Durante el confinamiento descubrí por redes sociales que había un pequeño pueblo en Lleida, llamado Penelles repleto de Street Art. Y como buena lleidatana no me podía perder este lugar de mi tierra. Así que en la primavera del 2021, fuimos a conocer Penelles y su Gar Gar Festival de Murales y de Arte Rural. ¿Te gusta tanto este tipo de arte como a mí? ¿Quieres conocer cómo este pueblo resurgió del peligro de caer en el olvido? ¡Sigue leyendo que te contamos!
Penelles y Gar Gar Festival de Murales y de Arte Rural
Aprovechando un fin de semana de visita a nuestra familia en Lleida, de vuelta a Barcelona nos desviamos para visitar Penelles. Este pequeño municipio de 430 habitantes se encuenta en el sudeste de la comarca de La Noguera. Limita con las comarcas del Urgell y del Pla d’Urgell, a los pies de la Sierra de Bellmunt-Almenara. Muy cerca del conocido Estany d’Ivars y Vil·lasana, y del Castell del Remei. Un bonito castillo y una ermita rodeados de viñedos pertenecientes a la DO Costers del Segre. La bodega del Castell del Remei, ostenta el título del 1r vino embotellado de Catalunya, de ahí su relevancia.
Un poco de historia…
Su historia de Penelles se remonta al 1084 cuando Ermengol IV Compte d’Urgell, ordenó la construcción de un castillo junto a un embalse y unas peñas (en latín «Pinnella» de donde proviene el nombre del municipio) que servían de murallas naturales. En 1186, Guillem de Meià donó el pueblo a los Cavalleros Templarios. Y ya en el S. XIX con la construcción del Canal d’Urgell, Penelles y todos los pueblos regados por el canal, crecieron considerablemente al acoger a muchas familias que venían de tierras de secano buscando trabajo y prosperidad. Los habitantes de Penelles, dicen que el agua les trajo vida.
Pero con la industrialización y la emigración de muchos jóvenes hacia Lleida capital o Barcelona, el pueblo fue cayendo poco a poco en el olvido. Sus habitantes buscaron la forma de reinventarse y atraer el turismo a estas tierras. Así nació en 2016 el Gar Gar Festival de Murales y de Arte Rural. El objetivo era dar valor al pueblo al diferenciarse de otros de la zona. Valorando, impulsado y dando visibilidad a jóvenes artistas en un espacio público rural. Y combatiendo así el desploblamiento del municipio haciendo de Penelles un lugar turístico, y proporcionar un motor económico que diera nuevas oportunidades a su gente.
Descubriendo Penelles y su street art
Para visitar Penelles, tendrás que dejar el coche en el aparcamiento que hay a la entrada del pueblo. Ya que dentro del municipio sólo pueden pasar los locales y camiones de reparto. Sabrás que has llegado al pueblo porque ya a la entrada, comienza a haber murales 🙂
El parking es de pago, cuesta 1,5€ e incluye un mapa con los murales más importantes del pueblo. Para pagar, deberás pasar por la Oficina de Turismo que se encuentra en la Antigua Iglesia románica. Os dejo su web para que tengáis los horarios e indicaciones para llegar.
Una vez dejamos el coche y pagamos el parking, comenzamos admirando unos de los graffiti más grandes y el que probablemente más habréis visto en redes. Un mural de 80m² que no deja indiferente a nadie e inspirado en Alicia en el País de las Maravillas. Se encuentra junto a la Oficina de Turismo.
En el ático de la Oficina de Turismo, encontraréis el taller Estampart (estampaciones y obras en madera), junto a su exposición permanente.
Comenzamos a recorrer el norte del pueblo y nos fascina todo lo que vamos encontrando. Es como hacer una gymkana e ir encontrando murales por todas partes 😛
En el mapa que nos dieron, aparecen los autores de cada graffiti, así como el tamaño y la técnica usada. Por lo que además de disfrutar de la vista, podrás conocer al detalle cómo se hizo. También indica en qué festival desde 2016 se pintó.
