28/09/2014 (día 13): seguimos descubriendo Bali. Visitamos el Palacio de Justicia, los templos Goa Gajah, Goa Lawah, Kerta Gosa, el templo madre Pura Besakih y un mercado local
Nuevo día en Bali en el que visitaremos el Palacio de Justicia y el Pura Besakih entre otros. Nos levantamos la mar de descansados después de pasar la noche en esta fantástica cama XXL. Nos vestimos y salimos a desayunar. Nuevamente, cogemos el de estilo occidental y nos deleitan con un desayuno abundante y delicioso como el de ayer 🙂
Tras el desayuno, cogemos la mochila de la habitación, nos embadurnamos de repelente y protector solar, y salimos al hall dónde nos espera Dewa, nuestro guía en Bali.
En la mochila llevamos algunos los gadgets de la cámara., repelente de mosquitos (hay riesgo de malaria y dengue en la isla) y protector solar 50+ ya que estamos en el trópico y el sol aquí pega de lo lindo. Toallitas húmedas para poder lavarnos las manos y refrescarnos si es necesario, pañuelos de papel (no hay papel en ningún WC), fotocopia de los pasaportes (los originales están en la caja fuerte del hotel) y algo de botiquín básico. No llevamos agua ya que en el tour nos entran botellines de agua frescos que lleva el guía en una nevera en el maletero.
Tenemos un nuevo día por delante en el que conoceremos un poco más de la isla. Os dejo una imagen de Google Maps con el recorrido de hoy.
Tras unos minutos en coche llegamos al primer punto, el templo de Goa Gajah. Más conocido como la cueva del elefante. Compramos la entrada (15.000 rupias pp + 2.000 de parking), nos ponemos un sarong que nos prestan y nos adentramos en el templo.
Dewa nos explica que éste es un templo público construido en el siglo XI que constituye un importante centro de meditación para los sacerdotes procedentes de otros templos. Está construido en medio de la selva balinesa, lo cual le da un entorno genial. Bajamos unas escaleras de piedra que conducen al templo. Nada más llegar a la entrada del recinto, nos topamos con un montón de piedras, son restos del templo.
Aquí vemos mucha gente limpiando, «vistiendo» las figuras y preparando cosas para la próxima festividad del templo. Por un lado me gusta porqué así conocemos un poquito más su cultura pero por otro me gustaría poder disfrutar de la festividad de alguno, debe ser bien bonito 🙂
Este templo también tiene una piscina de agua sagrada y el guía nos invita a bajar hasta ella para tocar el agua. Se dice que tiene finalidades terapéuticas. Sería algo así como el agua de Lourdes en Francia.
Y al fin llegamos a la zona que da nombre al templo. La entrada de la cueva está constituida por un enorme elefante tallado en la roca, cuya boca da paso a la cueva.
En el interior se encuentra una escultura de Ganesha (dios de la ciencia) con aspecto de elefante. Hay muchísimas ofrendas que han dejado los fieles.
Aquí también vemos una escultura con los tres grandes dioses del hinduismo: Brahmá (dios creador), Vishnu (dios preservador) y Shiva (dios destructor). Entre los tres se consigue el equilibrio necesario para la vida. Y aquí encontramos muchas más ofrendas.
Nos fijamos que la cueva fue excavada a golpe de pico, aún se pueden apreciar las marcas en las paredes y techos. Dewa nos dice que en el interior de la cueva hay 25ºC todo el año, sea la estación que sea y haga el tiempo que haga en el exterior.
Tras visitar la cueva, salimos y damos un paseo por el recinto del templo para ver el resto de pabellones que lo conforman. En uno de ellos hay un grupo de mujeres haciendo figuras con pasta de arroz. Nos invitan a acercarnos para ver cómo lo hacen y me piden una foto con ellas, ¡qué majas!
Y en otro de los pabellones, están los hombres cortando troncos de bambú hasta hacer tiras pequeñas con las que luego construirán las cestitas para las ofrendas que preparan las mujeres.
Dewa nos explica que la festividad del templo de su localidad también se celebrará pronto también y que los días que tiene fiesta en el trabajo, va a ayudar a hacer esa misma tarea. Me llama la atención que estén separados por sexos… Ésta vez es mi marido quién se echa la foto con ellos.
