21/12/2014 (día 3): conocemos el Convento de Benjihof y la casa de Ana Frank, y callejeamos por los barrios judió, chino, Jordaan y Spui descubriendo fabulosos rincones de Amsterdam.
Un nuevo y frío día amanece en Amsterdam. El plan para hoy es visitar el Convento de Benjihof y la Casa de Ana Frank, y perdernos por los multiculturales barrios de Amsterdam. Nos levantamos sobre las 9h y después de abrigarnos bien salimos a la calle a buscar dónde desayunar. Entramos en un Starbucks que hay en la Plaza Dam dónde nos tomamos un par de capuccino y unos dulces (13€).
Con las pilas cargadas, tomamos el tranvía 14 hasta Spui. Desde allí caminamos hasta el convento que visitamos de pasada con el free tour el primer día en la ciudad y que hoy vamos a verlo con más calma.
El convento de Benjihof fundado en 1346 está formado por un conjunto de casas que albergaban a la hermandad de las beguinas, una hermandad femenina católica laica. Aquí se halla el edificio más antiguo de la ciudad que data de principios del S. XVI, una casa con bonita fachada de madera.
Y también encontramos la Engelse Kerk, construida en el S. XV. Fue la primera iglesia católica construida en el país y lo hicieron de forma clandestina. Pero hoy tampoco podemos entrar porque también están haciendo misa… Así que nos conformamos con recorrer el recinto del convento disfrutando de sus bonitos edificios.
Salimos del recinto y decidimos callejear y perdernos por las calles de Amsterdam. Pasamos frente a un famoso coffee-shop, el Oceans 12. Nos hacía gracia entrar en él pero está cerrado a estas horas…
Seguimos caminando hasta el «puente de los 15 puentes«. ¿Y porqué se le llama así? pues porque desde él se pueden divisar 15 puentes sobre el Herengracht, aunque en realidad la mejor forma de verlos todos es en barco desde el canal. Aún así el lugar es curioso y te hace ser consciente de la cantidad de canales y puentes que tiene esta ciudad, conocida como «la Venecia del norte». Aunque hay otras ciudades como Brujas (de la que tengo pendiente hablaros) que también se conoce así.
El puente se encuentra en la esquina de las calles Reguliersgrach y Herengracht. Cuando subes el puente sobre el Reguliersgracht y quedando de espaldas a la plaza Thorbeckeplein, puedes ver seis puentes de arcos uno tras otro. A mano izquierda hay otros seis puentes seguidos sobre el canal Herengracht, y a mano derecha los otros dos. Dirás, eso suma 14, ¿no? Claro, porque el quince es el puente sobre el que estamos 😉 Dicen que desde el agua puedes ver sus 15 arcos también, mañana lo comprobaremos.
Seguimos caminando hasta llegar al Magere Brug, o puente delgado. Parece ser que en origen, este bonito puente levadizo construido en madera era tan estrecho que resultaba difícil que dos personas pudieran cruzarlo al mismo tiempo. Pero fue substituido por el que actualmente encontramos en 1871 al aumentar el tráfico sobre el río Amstel. Es uno de los que más me gustaron de la ciudad. Desde aquí se puede divisar una de las esclusas de la ciudad.
Seguimos caminando hasta llegar al barrio judío dónde a orillas del canal Nieuwe Keizersgracht, encontramos un pequeño homenaje a las víctimas del holocausto nazi, el Shadow Wall. Se trata de placas con los nombres de judíos asesinados en la ciudad durante la II Guerra Mundial frente a las que fueron sus casas. Sobrecogedor. Es la primera vez que vemos un memorial así y se nos ponen los pelos de punta. Años más tardes tendríamos ocasión de visitar los de Budapest y Viena entre otros.
Seguimos en dirección al centro de la ciudad y llegamos al Nieuwmarkt. Esta plaza está dominada por el edificio conocido como el Waag o Castillo de 7 torres. La que fuera una de las puertas originales de las murallas medievales de la ciudad fue convertida en una casa de pesaje tras el derribo de éstas en el siglo XVII. La plaza se creó cuando los canales de todo el Waag se rellenaron en 1614, y fue utilizado como un mercado (de ahí el nombre). Curiosamente, este lugar fue usado por los nazis como punto de recogida de los judíos que deportaban a campos de concentrados durante la II Guerra Mundial.
