28/09/18 (día 3): de vuelta a Kyoto y a nuestro lugar favorito, el barrio de Arashiyama
Nos levantamos a las 8h con bastante sueño. Tomamos el desayuno incluido y hacemos el check-out. Como os decía en la anterior entrada, teníamos pensado pasar la mañana en Osaka para acabar de ver los puntos de interés de la ciudad y movernos a Kyoto por la tarde. Pero un tifón de categoría 5 se acerca a la zona de Kansai y preferimos rehacer un poco los planes, de manera que nos vamos ya hacia Kyoto. Lo cuál no es un problema porque nos hace especial ilusión volver a nuestra ciudad favorita del mundo 🙂
Cogemos el metro Midosuji Line desde Namba hasta Umeda (320¥) y allí cruzamos hacia la JR Osaka y cogemos un tren rapid service a Kyoto. Esta es la opción más económica si como nosotros, no tenéis activo el Japan Rail Pass (530¥). El tren va bastante lleno y con las maletas no podemos sentarnos, así que pasamos los 42 minutos de trayecto de pie.
No os podéis imaginar la gran emoción que sentimos ¡¡al volver a estar en Kyoto!! Volver a recorrer los pasillos de la gran estación JR Kyoto nos trae a la mente montones de recuerdos de nuestros dos anteriores visitas a la ciudad 🙂
Nos dirigimos a la salida central y justo delante encontramos el que será nuestro alojamiento para las próximas 4 noches, el Hotel Hokke Club Kyoto. Dejamos las maletas en la recepción del hotel (el check-in lo haremos más tarde según nos indican). Y volvemos a la estación JR para dirigirnos a un lugar muy especial para nosotros.
Tomamos un tren de la Sagano Line hasta JR Saga-Arashiyama (240¥). Si, vas bien, volvemos a nuestro lugar favorito del mundo: ¡Arashiyama! Aunque ya conocemos la zona tanto del 1r como del 2º viaje, todavía nos quedan algunos lugares por visitar.
Caminamos unos 18 minutos hasta el primer templo de la jornada, el Daikakuji. La entrada al templo cuesta 500¥ y al jardín 200¥. Pero vemos que hay una entrada combinada a ambos más al Gio-ji por 600¥ y nos decantamos por esta.
Este gran templo construido originalmente a principios del 800 como el Palacio del Emperador Saga. Tras 30 años de su muerte, el Palacio se convirtió en un templo y desde entonces es considerado como uno de los principales templos de la rama del budismo Shingon. Este lugar tiene un papel muy relevante en la historia de Kyoto ya que la mayoría de emperadores gobernaron desde aquí. También fue escenario de la primera novela japonesa, Tale of Genji.
Compuesto por varios edificios conectados por pasarelas de madera elevadas. Al igual que ocurre en el Castillo de Nijo, se conocen como «suelos de ruiseñor». Ya que rechinan cuando caminas sobre ellos, como una forma de alertar en la noche de la entrada de intrusos.
Pero no solo por la historia del lugar es famoso este templo. Lo es también por albergar uno de los tesoros más importantes de Japón, y es que aquí se guarda una copia del Sutra del Corazón. Escrito a mano por el Emperador Saga bajo la instrucción de Kobo Daishi. Se guarda en el Salón del Sutra del Corazón, totalmente cerrado al público.
Tan solo se exhibe una vez cada 60 años o ante el nombramiento de un nuevo emperador. Pero podemos visitar otras estancias realmente bonitas, con sus puertas correderas y paredes pintadas a mano y esos suelos de tatami que tan agradables son.
Junto al templo está el Osawa Pond, un estanque de 1200 años de antigüedad, ejemplo más antiguo y último que queda de un jardín de estilo Shinden en Japón.
Tras la visita, caminamos 17 minutos por un camino entre casas y campos de cultivo sin ni una sombra pero encontrando en medio de la nada una jidohanbaiki (máquina de bebidas), ¡estos japos piensan en todo!
Tras hidratarnos un poco, seguimos hasta llegar a la Saga Toriimoto Pedestian Stret. Esta bonita calle conserva el estilo del Periodo Meiji (1868-1912), con bonitas machiya (casas tradicionales). Hoy en día algunas siguen siendo casas privadas, mientras que otras han sido reconvertidas en tiendas y restaurantes.
Recorremos un trozo de la calle cuesta arriba, hasta llegar a la entrada del templo Adashino Nenbutsuji (500¥). Fundado a principios del siglo IX por el famoso monje Kobo Daishi. Quién colocó aquí estatuas de piedra para las almas de aquellos restos mortales de pobres y huérfanos que abandonaban aquí.
Estamos en Arashiyama y eso implica bosques de bambú en varios puntos. Y uno es el jardín de este templo, pero nos encontramos con un cartel que indica que está cerrado por mantenimiento de los caminos de acceso, así que nos quedamos con las ganas… Tras recorrer los bonitos jardines del templo, volvemos a la calle Toriimoto y bajamos hacia el siguiente punto de la jornada.
Hace un calor tremendo y es mediodía, así que decidimos parar a comer de camino y darnos una descanso. Encontramos un pequeño restaurante local con muy buena pinta regentado por una abuelita encantadora y decidimos entrar. Tomamos un yakimeshi y un katsudon que nos saben a gloria acompañados por un delicioso té fresquito (1200¥).