Este templo nos ha gustado mucho, así que lo recomendamos encarecidamente a futuros viajeros. Tras la vista, volvemos al coche y esta vez tardamos un poco más en llegar al siguiente punto, el templo de Goa Lawah o cueva del murciélago. Aparcamos junto a un mercado de verduras y cruzamos la carretera para acceder al templo. De nuevo, pagamos 15.000 rupias cada uno + 2.000 de parking y éste también incluye un sarong para la visita. Y cuál es nuestra sorpresa al entrar cuando vemos que ¡están celebrando la festividad del templo!
Hay muchísimos fieles, todos vestidos de gala y el templo está muy decorado. ¡Ésto si que ha sido una grata sorpresa! Dewa nos dice que aunque no podremos ver bien el templo porqué hay que respetar las oraciones, nos podremos quedar el tiempo que queramos para ver la festividad. ¡Mola! Buscamos una sombra porqué aunque es temprano, hace mucho calor ya, y disfrutamos de las vistas del templo y de su gente.
Dewa nos explica en qué consiste cada una de las partes de las oraciones y cómo es una celebración hinduísta. Nos cuenta que una celebración por la festividad del templo puede durar horas y todo ese tiempo los fieles lo pasan arrodillados. Aprendemos muchísimo con él sobre su religión y su cultura, nos gusta. Estamos disfrutando de lo que vemos cuando a nuestro lado se sitúa una pareja de españoles. Vienen de Valencia y es su primer día en Indonesia, nos saludamos y charlamos unos minutos con ellos.
Después, Dewa nos dice que si queremos podemos rodear a los fieles por un lado de forma discreta, y acercarnos un poco más a la cueva situada tras el altar dónde se esconden los murciélagos que dan nombre al templo.
¡Alucinante! No puedo decir más. Volvemos junto a Dewa que se quedó en la sombra charlando con los valencianos y seguimos viendo un poco más la celebración que se lleva a cabo. Estar en una festividad hinduista, será algo que difícilmente volvamos a ver…
Tras un buen rato aquí, Dewa nos propone acabar de ver el templo. Vemos las puertas oficiales del templo, que son realmente bonitas. Esculpidas con todo tipo de detalle. El guía nos muestra que en la puerta principal hay una escultura de un murciélago, ¡nos partimos, es el templo de Batman! 😛
El recinto del templo es muy grande y se nota que todo el mundo está en la celebración porqué el resto lo visitamos prácticamente a solas.
Le preguntamos a Dewa porqué las ofrendas tienen comida, bebidas, billetes o hasta ¡colillas! Y él nos explica que las ofrendas no siempre son para los dioses si no que a veces las ponen para el espíritu de aquellas personas que han perdido. Así que siempre hay algo de la comida que ellos vayan a comer durante el día, algo de dinero para atraer su suerte y flores o semillas para que den buen olor. Y luego añaden cosas que saben que le gustaba a esa persona. Por ejemplo si le gustaban los chicles, pues en su ofrenda le pondrán un paquete de chicles, o si le gustaba fumar, pondrán colillas o hasta un paquete de tabaco. Dice que podemos encontrar casi de todo en las ofrendas.
El siguiente punto del tour es visitar un saladero de pescado pero la verdad es que no nos interesa demasiado el tema y la entrada es cara, así que nos enseña una playa que hay cercana. Vemos que tienen el dios de los pescadores junto a la playa y algunas embarcaciones de pescadores.
Nos dice que tenemos suerte de ver las embarcaciones en la playa ya que los pescadores de la zona no han salido a faenar hoy por la festividad del templo Goa Lawah.
Volvemos al coche y nos dirigimos al siguiente punto, la ciudad que acogió el antiguo Palacio de Justicia Klungkung y dónde se encuentra el Kertha Gosa, la antigua Corte de Justicia. No hay parking en el recinto, así que aparcamos en la calle de al lado y mientras nos dirigimos al palacio vemos un par de bonitos monumentos que hay en los alrededores. El guía nos dijo que estaban dedicados a las víctimas de la última gran guerra balinesa, la reconquista de la isla a los holandeses.
