de noche, las vistas que ofrece el Harukas nos gustan más ya que estamos en el centro de la ciudad y puedes observar mejor la enorme extensión de la ciudad, desde la zona más interior hasta el mar dónde se encuentran el puerto y el aeropuerto.
Al estar en el centro de la ciudad, también nos permite dislumbrar lugares que hemos ido visitando como Dotonbori, en Shin-Tennoji o Shinsekai.
Además, vemos que ofrecen la posibilidad de subir a la cornisa del edificio previo pago de otros 1000¥ y la colocación de un arnés de seguridad. Eso ya nos parece too much, pero si decidimos tomarnos un par de batidos en la cafetería de la planta 58 (980¥ los dos) mientras vemos atardecer aquí arriba mientras descansamos un poco las piernas.
Antes de bajar, pasamos por el baño y ¡alucinamos con las vistas que tienen! Puedo decir que ¡es el baño más espectacular al que he ido! No exagero, ¡mirad!
De bajada, pasamos por la terraza de la planta 10 para ver la torre desde aquí, así como el huerto urbano y el pequeño santuario sintoísta que hay aquí arriba.
Volvemos a la estación JR Tennoji y cogemos un metro de la Midosuji Line hasta JR Namba (280¥). Vamos al hotel a descansar un rato, el jet lag todavía hace mella… y después de una pequeña siesta, cogemos un metro de la Midosuji Line de Namba a Umeda (320¥), vamos a recorrer de nuevo la zona comercial de Umeda.
Echamos un vistazo a los centros comerciales y nos acercamos al mirador Umeda Sky al que subimos en el 2º viaje, en nuestra primera vez en la ciudad de Osaka. Aunque esta vez nos quedamos con las vistas desde la calle.
Volvemos al hotel con la misma línea de metro (320¥), pero antes paramos en el kombini que hay al lado del alojamiento a comprar la cena (1100¥) y nos la tomamos tranquilamente en la habitación. Es lo bueno de Japón, que aquí no está mal visto que comas en la habitación con lo que puedes ahorrar un dinero. Nosotros además lo preferimos, porqué así ya nos relajamos y no tenemos que pensar en volver a salir a la calle tras todo el día de caminatas…
Estamos cenando cuando nos llegan noticias de que este fin de semana llegará a Japón, y en concreto a las regiones de Okinawa y Kansai, un super tifón de categoría 5, el número 24 de la temporada.
Nosotros estaremos en Kyoto y sin intenciones de coger trenes para las fechas que se espera que toque tierra aquí, pero aún así, decidimos rehacer un poco los planes para los siguientes días por lo que nos saltaremos las visitas que queríamos hacer en Osaka mañana por la mañana y nos iremos temprano a Kyoto, y moveremos visitas de los próximos días. Esta es otra de las ventajas de viajar por libre, que puedes rehacer la ruta en cualquier momento… ¡os mantendremos informados!
Uff, flipo con Japón. Las estatuas hechas con las cenizas de fallecidos, el ascensor no apto para epilépticos, los baños del cielo… Quiero ir a esta zona del planeta!!! A ver qué tal se os da con el súper tifón!
Buen fin de semana!
Y yo te recomiendo que vayas a esta zona del planeta, ni defrauda ni deja indiferente!
Buen finde!