El del chico de la foto anterior por ejemplo, mide 120m² y está pintado en spray por un artista francés. Mientras que el de los pájaros, mide 40m² y es de pintura plástica hecho por una barcelonesa.
Rodeamos el pueblo por la parte de arriba, pasando por unas granjas y por algunos campos de cultivo hasta llegar al que más me apetecía ver.
Este gran mural fue uno de los primeros que se hicieron en la primera edición del Gar Gar en 2016. Un homenaje a todos esos hombres de campo que durante tantos años trabajaron estas tierras.
Dicen que hay imágenes que evocan recuerdos. Recuerdos de personas, de lugares, de momentos que al pensar en ellos, no puedes evitar sonreír con cariño. Y eso me pasó a mi en aquél momento viendo este dibujo y me sigue pasando a día de hoy. Me evoca recuerdos de personas queridas que ya no están, pero que siguen teniendo cabida en mis pensamientos y en mi corazón 😉
Seguimos recorriendo el pueblo. Así, llegamos a la Plaza Mayor y su cruz gótica del término, y a la Iglesia modernista de Sant Joan Baptista construida por unos discípulos de Gaudí.
No podemos acceder a su interior porque no abren hasta las 13h y aún falta mucho para esa hora. Por lo que nos perdemos la obra Omnipresent de Berni Puig. Si tenéis ocasión, no os lo perdáis, las fotos que hemos visto por internet de su interior son espectaculares. Nosotros volveremos en alguna ocasión para poder verla, ¡ya tenemos excusa! 😉
Pasamos frente a la escuela del pueblo y seguimos recorriendo calles mientras disfrutamos de esta bonita iniciativa y de los bonitos murales pintados en las casas de la gente de Penelles. Hay algunos realmente impresionantes y súper elaborados. Dibujos que te atrapan y no puedes dejar de mirar como este lobo que había a las puertas del restaurante Lo Xaragall.
Aunque debo decir que Penelles no es solo ver sus murales. También esconde rincones preciosos de calles empedradas y pasajes que te transportan a otra época.
Cerca del Ayuntamiento, encontramos uno que me llama mucho la atención. Como buena lleidatana me encantan los caracoles. Ya sabéis que en mi ciudad natal tenemos un gran evento anual que incluye este manjar, el Aplec del Caragol, que se celebra el 3r fin de semana de mayo. Y encontrar este gran rey caracol aquí, ¡me hizo mucha gracia!
Llegamos junto al Espai Gar Gar y el local social del pueblo, en el que encontramos este bonito mural que ocupa toda la fachada del edificio.
Y aquí ya nos despedimos de Penelles y de su arte rural. No hemos podido ver los más de 100 murales que tiene el pueblo, pero si hemos visto la mayoría y los más relevantes. Al ir con el peque no podemos pararnos todo lo que nos gustaría y aún nos queda una hora y media de camino a casa. Así que hacia las 12h volvemos al coche y ponemos rumbo a Barcelona.
Sin duda este lugar nos ha encantando y recomendamos encarecidamente su visita. Nosotros desde luego, cuando el peque sea un poquito más mayor, ¡volveremos sin duda! Y aprovecharemos para visitar alguna población más de los alrededores. Y para degustar la gastronomía de la zona que es maravillosa. Unas buenas cocas, unas cervezas artesanas elaboradas por los vecinos del pueblo, un buen vino del Castell del Remei o embutidos y carnes de los ganaderos de La Noguera. Y para los amantes de los castillos, os recomiendo combinar Penelles con el Castell de Montsonís, en el cual todavía viven los barones del Albi.
Si estáis interesados en conocer Penelles durante su festival, se celebra los primeros días de Mayo. Así que no os perdáis su web dónde podréis conocer todos sus detalles.
¡Hasta pronto Penelles! 🙂