Pagamos 12.000 rupias cada uno (incluye sarong) para entrar al recinto del antiguo Palacio de Justicia y al museo. Oficialmente llamando Puri Agung Semarapura, es un complejo histórico situado en la capital de la región de Klungkung. El palacio fue construido a finales del siglo 17, y destruido en gran parte durante la conquista colonial holandesa en 1908. Hoy en día los restos que quedan del palacio original son la Corte de Justicia o pabellón Kertha Gosa, y la puerta principal que data de 1622. Dentro del recinto podemos ver también el pabellón flotante Bale Kembang rodeado de un gran estanque lleno de lotos y nenúfares.
Recorremos un camino que hay junto al estanque a la sombra de árboles de Camboya que huelen de maravilla. No sé qué temperatura hay hoy pero hace un calor tremendo…
El Bale Kembang está rodeado de andamios de bambú ya que lo están reconstruyendo. Seguimos el camino hasta llegar a un gran patio dónde se encuentra la puerta principal del recinto que se conserva de origen.
Y junto a ella está el edificio Kertha Gosa, hoy convertido en museo dónde muestran algunos objetos de la época colonial. El edificio debió sufrir alguna modificación en aquella época porqué tiene un estilo europeo que no se parece en nada a los edificios típicos balineses. Junto a la entrada del museo hay unos instrumentos antiguos.
Entramos al edificio y aquí si se está a gusto… ¡qué fresquito más bueno! Recorremos las distintas salas del edificio y vemos diferentes objetos, desde armas a ropas, muebles, sellos, periódicos de la época colonial, monedas… Lo que más nos llama la atención es el sello real, un periódico que data de 1908, un telar, vasijas y monedas, también de primeros de 1900. Algunas monedas tenían escritura sánscrita, ¡una pasada! También encontramos una maqueta que muestra cómo era en origen el recinto. Nada que ver con lo que se puede visitar hoy en día…
Pasamos un buen rato disfrutando de los distintos objetos que muestra el museo. Desde aquí además, hay unas bonitas vistas de los jardines del Palacio.
Tras esta visita que ha resultado de lo más educativa, volvemos al coche y nos dirigimos al último punto del tour de la mañana. Vamos a visitar el templo más grande y más sagrado de Bali el Pura Besakih. Tenemos un buen trecho de coche ya que el templo se encuentra en la ladera del sagrado Monte Agung.
Mientras ascendemos, Dewa nos explica que este estratovolcán influencia el clima de la isla… nos cuenta que el oeste de Bali es más verde y frondoso porque las nubes vienen del oeste del Agung y éste coge su agua. Mientras que el este de la isla es más seco y desértico ya que no recibe agua del volcán. Además, nos cuenta que los balineses creen que el monte Agung es una réplica del monte Meru (el sagrado monte dónde Shiva tiene su morada) y de hecho hay una leyenda que dice que la montaña es un fragmento del Meru traído a Bali por los primeros hindúes de la isla…
A mitad de camino, Dewa para el coche en el arcén de la carretera dónde hay un par de puestos de fruta. Ha visto una fruta que le encanta a su mujer y nos dice que para un momento para comprarle. Aprovechamos para bajar del coche y estirar un poco las piernas. La mujer del puesto al vernos, nos da a probar la fruta. Es el famoso durián, también conocido como la «fruta del árbol» (si, estos balineses no se rompen mucho la cabeza para poner nombres…). El guía nos explica que es el fruto del árbol del pan y que puede pesar hasta 6kg. Por lo visto es muy rica en proteínas y su textura y sabor me recuerda un poco a la piña, aunque es mucho más dulce. Aunque sabe súper bien, a algunas personas les desagrada su olor y algunos, la han bautizado como la fruta apestosa.
Compramos una bolsa para llevarnos (5.000 rupias) y Dewa le compra dos o tres a su mujer. Volvemos al coche y proseguimos con la ruta. Se nota que ascendemos la montaña porqué la carretera es muy empinada y con curvas muy cerradas. El paisaje es espectacular por eso, pasamos cerca de campos de arroz, plantaciones de café, de tabaco y de bananas.
