22/12/2014 (día 4): nos despedimos de Amsterdam navegando sus canales y con una interesante visita al Sex Museum antes de volver a casa.
Hoy es nuestro último día en la capital holandesa, así que nos levantamos con la calma a las 9,30h. Hoy nos despedimos de esta increíble ciudad y hemos pensado hacer un tour por los canales de Amsterdam y visitar el Sex Museum antes de volver a casa. De modo que tras envolvernos en varias capas de ropa ya que hoy el día es más frío y gris que los anteriores, hacemos el check-out del hotel. La verdad es que hemos estado súper cómodos en el WestCord City Centre Hotel. Alojamiento muy confortable y céntrico. Además nos guardan las maletas hasta mediodía ya que nuestro vuelo no sale hasta la tarde de forma gratuita.
Decidimos volver al Starbucks de ayer en la plaza Dam a desayunar (13€) y luego caminamos hasta la estación central de trenes dónde se encuentran los embarcaderos para los tours por los canales de la ciudad. Nos decidimos por el tour que ofrece Gray Lines de 1h (10€ pp) que incluye audio guía en español.
En primer lugar sale hacia el gran lago que hay detrás de la estación central en la que se tiene la sensación de estar en el mar. En esta zona eres consciente de lo «hundida» que está Amsterdam y es que la ciudad está unos 6 metros por debajo del nivel del mar. Vemos algunos edificios con una bonita y moderna arquitectura que contrastan con el centro histórico.
Y poco a poco nos vamos adentrando por los distintos canales del Amstel que conforman la ciudad. Es bien curioso ver la ciudad desde este punto de vista y lo recomiendo encarecidamente.
Podemos disfrutar de la arquitectura y decoración de los puentes más antiguos de la ciudad, de otro ángulo de los grandes edificios, y de la vista de los 15 puentes que ayer vimos desde tierra 🙂


También pasamos por alguna de las muchas esclusas que hay entre los diferentes canales de la ciudad. Algo bien curioso de ver desde esta perspectiva.
Tras la hora a bordo del barco, llegamos al embarcadero junto a la estación central de nuevo. Nos ha gustado muchísimo poder ver hoy la ciudad desde este otro ángulo después de 4 días descubriéndola, sin duda, una bonita forma de despedirnos 🙂

Muy cerca de aquí encontramos el Sex Museum y ya que la ciudad se presta, decidimos entrar. Compramos las entradas (4€) y realizamos una visita de lo más curiosa.
A lo largo de 3 plantas vamos conociendo la historia del sexo en el mundo y en particular en Holanda. Es un lugar de lo más curioso. No permiten hacer fotos, así que no os puedo mostrar nada. Pero si os lo recomiendo.
Sobre las 12h volvemos al hotel a recoger las maletas y luego de vuelta a la estación central para coger el tren al aeropuerto (5,25€ pp). Llegamos a las 13,30h al aeropuerto de Schiphol. Como vamos con tiempo, decidimos comer antes de pasar el control de seguridad. Nos decantamos por el restaurante Per Tutti! dónde tomamos un par de platos de pasta (28€).
Tras la comida, pasamos el control de seguridad sin problemas. No podemos irnos de Amsterdam sin comprar sus conocidas galletas de caramelo 😛 así que compramos un par de cajas (5€). Con nuestros dulces en la maleta, tomamos un café mientras esperamos las 16,20h que empieza el embarque… Supuestamente, porqué nos dan ¡las 17,45h! Y es que resulta que hasta esa hora no se presentó la tripulación de cabina. Estaba el avión preparado pero no había cabin crew… Volamos con KLM y la verdad es que todas las veces que hemos hecho el trayecto Amsterdam-Barcelona con ellos, hemos salido con retraso de allí… exasperante.
El vuelo transcurre tranquilo, la verdad es que vamos más cómodos de lo previsto ya que las azafatas nos pidieron un cambio de asiento al embarcar porque una pareja no había notificado que iban con bebé y tenían los asientos de la salida de emergencia del ala, así que los tenían que cambiar si o si. Y nosotros tenemos más espacio para las piernas gratis 🙂 A mitad de camino nos sirven un té, un zumo y un sándwich con pollo de Kobe. Decimos que es de Kobe porque según la caja son pollos cuidados y mimados como si fueran vacas wagyu 😀 La verdad es que el piscolabis no está nada mal.
Y al fin llegamos a Barcelona a las 19,45h. Cogemos un taxi hasta casa poniendo fin a esta escapada que nos ha gustado mucho y de la que hemos disfrutado un montón. Sin ningún tipo de duda, recomendamos visitar la ciudad y volvemos con el pensamiento que tarde o temprano, repetiremos 😉