17/11/2015 (día 0): ¡despegamos hacia Hong Kong! Iniciamos el largo viaje… 1r vuelo de Barcelona a Amsterdam y noche en vuelo hacia destino
Hoy comienza un nuevo gran viaje, despegamos hacia… ¡Hong Kong! y estamos muy emocionados de poder hacer un viaje así antes de acabar el año.
Anoche antes de ir a dormir, estaba mi marido en el ordenador cuando me llama y me dice: «qué fuerte, mañana nos vamos a la otra punta del mundo»… Son esas cosas en que no sueles pensar, pero que cuando estás a punto de partir si. Y realmente, ¡nos vamos a la otra punta del mundo!
Nos levantamos tranquilamente a eso de las 9h. Desayunamos, nos damos una ducha y cerramos las maletas tras asegurarnos que llevamos todo lo imprescindible. Salimos de casa sobre las 10,30h en un taxi camino de la T1 del Aeropuerto de Barcelona (32€).
En cuanto llegamos, facturamos las maletas con destino final a HK. Pesan 9 y 11kg cada una. Se nota que tan solo vamos una semana…
Pasamos los controles de seguridad, y por tercera vez este año, me toca «el control aleatorio» de drogas… Le pregunto al Guardia Civil (se ve un tío enrollado), qué criterios siguen para este control y cómo de aleatorio es ya que en los últimos vuelos me ha tocado. Y me explica que son bastante frecuentes desde que estamos en nivel 4 de seguridad anti-terrorista. En el caso de pasar a nivel 5 se harían controles exhaustivos a todos los pasajeros, incluso abrirían equipajes.
Tras esto, y of course dando negativo, entramos a la zona Schengen del aeropuerto. Compramos una revista y nos vamos a tomar un zumo y un café (4€). Y aprovechamos para comprar una botella de agua para el viaje.
Charlamos con los nuestros vía Whatsapp hasta que a las 12,40h empieza el embarque a Ámsterdam. Como os explicaba en los preparativos, de nuevo volamos con KLM.
Salimos según lo previsto a las 13,45h. A bordo nos sirven bebidas y unos sándwiches de queso holandés riquísimos. Y un poco más tarde, también un café y una galleta holandesa que ¡nos encantan! 🙂
Y entre lectura, escuchar música y comer, pasamos las dos horas de vuelo corto que tenemos. Llegamos a Amsterdam a las 15,40h atravesando unos nubarrones que hacen que se luzcan las pericias del piloto en la maniobra de aterrizaje…
Al llevar solo dos mini mochilas de equipaje de mano, conseguimos salir rápido del avión. Pasamos el control de pasaporte para salir de la zona Schengen y nos dirigimos a las puertas B-F. Tenemos una hora hasta que empiece el siguiente embarque. Así que una vez localizada cuál es nuestra puerta, nos vamos a picar algo que el sándwich nos supo a poco y a estas horas ya tenemos hambre.
A las 17h empieza el embarque. Es la primera vez que volamos en un avión tipo combi, a ver qué tal la experiencia… Aunque la primera impresión no mola. Los asientos del vuelo corto eran igual de anchos y espaciosos que éstos. Y la señora china que va a nuestro lado tiene pinta de ser una genio y figura…
Salimos con 45 minutos de retraso ya que la carga por lo visto tardó más de lo previsto… Y al despegar da la sensación que el avión no pueda con su alma… ¡ay madre que no se levanta!
En seguida nos dan un picoteo y unos cascos malísimos, made in a dónde vamos, ¡fijo! 😛 No dan antifaz ni tapones para los oidos, algo que me sorprende tratándose de un vuelo de noche y de la compañía que es…
Tras la cena, apagan las luces y a dormir… o a hacer lo que se pueda. Entre el poco espacio que tenemos, sin tapones ni antifaz, con el plasta de delante y el «molinillo» de la señora que además no deja de hablar sola ni un momento. Y hace frío, pero de llevar 2 mangas largas y la manta, y tener la nariz helada. ¡Apuff que viaje más largo nos espera…! Por suerte decidí traerme un par de pastillas de Lorazepam y con eso conseguimos dormitar a ratos (deformación profesional 😛 ).
Dormimos hasta que nuestra vecina decide que ya es de día y sube la persiana, ¡iluminando todo el avión! Ya os dije que tenía pinta de genio y figura…
Al fin, cuando miramos las pantallas, vemos que ya hemos recorrido una gran distancia y falta poco para llegar a destino… ¡por suerte!