28/09/2013 (día 2): nos vamos a conocer una región poco visitada, viajamos a la capital de Kyushu: Fukuoka
Hoy nos levantamos bien temprano. Nos vamos a conocer Kyushu, una región poco visitada, y nuestro Shinkasen hacia Fukuoka sale a las 7,36h. En un primer momento habíamos pensado enviar las maletas de Osaka a Kyoto, pero luego decidimos que serían demasiados días para llevar la ropa en la mochila así que nos las llevamos con nosotros. Hacemos el check-out del hotel y bajamos a la estación JR Osaka.
Hoy es nuestro primer día con el Japan Rail Pass (JRP) de 14 días. Tomamos un tren de la JR Kyoto Line para llegar a la estación JR Shin-Osaka desde dónde sale nuestro Shinkansen, pero antes nos compramos desayuno en el Starbucks para tomarlo en el tren. En la estación vemos algún tren molón… muy ¡kawaii!
¡Nos hace una ilusión tremenda volver a subir en un Shinkansen de nuevo! Podréis pensar que en España también tenemos trenes «bala» pero es que el modelo japonés alcanza altas velocidades sin notarse ni una sola vibración, éste en concreto alcanzó los 301km/h -medido con GPS-.
El trayecto dura unas 2,30h desde Osaka. Hasta Hiroshima vamos reconociendo ciudades y lugares que habíamos visto en el 1r viaje, y al parar en Hiroshima nos vienen un montón de recuerdos… de nuevo nos entra la venilla nostálgica de nuestra luna de miel en 2011, pero esta vez vamos más allá y llegamos a la estación JR Hakata tras haber cruzado el estrecho de Kanmon o Shimonoseki.
Tengo que hacer un alto porqué esto es algo muy curioso, Fukuoka (capital de la isla de Kyushu) era en un principio una ciudad señorial que contaba con un castillo y a pocos kilómetros se encontraba la aldea de Hakata. Con los años, ambas crecieron tanto que en 1889 acabaron fusionándose, pero los japoneses son mucho de recordar por lo que decidieron mantener ambos nombres para referirse a la ciudad. Se usa Hakata para la estación de trenes y Fukuoka para nombrar a la ciudad oficialmente, así como su aeropuerto.
Fukuoka (福岡): La cercanía con Corea, ha tenido a lo largo de su historia casi tantas influencias coreanas como japonesa, aunque es considerada el lugar de nacimiento de la civilización japonesa. Kyushu, fue el primer punto de contacto de Japón con el resto de civilizaciones asiáticas ya que era considerado un lugar de fácil acceso para los conquistadores que procedían de Europa ya en el siglo XVI. Hoy en día es la capital de la isla de Kyushu.
En Fukuoka nos alojamos en el Hana Hostel Fukuoka por 6800¥ los dos en habitación doble con baño privado. Se puede ir andando desde la estación JR Hakata en un paseo de unos 15-20 minutos, pero como vamos cargados decidimos coger el metro para acercarnos un poco, así que lo cogemos hasta la parada de Gion (200¥ cada uno, 5 minutos de trayecto) y desde allí seguimos las indicaciones que dan en la web para llegar andando. Y en unos 5 minutos llegamosa.
El hostal se encuentra al principio de una calle comercial cubierta que nos recuerda mucho a la que vimos en Kyoto en el 1r viaje…
Hacemos el check-in y aunque no podemos subir a la habitación aún, nos guardan las maletas hasta que podamos entrar a mediodía. Recordad que en Japón el check-in siempre es a partir de las 14-15h. La chica de recepción, que es súper amable, nos dice que en la cocina hay café y té gratis, así que nos tomamos uno antes de ponernos en marcha. La chica me pregunta cómo se pronuncia mi nombre es castellano, le digo “Carol”, a lo que ella contesta “en Japón: Carol-San”, os podéis imaginar que aquí mi marido ya me bautiza de por vida como “Carol-San”
Tras el cafelillo y una corta conversación con la chica, nos ponemos en marcha. Lo primero que visitamos es un pequeño santuario que hay a pocos pasos del hostal.
Después seguimos hacia el complejo de templos sintoístas, Kushida Shrine, dedicado a la diosa sintoísta Amaterasu, que literalmente significa «la que brilla en el cielo» y considerada diosa del sol y del universo.
Junto a su entrada hay una carroza de procesiones o Matsuri que impresiona por su altura.
Es media mañana y hace un calor terrible ya… así que nos tomamos unas bebidas de las máquinas que hay junto a la entrada y seguimos con la visita. Nos encontramos un pequeño pasillo de toriis rojas que llevan a un templo dedicado a Inari (al más puro estilo Fushimi Inari en miniatura).
Al edificio principal del santuario no nos acercamos demasiado ya que están haciendo una celebración. Comentaros que el santuario data del año 757.
De ahí, desandamos nuestros pasos y volvemos a Kawabata, la calle comercial cubierta dónde se encuentran varios restaurantes, tiendas y hoteles/hostales.