Al fin, llegamos al aparcamiento del templo madre. Pagamos 15.000 rupias por persona, nos colocamos los sarong que lleva el guía y nos dirigimos hacia la entrada. Desde aquí ya vemos que este sitio nos va a gustar… el Pura Besakih está conformado por 22 sub-templos y al fondo, si no fuera por las nubes que cubren una parte, podríamos disfrutar de la vista del volcán Agung…
Junto al camino que lleva al templo, hay varios puestos de souvenirs, comida, bebida… y conforme nos vamos acercando al templo, éste nos va pareciendo cada vez más impresionante. La gran escalinata da acceso al principal de los 22 templos que componen Besakih.
El Pura Penataran Agung es un gran santuario con diferentes áreas que representan las siete capas del universo. Dewa nos dice que solo pueden acceder a él por la escalera principal los fieles que van a rezar, así que como no tenemos intenciones de ir a ello, nos toca subir por una escalera lateral en la que huele de maravilla grancias a los árboles de Camboya que hay 🙂
Nuevamente nos sorprende lo trabajados que están los templos hinduistas… Cuidando cada detalle en sus esculturas, sus grabados y en este templo además, el decorado. Entre las flores de Camboya que huelen a las mil maravillas y los inciensos del templo, crea un ambiente muy acogedor… Bali en general, huele muy bien.
Al llegar arriba nos fijamos con detalle en la gran puerta principal y vista de cerca es aún más espectacular… Vemos que la gran explanada de este templo está repleta de fieles orando frente a las estupas que simbolizan a la triada de dioses Brahma, Shiva y Vishnu.
Dewa nos cuenta que entre los 22 templos que conforman el Pura Besakih, hay algunos importantes como el Pura Pangubengan que se encuentra en la parte superior del templo. Tres templos están dedicados a la santísima trinididad hindú. Y cuatro de los templos del complejo reflejan las cuatro formas de Dios mediante los puntos cardinales: Pura Batu Madeg al norte, Pura Kiduling Kreteg en el sur, Pura Gelap en el este y Pura Ulun Kulkul en el oeste. El resto de templos del reciento son de familias que tienen sus templos familiares aquí, y que deben pagar un dineral por ello…
Subimos hacia el templo superior. Antes de llegar, el guía nos explica que aquí se suelen encontrar mujeres locales que intentan venderte estampitas y otros souvenirs del templo y que suelen ser bastante pesadas…. pero merece la pena subir porque las vistas desde aquí de todo el complejo son geniales.
Me hallo yo echando ésta última foto, cuando me asalta una local con el tema de las estampitas… jolín si es que parece que tenga un imán para los pesados… la tía pretende venderme postales con la misma imagen que acabo de fotografiar por 50.000 rupias, ya claro… Dewa nos echa algunas fotos juntos. Tras admirar las vistas del templo desde aquí arriba, vamos bajando entre los templos familiares. Nuevamente me sorprende ver que en algunos, los nombres están escritos en sánscrito. Nos explica que este antiguo idioma lo siguen enseñando a los niños en la escuela para que puedan entender sus sagradas escrituras.
Hay pagodas de piedra, otras de madera cubiertas con «piel de coco»… pero todas ellas bastante altas y muy bonitas. Mirar hacia arriba aquí, es un verdadero placer 🙂
A mitad del camino que conduce a los distintos templos familiares vemos este cartel y Dewa nos explica que son los nombres de los clanes de cada templo familiar que hay en esta zona del Besakih. Por lo visto, todos aquellos que se llamen Damar por ejemplo, pueden contactar con los dueños del templo familiar Ki Arya Damar y pagar una cuota por tener aquí las cenizas de sus familiares.
