23/07/2016 (día 7): como colofón a este viaje que recordaremos siempre, visitamos Puerto del Carmen antes de volver a casa.
Hoy es nuestro último día en esta fabulosa isla. Sin duda, ha sido un viaje genial que recordaremos siempre. Pero nuestro vuelo no sale hasta la tarde y vamos a aprovechar para visitar Puerto del Carmen antes de volver a casa.
Ayer nos fuimos a la cama pronto y a las 8,45h ya no podemos dormir más, así que nos levantamos y vamos a desayunar. Acabamos de hacer las maletas y nos sentamos un ratito en la terraza de la habitación a tomar el fresco. Sobre las 11h hacemos el check-out, cargamos el coche con las maletas y nos ponemos en marcha.
Puerto del Carmen es una de las localidades con mayor ocio de la isla. Aparcamos sin demasiados problemas y paseamos un buen rato por su largo paseo marítimo.
Nos tomamos unos refrescos y me compro un reloj. Mi autoregalo de cumple de este año y para el que faltan muy pocos días. Ésta es una sana costumbre que tengo desde mi mayoría de edad. Cada año para mi cumpleaños, me hago un autoregalo 🙂
Aunque las playas tienen una pinta estupenda, decidimos no ir. No nos podríamos duchar después y sería un poco incómodo estar 3h en un avión con arena en el cuerpo… Nos conformamos con verla desde el Paseo Marítimo.
Sobre las 13h volvemos al coche y ponemos rumbo al aeropuerto. Paramos de camino a repostar ya que hay que devolverlo con el depósito lleno. Al llegar al aeropuerto de Arrecife, dejamos el coche sin problemas en las oficinas de AutoReisen. Toda una comodidad poder recoger y entregar el coche en el mismo aeropuerto.
Una vez hecha la devolución, nos dirigimos a la zona de facturación. Vaya ojo tenemos, ¡la maleta pesa 15kg clavaos! 🙂 Pasamos el control de seguridad sin problemas y vamos a comer. Nos tomamos unas hamburguesas deliciosas con unos nachos, acompañadas por un refresco y una birra por 24€.
Pasamos por las tiendas del dutty free y arrasamos con 2 botellas de ron miel, 4 cartones de tabaco para mi hermana, y unos cactus. Que si lo sumamos al reloj, a las dos botellas de vino, al licor de cactus, la planta de Aloe Vera y los otros cactus que llevamos facturados, ¡no sé si nos dejaran salir del aeropuerto de Barcelona!
Tras las compras, tomamos un café mientras hacemos tiempo para que salga el vuelo. A las 16,25h anuncian la puerta de embarque y 10 minutos después subimos a bordo. El vuelo de Ryanair sale puntual.
Esta vez el viaje es un poco más tranquilo (dentro de lo posible teniendo en cuenta que el avión va lleno de niños pequeños). Las casi 3h de vuelo se nos hacen eternas, tenemos sueño pero no conseguimos dormirnos. Nos ha tocado ventanilla, así que podemos disfrutar de las vistas desde el aire de Lanzarote. Esta isla nos ha enamorado y nos vamos de ella con pesar…
Cuando llegamos a Barcelona nos sorprende que llega una patrulla de la Guardia Civil junto al avión y suben dos guardias a bordo. Van directos a la cabina a hablar con el piloto. Como os podéis imaginar, la cara de alucine de todos los pasajeros es considerable. Cuando la patrulla da el visto y bueno, comienza el desembarque. Justo cuando salgo del avión, veo como retienen a un hombre que iba sentado un par de filas delante mío. No tengo ni idea del motivo, pero lo vi empinando el codo con frecuencia durante el viaje (llevaba una botella dentro de una bolsa del Dutty Free). Y supongo que debió tener un comportamiento incorrecto…
Nosotros desembarcamos sin problema aunque mi marido hace la coña de que seguro que la patrulla venía a por nosotros por todo lo que llevamos en la maleta 😛
Recogemos el equipaje y cogemos un taxi que nos lleva de vuelta a casa, poniendo fin a estos 6 días de relax, desconexión y diversión 🙂 ¡Sin duda Lanzarote ha sido todo un descubrimiento! Se ha convertido en uno de nuestros mejores viajes y la ¡recomendamos con los ojos cerrados!