La recorremos de punta a punta hasta cruzar con la calle Meiji-dori con la intención de coger un bus hasta el Ohori Koen, pero no nos aclaramos en la parada del bus puesto que TODO está en japonés. Preguntamos a un par de personas y ni por señas nos aclaramos, y aquí ya nos empezamos a oler que va a ser difícil entenderse en esta ciudad… así que viendo que está la estación de metro Nakasu-Kawabata al lado, decidimos entrar en él e ir hasta la parada Ohoki-Koen (200¥ cada uno). Nos sorprende encontrarnos un mural de Miró en la estación del metro…
Salimos hacia el parque Ohori y nos encontramos en seguida con un gran lago, con un paseo dónde hay gente sentada en bancos, otros paseando, en bici, pescando y niños correteando.
Es la mar de agradable… si no fuera por el calor espantoso que hace ¡hasta en la sombra! Tomamos el sendero que se supone que lleva a las ruinas del Castillo.
Pero tras más de 1h andando siguiendo las indicaciones y sin ver más que algunas piedras que se supone que son «tramos» de muralla y achicharrados de calor, decidimos que pasamos de largo… según las guías aún quedaba algo decente que visitar pero esto es un fiasco… eso o no lo hemos sabido encontrar. Recordad que viajamos en 2013, y no disponíamos de internet en el móvil estando de viaje. Además aún nos acusa el cansancio del viaje y el jet-lag y acabamos un poco hasta los mismísimos
Recorremos otro buen trozo de parque bajo una solana increíble hasta que conseguimos salir a una calle principal. Sinceramente, suerte que llevábamos el mapa que nos habían dado en el hostal y un mapa off-line en el móvil que nos ayudó a orientarnos porqué si no esta ciudad ¡parece un laberinto y el parque más! Caminamos unos 20 minutos más hasta llegar a una avenida dónde vemos indicaciones para el metro.
Vemos un McDonald’s y viendo que son más de las 14h y que estamos realmente agotados (llevamos más 2h desde que llegamos a Ohori bajo una solana tremenda), nos metemos de cabeza a por unas hamburguesas y aprovechamos para hacer nuestro ya tradicional «McDonald’s por el mundo». Pedimos un par de menús que nos cuesta lo suyo hacernos entender porqué curiosamente ni señalando la foto del menú el chico consigue entendernos y al final tiene que llamar a un compañero para hacernos el pedido… (1200¥ los dos). Fue un momento crítico… hasta ahora no nos había gustado nada de lo que habíamos visto, nos parecía una ciudad anodina, muy difícil de comunicarnos con la gente y mal indicada, por no decir fatal ya que no había absolutamente nada en inglés. Estuvimos a punto de irnos al hotel a dormir hasta mañana y listos 🙁
Pero al final, decidimos darle una segunda oportunidad. Después de comer cogemos el metro hasta JR Hakata (200¥ cada uno) y de ahí, vamos dando un paseo de unos 15 minutos hasta el Santuario Sumiyoshi. La entrada al templo es gratuita (100¥ para el jardín privado, pero no entramos). Éste está considerado como el origen de los santuarios dedicados a Sumiyoshi Taisha.
Agradecemos esta visita ya que entre los árboles del santuario hace un poquito más de fresco y hay algún banquito dónde sentarse a la sombra, de verdad que hace mucho calor y además es muy húmedo por lo que la sensación térmica es mayor. No puedo imaginar lo que debe ser visitar esta ciudad en agosto…
De aquí, vamos dando un paseo de unos 10 minutos hasta llegar a la zona comercial de Canal City. Miramos de refilón alguna tienda y nos vamos para el hostal. Literalmente no podemos más, tanto por el cansancio como por el calor. Necesitamos dormir un rato. Monto los futones y nos echamos una pequeña siesta para recuperar algo de fuerzas.
Tras recuperarnos un poco, salimos de nuevo a la calle. Ahora si se puede estar… ¡ya no hace esa chicharrina! Cenamos en una taberna que hay justo enfrente del hostal. Aquí no hablan ni papa de inglés pero al menos si tienen la carta traducida. Pedimos y al poco empiezan a traerno platos y más platos de comida… resulta que todos los platos se acompañan de arroz y sopa pero el tío de la taberna no nos dijo nada ni intentó siquiera que pidiéramos menos, así que no os podéis imaginar la cantidad de comida que viene
A pesar de que estamos súper cansados, damos un paseo por la calle comercial, los santuarios y los alrededores del hostal para bajar la comida, cualquiera se mete en la cama después de semejante atracón…
Después del paseo, regresamos al hostal. Nos damos una ducha y a dormir que estamos realmente agotados.
P.S: Ahora que ya os he hecho el relato de este día, deciros que nosotros no recomendamos visitar esta ciudad salvo que dispongas de días de sobras. No le encontramos nada destacable, nos pareció una ciudad de lo más anodina. El transporte es complejo, ya que el bus sólo está en japonés y el metro son dos líneas que recorren las afueras de la ciudad por lo que no abarcan el centro, así que casi todos los trayectos los tendréis que hacer a pie como nos pasó a nosotros. Aunque las distancias no son muy grandes, los 15-20 minutos a pie para ir a cualquier punto no os los quita nadie… y claro, ¡id sumando! Por otra parte, aunque en el 1r viaje no tuvimos ningún problema, aquí nos costó horrores comunicaros con ellos ya que nadie habla más de dos palabras seguidas de inglés y tampoco vimos que se esforzaran en hacerse entender como ocurre en la mayoría de las ciudades de Honsu. En todo caso, recomendaría una parada en Dazaifu, pero vaya, que si tuviera que volver a planear un viaje a Kyushu, pasaría de largo de esta ciudad.