Tras una comida deliciosa y un poco de tiempo para descansar del sol y de la caminata, volvemos a la calle y seguimos avanzando hasta nuestro templo favorito de Kyoto. Lo descubrimos en 2011 y volvimos en 2013 y esta vez no va a ser menos 😛 Si has leído los anteriores diarios, ya te estarás imaginando que nos dirigimos al Gio-ji.
Enseñamos el tíquet de la entrada combinada que compramos en el Daikakuji y accedemos al hermoso jardín de arces, musgo y bambús del pequeño templo dedicado al Buda de Luz.
Aunque es la tercera vez que lo visitamos no deja de enamorarnos cada rincón de este bello jardín, es realmente un lugar espectacular. Y ese bosque de bambú adherido al templo nos tiene encandilados 🙂
Recorremos los jardines hasta llegar al pequeño templo dónde hacemos unas oraciones y esta vez, decidimos comprar una tablilla ema (500¥) y dejar un deseo en el templo 🙂
Pasamos casi 1h aquí sentados observando la belleza del lugar y luego proseguimos caminando unos 10 minutos hasta el templo Jojakkoji, fundado en 1596. Pagamos la entrada (500¥) y comenzamos a ascender escaleras. Subimos por la ladera de la montaña entre bonitos edificios rodeados de estanques, jardines de musgo y arces que empiezan a mostrar el momiji, sobretodo en la parte más alta.
Seguimos subiendo por el bonito jardín hasta llegar a lo alto de la pagoda Tahoto.
Y tras contemplar la antigua pagoda de madera, subimos un poco más hasta llegar a un mirador desde dónde hay unas vistas espectaculares de Kyoto. Esta zona de Arashiyama es menos conocida y en muchos de los templos estamos prácticamente solos, por lo que podemos disfrutar con calma del bello paraje.
Salimos del recinto pasadas las 16,30h y vamos dando un paseo hasta llegar junto a la estación de tren JR Torokko Saga.
Nuestra idea inicial cuando planificamos la visita a Arashiyama era hacer el recorrido del tren turístico de Sagano. Una línea de tren que originalmente fue parte de la línea JR Sanin. En 1989 fue sustituida por un trazado nuevo y trenes más rápidos pero dedicieron mantener la antigua línea como tren turístico por la belleza del entorno por el que discurre.
El tren recorre 7km en 25 minutos entre la estación Torokko Saga hasta Torokko Kameoka. Pero al haber tenido que ajustar los planes por la llegada del súper tifón, tuvimos que sacrificar la excursión. Ya que para conseguir billetes tienes que ir a primera hora de la mañana a comprarlos. O bien reservar con antelación en esta estación. Y al haber llegado esta mañana desde Osaka pues ya no dió tiempo… Pero no pasa nada, habrá más veces en Arashiyama en futuros viajes y en alguno de ellos caerá 😉
Vemos que junto a la estación Torokko hay varios puestos de helados, dulces y máquinas de bebidas y decidimos sentarnos en una sombra a tomarnos un par de deliciosos helados de té verde (960¥). Luego continuamos caminando otros 15 minutos a través del más famoso bosque de bambú de la zona. Que como ya habíamos visto en fotos, está hasta la bandera de turistas locales e internacionales hasta llegar a la orilla del río Katsura.
Desde la orilla del rió hay unas vistas geniales del Monte Iwatayama y del puente Togetsukyo, con más de 100 años de antigüedad.
Vemos la puesta de sol en este bonito lugar y luego caminamos 15 minutos hasta llegar a la estación JR Saga-Arashiyama. Hay otras opciones para llegar a la JR Kyoto, pero esta es la que mejor nos cae por ubicación y es más rápida que tomar un bus. De camino, paramos en un Lawson a sacar dinero del cajero con la Revolut y tomamos el primer tren rápido (240¥) que pasa hacia JR Kyoto.
Al llegar a la estación central de la ciudad, cruzamos la calle para ir al hotel. Hacemos el check-in y subimos a la habitación dónde ya nos esperan nuestras maletas. Descansamos un rato que menudo día de caminar bajo el sol, y sobre las 18,30h salimos a dar una vuelta al centro comercial que hay bajo la JR Kyoto.
Como ya os he explicado en otros diarios de Japón, bajo la estación hay un enorme centro comercial. En él hay multitud de tiendas de comida preparada que funciona al estilo lonja. De manera que conforme se acerca el horario de cierre, van bajando los precios de la comida para evitar tirarla.
Y a nosotros nos va de perlas porque compramos unos packs de nigiris con una pinta tremenda bien baratos. Echamos un vistazo al supermercado que hay aquí también pero no vemos nada que nos convenza. Así que vamos a un Lawson junto a la estación y compramos unos fideos para añadir a la cena, y cosillas para el desayuno de mañana. Lo dejamos todo en la nevera de la habitación y vamos a dar una vuelta al Yodobashi que tenemos al lado. ¡Este sitio nos encanta!
Sobre las 20h y agotados, volvemos al hotel. Ducha, cena en la habitación y a dormir. Hoy de nuevo, ha sido un día genial 🙂
Jaja, qué risas con la máquina expendedora en medio de la nada. Qué diferente es todo, normal que esté entre vuestros favoritos! El bosque de bambú es impresionante. Un saludo y buena semana! Hasta la próxima!
Ese barrio tiene magia! Lo de la máquina en medio de la nada son cosas que solo te pueden pasar allí!
Gracias por comentar! Feliz semana!