03/10/2017 (día 21): descubrimos un lugar único en el mundo: el 1933 Shanghai, y ultimamos compras en nuestro último día en China.
De nuevo nos levantamos sobre las 10h y tranquilamente bajamos desayunar al Starbucks cercano al hotel. Los dependientes deben estar hasta el moño de nosotros. Pero hoy es el último día que tendran que hacer esfuerzos por entender nuestro ingles y nuestras señas 😛 Hoy vamos a visitar un lugar muy peculiar y único en el mundo, vamos a conocer el 1933 Shanghai.
Después de cargar las pilas, volvemos hacia el hotel ya que justo al lado está la parada del bus 220 (2¥) nos en pocos minutos lleva hasta nuestro objetivo. Curiosamente, a pesar de ser algo único, no sale en las guías turísticas. Anoche estuvimos buscando por internet qué más hacer en la ciudad, con la idea de evitar las zonas repletas de turistas locales celebrando su semana de vacaciones… y casi por casualidad, dimos con este lugar.
La entrada es gratuita y es un lugar muy curioso de visitar, aunque desde fuera no invite mucho a entrar… Os dejo su web por si queréis más info de horarios y cómo llegar 😉
Se trata de un antiguo matadero construido en la Concesión Británica en 1933. Y lo hicieron siguiendo los patrones del Feng Shui, del circulo dentro del cuadrado. Esto le da un aspecto de pieza única de hormigón conformada por varias pasarelas unidas por puentes.
Por lo visto fue una obra de ingeniería en aquella época. En la que además, tuvieron muy en cuenta los sistemas de ventilación, los circuitos de las reses, y la eliminación de residuos orgánicos.
Por lo visto los amantes de la fotografía del país lo visitan asiduamente buscando buenas capturas. Y una vez allí, corrobor que es un emplazamiento genial para hacer fotos. Los puentes y la estructura en si, te dan mucho juego y muchos contrastes de luces. Disfruté como una niña con mi réflex comprada en Japón 😛
Puedes ir subiendo por las 5 plantas que conforman el lugar, recorriendo los puentes y las distintas salas. Vas viendo las rampas y pasarelas por las que hacían pasar la reses entre los distintos niveles. Y aún conservan algunas puertas de los establos.
Puedes ir subiendo los distintos pisos y cambiando desde la estructura central circular a la más exterior cuadrada. La verdad es que esta estructura de hormigón nos recuerda en parte a la zona de Chit Lom en Bangkok.
En la zona superior del centro del edificio se encontraban las salas del matadero como tal. Aún conservan algunas piezas originales y puedes ver los circuitos de entrada y salida de los animales.
Al llegar a lo más alto hay unas vistas del complejo geniales. Puedes ver con más detalle el laberinto de puentes y los pasillos que conforman el lugar.
Así como unas bonitas vistas de la Concesión Británica de Shanghai. Cómo nos gustan los contrastes que caracterizan las ciudades chinas, y asiáticas en general.
Hoy en día, el complejo se ha convertido en un centro comercial repleto de tiendas, restaurantes y hasta un museo de Fórmula 1.
El pequeño museo de entrada gratuita, muestra piezas de coleccionista realmente chulas. Entre ellas un casco firmado por Fernando Alonso 🙂
Antes de salir, echamos un último vistazo hacia arriba… la verdad es que no entendemos porqué no consta en las guías turísticas de Shanghai. Nos ha encantado y sin duda, recomendamos su visita.
Pasamos casi 2h recorriendo el complejo y visitando algunas de sus tiendas. Volvemos a la calle principal y cogemos de nuevo el bus 220 (2¥) que nos lleva de vuelta a la zona de Nanjing. Allí cogemos el metro hasta la parada del Museo de la Ciencia (3¥) en la Concesión Francesa. Vamos a echar otro vistazo al mercado del Centro Comercial AP Plaza.
Compramos una mochila de piel para mi después de un regateo más duro que el del otro día, consiguiendo bajar de 990¥ a 350 (de 125€ a 44€). Costó casi 20 minutos de estira y afloja, y unos cuantos «bueno, pues no pasa nada, me voy» con una sonrisa en los labios. Aunque os pueda parecer cara, la mochila es de piel buena y de ese estilo en Barcelona de los 90€ no bajan. Varios años después de uso diario de ella, os puedo asegurar que la mochila sigue impecable. Como el primer día. Así que valió la pena el regateo 😛
Después de las compras, vamos a comer al mismo restaurante del otro día. Esa lasaña estaba bien buena.
Y tras las compras y la comida, volvemos al hotel antes de que cierren la estación de metro de East Nanjing a las 16h. Nos echamos un rato y tras dejar las maletas preparadas para mañana salimos a cenar. Escogemos un steakhouse en uno de los centros comerciales de East Nanjing Road. Comemos un filete y una hamburguesa con una cerveza y un refresco la mar de buenas (160¥).
Compramos algunas cosas para desayunar mañana en el supermercado que hay al lado del hotel, y nos vamos pronto a dormir. Mañana nos espera un día muy largo…