15/11/2018 (día 0): partimos hacia un nuevo destino en Europa y comenzamos a descubrir Lisboa de la mano de Sandemans
Nuestro vuelo sale temprano así que a las 4,30h ya estamos en pie. Acabamos de hacer las maletas y salimos hacia el aeropuerto en taxi (30€). Pasamos el control de seguridad sin problemas, y mientras pasan los 40 minutos que faltan para embarcar, desayunamos en la T1 del Aeropuerto del Prat. Estamos emocionados y es que hoy partimos hacia un nuevo destino: ¡Lisboa!
Como os expliqué en los preparativos, volamos con Vueling. Salimos puntuales a las 7h y pasamos el vuelo durmiendo. Después del madrugón estamos ko. Tras 2h de trayecto, llegamos a la T1 del Aeropuerto de Lisboa y retrasamos los relojes ya que aquí hay 1h menos respecto a España. No hemos facturado, así que rápidamente salimos siguiendo las indicaciones hacia el metro. Compramos en las máquinas dos tarjetas prepago 7 colinas o Viva Viagem (0,5€ cada una). Permite ir recargándola durante 1 año. Nosotros le ponemos un bono diario a cada una (6,15€).
Cogemos la línea roja hasta Sao Sebastian dónde hacemos transbordo a la línea azul hasta Restauradores. Salimos a la calle y hacemos el canelo al no coger el elevador da Glória que comenzó a funcionar en 1885. Y lo digo porque nos hubiera facilitado 400m de subida por pensar que no teníamos subirla entera… Pero bueno, suerte que las maletas son pequeñas y apenas pesan.
En 5 minutos a pie, llegamos al apartamento Chiado Mercy que tenemos reservado. De camino aquí me ha escrito el responsable del alojamiento facilitándome el código de acceso al edificio. Nos ha pedido que lo esperemos en el apartamento ya que vendrá sobre las 10,30h para hacer el checkin. El apartamento está genial, súper céntrico, bien equipado y muy cuco.
Nos han dejado agua, fruta y café para la estancia. Almorzamos mientras esperamos al responsable. Una vez viene el chico nos explica 4 trucos, nos da información sobre la salida y le pagamos la estancia.
Son las 10,55h cuándo se va, y nosotros salimos pitando hacia la Plaza Luis Camoes que tenemos a 3 minutos, y desde dónde sale el free tour en español de Sandemans.
Nuestro guía es Vlado, un argentino de nuestra edad que tras vivir en varias ciudades europeas, lleva 5 años en la capital portuguesa. El grupo no es muy grande, somos unas 10 personas (madrileños, vallisoletanos, sevillanos, argentinos aposentados en el país vasco y una uruguaya). Durante 3h recorremos el centro de Lisboa mientras aprendemos muchísimo sobre su historia, su cultura, su gente y su gastronomía gracias a las explicaciones de Vlado.
Empezamos por la plaza dónde estamos, la de Luis Camões. Coloquialmente conocida por Ancho de Camões, y dedicada a Os Lusíadas. Considerada una de las mejores epopeyas en verso del Renacimiento escrita por el maestro literario Luís de Camões, publicada en 1572. Esta céntrica plaza del barrio de Chiado es un barrio elegante y bohemio. Conocido como el «Montmartre» lusitano por representar la Lisboa alternativa.
Caminamos unos 100m hasta llegar a la tranquila plaza Largo de Sao Carlos. Encontramos la casa dónde nació Bessoa y una peculiar estatua del escritor. Y el Teatro Nacional de San Carlos, construido en 1792 y reconstruido por la Reina maría I tras el terremoto de 1755. Actualmente alberga el Teatro Nacional y la ópera de Lisboa.
Lisboa, ciudad portuaria y puerto de entrada a Europa, ha sido a lo largo de su historia una ciudad rica y abierta al mundo. Pero tras el gran terremoto de 1755, la ciudad tuvo que ser reconstruida por completo. Se considera la primera catástrofe natural europea que fue documentada, y en ella fallecieron alrededor de 100.000 personas.
Continuamos caminando hasta la calle Largo do Carmo dónde encontramos el Convento do Carmo. Fundado en 1389 contaba con la mayor iglesia gótica de la ciudad, pero quedó en ruinas tras el terremoto de 1755. Hoy es uno de los principales vestigios del desastre que asoló la capital portuguesa, dado que fue uno de los pocos que quedó en pie. Actualmente, alberga el Museu Arqueológico do Carmo. La verdad es que visto desde fuera el lugar promete, y seguro volveremos en otro momento a visitar su interior. Desde aquí intuimos que le faltan los techos…
Justo al lado tenemos la parte intermedia del Elevador de Santa Justa. Dicen que subir en un elevador es, al igual que montar en tranvía, una de las experiencias lisboetas que no se pueden perder. Este elevador con 45 metros de altura (conocido, en su origen, como Elevador do Carmo). Construido en 1902 con un estilo neogótico, este elevador (que en realidad es un ascensor) conecta los barrios de la Baixa con Chiado.