Actualmente en la plaza podemos encontrar más de 20 cafeterías y coffee shops. También se celebra un mercado diario, y los domingos durante el verano puedes encontrar también antigüedades. Y para mi alegría, es también el corazón del actual barrio chino de Amsterdam. Ya sabéis que Asia y su cultura me tiran y mucho, y no podíamos dejar de descubrir esta parte de la ciudad 😛
Callejeando por el barrio encontramos un templo budista al que no podemos resistirnos a entrar 😀 Situado en el 116-118 de la calle Zeedijk, está el templo budista de Guan Yin el primer templo de culto budista instaurado en Europa. Sus obras terminaron en el año 2000 y está dedicado a Guan Yin, la forma de Buda a la que los japoneses conocen como Kannon y los hindúes como Bodhisattva. Este Buda es también conocido como dios de la misericordia. La entrada es gratuita y yo disfruto un montón de poder acceder a él.
Compramos unas barritas de incienso (1€) para poder hacer unas oraciones frente a Guan Yin, y un libro con enseñanzas budistas (3€) para poder aprender un poquito más sobre esta religión y de paso practicar el inglés 😉
Tras pasar un rato de lo más agradable aquí, proseguimos con el paseo hacia el Barrio Rojo y la Oedekerk. Desde los puentes cercanos a la antigua iglesia, se divisa la estación central.
En esta zona tomamos el tranvía 17 hasta Westerkerk, la iglesia protestante más grande de Amsterdam que acoge los restos de Rembrandt. Aunque sólo la vemos por fuera.
Seguimos recorriendo calles bordeadas de canales y puentes. Es mediodía y empieza a apretar el hambre después de toda la mañana caminando. Entramos en un restaurante italiano llamado Venezia del Nord en la que tomamos una lasaña deliciosa. Después, seguimos con el paseo. Compramos un pack de 4 imanes (10€) en una tienda de souvenirs para regalar a los nuestros. Y nos dirigimos hacia la casa de Ana Frank. Como os explicaba en los preparativos, también para esta casa-museo compramos las entradas online con antelación, evitando las largas colas que se forman en las taquillas.
Debido al régimen anti judío establecido por Hitler, la familia Frank intentó protegerse escondiéndose en la parte trasera del edificio donde el padre de Ana tenía el almacén de su negocio. Poco tiempo después, se unieron a ellos cuatro personas más. Pudieron permanecer ocultos algo más de dos años, pero alguien les delató y fueron enviados a campos de concentración. Tan sólo sobrevivió Otto Frank, el padre de Ana. La historia de Ana Frank y su familia es conocida mundialmente gracias al diario que la pequeña escribió durante aquellos años, y que su padre publicó años después de su liberación.
Escogimos la entrada con visita guiada para poder aprender un poquito más sobre la familia Frank y las implicaciones del holocausto nazi en Holanda. A lo largo del recorrido por la casa, te van mostrando objetos que guardan de la familia. Así como el almacén y los despachos de los trabajadores de Otto que les ayudaron durante su encierro, y las habitaciones donde vivieron las ocho personas escondidas. Salimos dos horas después con el corazón encogido por las barbaries del régimen nazi sobre el pueblo judío. Como os dije, aunque hemos visitado diferentes museos, memoriales y hasta un campo de concentración, es algo que no deja de impactarme muchísimo. ¿¡Hasta dónde puede llegar la maldad del ser humano!? No permiten fotografiar el interior de la casa, pero os dejo algunas del barrio 🙂
Cogemos el tranvía 13 que nos deja cerca del hotel. Vamos a descansar un poco y a entrar en calor que hace un frío que pela en la calle y llevamos todo el día a la intemperie caminando. Aprovechamos para dejar las maletas listas ya que mañana acaban nuestros días por esta fabulosa ciudad que tanto nos está encantando.
Sobre las 19h salimos a cenar. En Foursquare recomendaban el restaurante Fogata en las cercanías del hotel y decidimos probar su parrilla de carne y verduras que está deliciosa.
Tras la cena, volvemos al hotel y después de una buena ducha nos vamos a dormir con la sensación de haber disfrutado y aprendido mucho sobre la historia hoy.