Tras un par de horas en el templo y recorrerlo de cabo a rabo, decidimos dar por concluida la visita. Son más de las 14h y ¡tenemos hambre! Volvemos al coche. Dewa nos dice que nos va a llevar a un restaurante con muy buenas vistas de la zona y con una sorpresa al final de la comida… ¡Nos tiene intrigados! En media hora llegamos al restaurante Lereng Agung. Entramos y nos explica lo que son los distintos platos que sirven (es tipo buffet también) y nos asignan una mesa. Realmente las vistas son impresionantes. Desde aquí vemos unas bonitas terrazas de arroz y lástima que esté nublado, no podemos disfrutar del volcán que tenemos justo enfrente…
La comida no está mal aunque nuevamente tengo la sensación de seguir comiendo cada día lo mismo. Más picante… Antes de salir a buscar a Dewa pagamos la cuenta (279.000 rupias), lo vemos carillo la verdad para lo que hemos comido. Vemos que Dewa coge trozos de sandía del buffet y nos dice que es para la sorpresa. Nos tiene completamente descolocados, hasta que al salir del restaurante vemos la «sorpresa».
El dueño del restaurante tiene un murciélago en una rama cerca de la entrada. ¡Alucina! Dewa nos da los trozos de sandía y nos dice que se los podemos dar. Sabemos que una mordedura de murciélago puede transmitir la rabia y no es plan de arriesgar en balde. Mi marido coge un palo que encuentra en el suelo y clava la sandía en él para dársela al animal. Nunca habíamos tenido a un murciélago tan cerca y debo decir que nos parece cruel tenerlo expuesto de esa manera. Recordad que preferimos el turismo responsable y creemos que no hace falta que seres vivos sufran por las turistadas.
Volvemos al coche y tras un buen trecho de coche entre campos de arroz y de tabaco, llegamos al último lugar que visitaremos hoy, el mercado nocturno de Gyanar. Nada más entrar al mercado vemos un puesto que venden bolsas llenas de ofrendas y el guía nos explica que es porqué hay gente que no tiene tiempo de hacer sus propias ofrendas, y las compran ya hechas.
En el mercado venden sobretodo comida preparada… desde carnes y pescados a encurtidos y dulces. Nosotros compramos unos dulces que son una especie de masa de arroz (del estilo al mochi japonés) rellenos de banana y cubiertos de coco que están muy ricos (1.000 rupias). Pero vemos de todo. Muchos de los puestos tienen mesas para poder comer, pero las condiciones sanitarias dejan mucho que desear…
El lugar no nos acaba de motivar, así que al poco de llegar le pedimos a Dewa dar por finalizada la visita. Se queda un poco extrañado. Pero le decimos que nos gustaría darnos un bañito al llegar al hotel, así que accede y volvemos al coche para regresar a Ubud.
Llegamos sobre las 17h, de camino le habíamos preguntado si conocía alguna casa de cambio de fiar en Ubud y al llegar a allí, nos deja en la puerta de una que lo es y que está a pocos pasos de nuestro hotel. Le pagamos el tour de hoy, quedamos en la hora de recogida de mañana y nos vamos a cambiar dinero.
Y ahora que volvemos a tener rupias de sobras, volvemos al hotel. Nos colocamos los bañadores y de cabeza a la piscina. Pasamos el resto de la tarde de relax y hablando con los nuestros aprovechando el wifi del hotel. También hoy nos tomamos unos mocktail ¡riquísimos!
Cuando anochece, nos vamos a la habitación. Mañana cambiamos de hotel, así que toca rehacer las maletas. Nos damos una buena ducha y hoy también cenamos en el Tropical View. El mismo restaurante dónde cenamos ayer y que está a 5 minutos andando del hotel. Hoy tomamos unas pizzas, con bebida y postre (160.000 rupias).
Después de cenar, volvemos a la habitación y a dormir que estamos ko.
Cuidado con el durián ya que muchos hoteles prohiben tenerlo en la habitación, ya que el olor que desprende se imprega en la ropa (colcha, cortinas) y cuesta mucho de quitar. En los aviones está totalmente prohibido subirlo. Así que si compráis, consumidlo pronto.
Preciosas las visitas!!
Sobre el zorro volador (supongo que es esa raza xk es la que se que es fructivora y tienen ese aspecto) tranquila, son diurnos. Si si, esos murciélagos fructivoros son diurnos y son los mas grandes. Preciosos. Eso si, otro tema es el que lo tenga de forma que el pobre no pueda volar… 🙁
Un abrazo