01/10/2017 (día 19): celebramos el Día Nacional de la República Popular China junto a 1.400 millones de chinos…
Hoy es 1 de octubre, en Catalunya (nuestra tierra) están celebrando el Referéndum. Y aquí es la Día Nacional de la República Popular China, el día que conmemoran la creación de la República en 1949.
Nuestra intención inicial para hoy era hacer una excursión a la cercana Suzhou. Pero hace ya unos días, vimos que no había trenes disponibles ni para ir, ni para volver… así que nuestro gozo en un pozo. Decidimos levantarnos con toda la calma a eso de las 10,30h y salir a desayunar al Starbucks (98¥) como ya es habitual. Nada más salir a la calle nos topamos con riadas de gente con banderitas chinas en mano celebrando su gran fiesta…
Como os explicaba en los preparativos del viaje, descubrimos que nuestra última semana en China coincidía con las vacaciones de la Fiesta Nacional. Aunque pueda parecer chulo a priori, descubrimos tarde que no lo es. Los chinos aprovechan para hacer turismo nacional en masa y se agotan trenes, aviones, hoteles en menos que canta un gallo… y todas las atracciones turísticas están hasta la bandera de gente.
Sabíamos que es la semana que más turismo interno hay en todo el año, y esperábamos que habría gente en Shanghai. Pero no esperábamos para nada lo que nos depararía en realidad esta semana… Días nada ideales para hacer turismo.
Tras desayunar vamos al metro de East Nanjing dónde no cabe un alfiler y bajamos en West Nanjing (3¥). Nuestro objetivo es intentar votar en el Referéndum en la oficina que tiene la Generalitat de Catalunya aquí.
Nos cuesta bastante encontrarla porque ne la dirección que teníamos hay un centro comercial. Preguntando, conseguimos averiguar que en las plantas superiores del centro, hay oficinas y una de ellas es la que buscamos. Pero nos la encontramos cerrada, así que nuestro gozo en un pozo…
Volvemos al metro y bajamos en Longhua (3¥) con intención de ver el templo budista Longhua. Considerado como más antiguo y grande de la ciudad, data del año 242. Cuenta la leyenda, que se construyeron 13 pagodas para albergar las reliquias de Buda. Y se cree que la pagoda del Longhua, con más de 40 metros de altura, habría sido una de ellas.
Al llegar junto al templo después de una buena caminata desde el metro, vemos que lo único que se conserva medio decente es la pagoda. El resto del templo, aunque el recinto es grande, está repleto de edificios cochambrosos llenos hasta la bandera. La entrada es cara (60¥) por ver de cerca los edificios, ni siquiera se puede entrar en ellos. Y decidimos pasar…
Echamos alguna foto desde el exterior del templo y volvemos al metro.
Bajamos en Nan Jing Xi Road (3¥). Vimos en internet que en esta zona había uno de los pocos cat cafés de Shanghai, el Cat Eyes Cat Cafe. Nos cuesta muchísimo dar con él. Está en un piso alto de un bloque de pisos, pero no estamos muy seguros de si estamos en la dirección correcta… por suerte nos topamos con el conserje del bloque y al preguntarle por «cat» nos dice el piso que es.
Al llegar al piso, nos alegramos muchísimo al ver que los chicos que lo llevan, se medio defienden con el inglés 🙂
Pedimos un par de tés (90¥) y pasamos más de 1h jugando con los gatitos que tienen. Al menos, aquí no hay demasiada gente y podemos hacer algo… Los gatos, como en otros cat cafés que hemos visitado, están bien cuidados y mimados. Te hacen lavar bien las manos, quitarte los zapatos antes de entrar y hay una serie de normas muy estrictas que hacen cumplir.
Después de un rato ameno aquí, volvemos al metro y nos bajamos en el Pudong (3¥) con la intención de visitar el Acuario Oceánico de la ciudad. Considerado como uno de los más grandes de Asia, pero nos lo encontramos cerrado por la Fiesta Nacional. Hoy luce un sol espléndido y podemos disfrutar mejor de la vista de los grandes rascacielos de esta zona de Shanghai.
Comienza a apretar el hambre y decidimos ir a uno de los centros comerciales de la zona a comer. Después de dar un par de vueltas, encontramos un lugar dónde hacen donburi y otros platos japoneses. Pedimos un par de bandejas que llevan varios platillos más (136¥) que nos sabe a gloria. Si, lo sé… estamos en China y buscamos restaurantes japoneses, tiene delito la cosa. Pero mi estómago no soporta más su comida hiper-mega-picante 🙁
Después de una comida deliciosa, damos un pequeño paseo. Pero hay tantísima gente aquí, que se hace bastante imposible.
Hay demasiada gente en la calle y es un agobio andar entre tanto empujón. Además el hotel nos advirtió que la parada más cercana (East Nanjing) cerrará a las 16h estos días. No queremos tener que andar varios kilómetros para llegar a allí y se está formando una buena cola para entrar al metro. Así que decidimos coger el metro en Pudong, y volver al hotel ya (3¥).
Una vez en la habitación, nos conectamos a las redes sociales a través del VPN para ver cómo está todo. Y alucinamos con lo que vemos que está pasando en nuestra tierra… Sabéis que no hablo nunca de política en el blog porque pienso que no tiene cabida aquí. Pero nos impactó tantísimo vivir todo aquello desde la distancia que por ello lo explico.
Nos hubiera gustado estar en casa… no os podéis imaginar ¡qué sensación de impotencia! Estar al otro lado del mundo y ver que en tu casa está ocurriendo todo eso 🙁 Quedamos perplejos con las noticias que nos llegan. Tanto, que sin darnos cuenta se nos pasa la tarde entera hablando con los nuestros y viendo a través de redes lo que acontece.
A las 19h necesitamos que nos dé un poco el aire. ¡Estamos ofuscadísimos! Salimos a dar una vuelta entre el gentío y acabamos en el Starbucks más cercano tomando un frapuccino de té verde (64¥). Nos sentamos en unas mesas cerca de la ventana en el 1r piso y alucinamos con la marea de gente que hay en la calle…
Llega la hora de la cena y decidimos que no podemos más con su comida. Tanto picante acabará con nosotros 🙁 Estamos como en los últimos días en Indonesia con el tema comida…
Vamos a un súper cerca del hotel y compramos fideos preparados (de los que solo tienes que echar agua hirviendo) y unos snacks para cenar. Los tomamos tranquilamente en la habitación con la mente en casa… Hoy ha sido un día muy raro y nos cuesta coger el sueño… Veremos cómo están las cosas mañana, aquí y allí.