Las colas para subir son eternas siempre -de hecho desistimos a subir-. Pero desde al lado del Convento, puedes acceder a una pasarela que muestra unas bonitas vistas de toda la ciudad. Con una panorámica del Tajo, de toda la Baixa, de las Plaza del Rossio y del Comercio y, del Castillo de San Jorge. Aquí también hay una cafetería para poder tomar algo mientras disfrutas de la panorámica. Os dejo un enlace con más información por si queréis subir 😉
Tras admirar las vistas, bajamos hacia la Baixa y su plaza del Rossio. Oficialmente llamada plaza de Pedro IV pero coloquialmente conocida por su antiguo nombre (Rossio). Se trata del centro neurálgico de la ciudad. Alberga grandes edificios como el Teatro Nacional de Doña María II y la principal estación de tren de Lisboa, la Estación de Rossio, con varias líneas de tren y metro.
Recorremos las calles de la Baixa mientras descubrimos un barrio elegante y entramos a la Igreja de São Domingos. Una iglesia de lo más peculiar con un pasado bastante oscuro. De entrada gratuita, esta fue una de las iglesias más grandes de Lisboa durante siglos. Construida en el siglo XIII y reformada íntegramente por el Rey Manuel I. A lo largo de su historia ha vivido los actos de fe y las condenas de la Santa Inquisición. Una gran matanza de la población judía a primeros de 1500. Quedó prácticamente destruida como consecuencia del maremoto originado por el gran terremoto de 1755, y para rematar, sufrió un gran incendio en 1959.
La iglesia ardió durante 6 horas seguidas hasta que pudieron apagar las llamas, calcinando sus estatuas, techos y paredes. Para poder abrirla al público hubo que rehabilitar techos y muros pero mantuvieron el aspecto sobrecogedor que muestra, como recuerdo de sus «desgracias».
Las imágenes medio fundidas y las paredes calcinadas crean un clima lúgubre pero cautivador. Cuesta dejar de mirar hacia todas partes y observar el estado del lugar. Creo que pocas iglesias tan «ruinosas» podrás visitar…
Seguimos recorriendo la Baixa en dirección al Tajo, y hacemos parada en un bar a tomar algo. Pedimos una cola y dos pasteles de Belém por 4,90€. ¡Madre mía qué delicia!
Seguimos caminando por la calle peatonal Rua Augusta hasta llegar al Arco de Triunfo, de estilo barroco con el mismo nombre. Diseñado por el arquitecto Santos de Carvalho para celebrar la reconstrucción de la ciudad después del gran terremoto en 1873. Cuenta con estatuas que representan, entre otros, a grandes personajes lusitanos como Vasco de Gama y el Marqués de Pombal.
Atravesando el Arco, nos adentramos en la Plaza del Comercio. Antigua puerta de entrada por mar a Lisboa. Es la más espectacular de Lisboa, y fue construida a los pies del Palacio Real antes de ser destruido por el terremoto de 1755.
La fisionomía de la Plaza del Comercio se compone de un conjunto de edificios porticados en tres de sus lados y abierta en el lado sur, mirando al Tajo. En el centro de la plaza encontramos una escultura ecuestre de José I. Rey portugués durante el terremoto de Lisboa que data de 1775. La verdad es el que aspecto de la plaza me recuerda muchísimo a la Plaza San Marcos de Venecia en la que estuvimos hace unos años (y que tengo pendiente explicaros).
A las 14.30h y tras muchísimas explicaciones por parte de Vla, finaliza el free tour. Como sabéis, el concepto de free tour de Sandemans es que pagas al guía lo que crees que se ha ganado. Nosotros le pagamos 20€ por los dos (que es lo que solemos dar en este tipo de free tour) y nos despedimos de él. Nos ha gustado muchísimo el tour con él y lo recomendamos.
Caminamos de vuelta a Chiado y como es tarde y estamos hambrientos. Cogemos un par de menús en el McDonalds que nos llevamos al apartamento (12€), y nos los tomamos allí cumpliendo con nuestra tradición viajera de «McDonalds por el mundo«.
Con la panza llena, nos echamos una merecida siesta. Al anochecer salimos a dar una vuelta y recorremos de nuevo las calles de Chiado y Baixa hasta la Plaza del Comercio. Aquí nos sentamos un rato a escuchar a un chico tocando la guitarra a orillas del Tajo. Cabe decir que el arco es mucho más bonito iluminado en la noche…
Estamos agotados tras días de mucho trabajo y el madrugón de hoy. Así que decidimos coger un par de tranvías que nos acercan al apartamento y disfrutar de una de las experiencias más auténticas de Lisboa.
Como os decía estamos ko, así que pasamos por un súper a comprar unas pizzas y algo para desayunar mañana por 10€. Nos las tomamos tranquilamente en el apartamento. Mañana ya descubriremos la gastronomía lusitana. Tras la cena, una buena ducha y a ¡dormir!