Los badlands o Esterregalls d’All, excursión en familia en la Cerdanya.
Los Badlands o Esterregalls d’All son un paisaje único y espectacular ubicado en el municipio de All, en la Cerdanya, una comarca de los Pirineos catalanes. Estas formaciones geológicas se conocen como bandlands por sus características áridas y erosionadas, que crean un paisaje de aspecto lunar con barrancos, cárcavas y laderas desnudas. Como dato curioso, el término esterregalls proviene del catalán y hace referencia a terrenos empinados y erosionados. Lo que encaja perfectamente con la apariencia de esta área. Los que nos conocéis, ya sabéis que esta comarca pirenaica es una de nuestras favoritas. Siempre que venimos, tratamos de hacer alguna excursión diferente, tanto en la Cerdanya francesa como en la catalana. Y este lugar, nos dejó sin palabras a los tres. ¿Te vienes de excursión con nosotros? 😉
Información útil
Los badlands de esta zona se crearon como resultado de un proceso de erosión intenso causado por el viento y el agua. Esta zona está formada principalmente por materiales arcillosos y sedimentarios. Lo que facilita la acción erosiva de los elementos, especialmente de las capas más superficiales del terreno. Aunque a primera vista los badlands puedan parecer terreno desértico, en realidad albergan una biodiversidad única. Con flora adaptada a suelos pobres en nutrientes y fauna que aprovecha esas condiciones extremas. La belleza del lugar, radica en los contrastes de colores que ofrece el terreno y las formaciones que parece que salen de otro planeta. Esto hace que sea un lugar precioso que visitar y fotografiar, ¡te faltarán ojos!
Este lugar es bastante desconocido a pesar de su belleza. Por ello, es muy fácil aparcar muy cerca. Esterregalls d’All está muy cerquita de este pequeño pueblo ceretano. Fácilmente accesible por la N-260, el eje pirenaico desde Puigcerdà o Bellver de Cerdanya. Deberás coger el Camino Mas del Revetllat y a pocos metros, encontrarás el aparcamiento gratuito. Está bien indicado en Google Maps, te dejo la ubicación exacta.
Cómo llegar
Esta excursión se puede hacer en cualquier época del año, aunque recomendamos primavera u otoño. Hay zonas sin sombras y en verano, puedes llegar a pasar mucho calor. Recuerda llevar agua, algo de comida, ropa cómoda y calzado adecuado. El terreno es algo resbaladizo, sobretodo si ha llovido recientemente. Y no te olvides el protector solar y el repelente de mosquitos, hay una zona que cruza un riachuelo y se concentran.
⚠️ Y sobretodo, recuerda que estás en la naturaleza, por lo que lleva tu basura contigo y respeta el entorno ♻️ No salgas del perímetro indicado en la zona de badlands para no dañarlas. Es un entorno único, cuidémoslo 💚
Nuestra ruta en familia por Esterregalls d’All
Nosotros hicimos esta excursión en junio de 2024, aprovechando un finde en familia en Bellver de Cerdanya. Hicimos una ruta circular sencillita con muy poco desnivel, apta para nuestro peque de 4 años. Y debo decir, que pasamos mucho calor. Así que recomiendo hacerla o bien en primavera, o cuando comienza a refrescar en otoño.
Aparcamos en el parking indicado en Google Maps. Nos calzamos las botas, cargamos las mochilas y nos protegimos del sol y de los insectos. Y comenzamos a caminar. Hacía poco que había llovido, así que uno que todos sabemos, se lo pasó en grande chafando barro y saltando algunos pocos charcos que quedaban 😛
Al comienzo del camino, encontramos un cartel informativo sobre el origen de los badlands y el itinerario de la ruta circular que haremos. Como podéis ver a continuación, hay 3 miradores (indicados en verde) hacia los esterregalls. Nosotros comenzaremos la visita por el de la izquierda, y acabaremos en el de la derecha del cartel.
Comenzamos a caminar bajo el sol. Pasado un gran prado, seguimos el sendero que está indicado que se adentra en una zona boscosa. Y cruzamos un pequeño riachuelo por un pequeño puente de madera.
Nos adentramos en un pequeño tramo de bosque de pinos. Está precioso y huele de maravilla 🙂 En otoño, debe ser un espectáculo con esos colores rojizos tan característicos de la temporada.
Comenzamos a ascender por una escalera algo empinada. El camino está bien indicado con la marca amarilla que podéis ver en el árbol central de la foto anterior. Y conforme vas cogiendo altura, hay una pequeña cuerda para sujetarse y evitar caídas. Aún así, nuestro peque es algo cabrilla, y en este tramo lo llevamos de la mano. Continuamos subiendo unos metros más hasta llegar a banco con unas vistas espectaculares. Tanto hacia el Cadí como hacia los Esterregalls.
Nos sentamos en el banco aprovechando la sombra que hay y hacemos una pequeña pausa. Almorzamos un poco con estas vistas tan geniales y nos hidratamos bien. Y luego, nos acercamos a la barandilla del primer mirador. Aunque habíamos visto algunas fotos, nos quedamos sin palabras, ¡son preciosos!
Bordeamos la zona de los badlands hasta el segundo mirador. Aquí encontramos un cartel informativo que explica que esta zona conocida como la Fosa Cerdanya se creó hace 20 millones de años. Y luego entramos de nuevo en el bosque para dirigirnos al último mirador. La verdad es que aunque hemos venido pronto y no son ni las 11h, hace un calor tremendo ya.
Cuando llegamos a arriba, la vista es aún mejor. También está delimitada con una valla de madera para evitar el paso y que los esterregalls se dañen. Con gran contenido en minerales, ha despertado el interés de muchas civilizaciones a lo largo de los años. Llegando a ser una de las principales minas de oro del Imperio Romano.
El paisaje parece sacado de otro mundo. Es impresionante, la vista se pierde entre esas espectaculares formaciones arcillosas. Y puedes ver las marcas del paso del tiempo, con las distintas capas de sedimento.
Tras la vista espectacular de este último mirador, comenzamos a bajar para terminar la ruta circular. No sin antes, echar un vistazo al frente, hacia las montañas que tenemos delante, que tanto nos gustan.
Tras unos minutos de descenso bajo un sol abrasador, llegamos al punto dónde comenzamos frente al prado del principio. Acabamos de bajar, y cruzamos de nuevo la gran explanada que hay frente al aparcamiento.
Es solo media mañana pero estamos muertos de calor. Suerte que llevamos varias botellas de agua encima, porque las hemos necesitado. Al llegar al coche, nos cambiamos de ropa para estar más frescos. Y regresamos a la casa dónde nos alojamos en Bellver.
Sin duda, ha sido todo un acierto acercarnos hasta los esterregalls d’All. Esta excursión tan sencilla pero llena de belleza, nos ha dejado más enamorados si cabe de esta comarca del Pirineo catalán 🙂
Y tú, después de leernos, ¿te animas a conocerla?
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