22/11/2015 (día 5): descubrimos el Monasterio de los 10.000 budas, el Monasterio de Chi Lin y el templo Sik Sik Yuen Wong Tai Sin en los Nuevos Territorios y acabamos el día con las mejores vistas de HK desde el Victoria Peak
Nos levantamos con la noticia que el Barça le metió una paliza al Madrid en el clásico que se celebraba ayer. Empieza bien el día 😛 Son las 9.30h cuando subimos a desayunar al bufet del hotel. Tras cargar las pilas, vamos hacia el metro y nos dirigimos hasta la parada de Sha Tin. Hoy vamos conocer el distrito de Nuevos Terriotorios y acabaremos el día con las mejores vistas de la ciudad desde el Victoria Peak.
Conocidos como los «Nuevos Territorios» desde que los británicos tomaron más territorio chino en 1898. Ocupan la zona más septentrional de Hong Kong. En sus casi 1.000 kilómetros² viven más de 3,5 millones de personas. Y esconde algunos de los templos más pintorescos de Hong Kong.
Al salir del metro, caminamos unos pasos hacia el Monasterio de los 10.000 budas. Cuando preparaba el viaje vi que la entrada está bastante escondida. Pero dí con el vídeo de un chico que explicaba el paso a paso. No recuerdo el enlace pero comparto las indicaciones:
Salir del metro por la salida B. Girar a la izquierda. Y bajar la rampa hasta pasar junto a una antigua casa tradicional (queda a mano izquierda). Seguir hacia el centro de Home Center (centro comercial de muebles y cosas de casa, hay un Ikea). Cruzar la calle y girar a la izquierda por Pau Tai St. Caminar hacia el edificio gubernamental Sha Tin y girar a la derecha por Shiung Wo Che St. Seguir hacia el final de esta calle (a la derecha queda el aparcamiento del Home Center). La entrada al templo queda en el lado izquierdo. Te llevará a través de un pequeño bosque de bambú que conduce hacia los 400 escalones custodiados por Buda que llevan al monasterio. Hay carteles que indican la dirección.
Su entrada es gratuita. Bueno hay que hacer penitencia para subir hasta allí con el calor que hace hoy… pero el camino que asciende hacia el monasterio es alucinante. Repleto de Budas por doquier. Cada uno de ellos en una postura y con una expresión diferente.
El camino de subida se hace nos pesado por el bochorno que hace. Salvo la última parte que es más empinada, se hace bien y encuentras bancos dónde sentarte a descansar cada pocos metros. Tras un ratito de subida, llegamos a la entrada del monasterio. También aquí seguimos encontrando Budas por todas partes.
El lugar es bonito, cuentas con varios edificios y altares. Así como una pagoda en el centro del recinto.
Su templo principal cuenta con unas 12.500 estatuas de Buda… es realmente impresionante. El entorno además es bonito, en medio de la montaña, y rodeado de árboles y… ¡budas! Desde aquí hay unas vistas chulas de la ciudad, con sus rascacielos a los pies del monte.
Tras recorrer esta zona principal, subimos un poco más el sendero de Budas hasta llegar a otra zona dónde encontramos una pequeña cascada. También rodeada de Budas, y algunos templos más pequeños.
Al entrar en uno de ellos vemos que hay uno que es como un «cementerio». Está repleto de urnas custodiadas por un gran Buda dorado.
Hacia mediodía, y tras un buen rato disfrutando del lugar, comenzamos a bajar. Seguimos rodeados por Budas de vuelta hacia el metro. Realmente no sé si alguien se ha entretenido en contar, pero yo creo que hay muchisimos más que 10.000 Budas 😀
Mientras bajamos oímos como cantan unas oraciones acompañadas por toques de campana. Vemos un templo en medio de la montaña pero no conseguimos dar con el camino que lleva a él. Una pena porque el lugar parece interesante.
Son las 13h cuando llegamos de nuevo al metro. Tomamos el primero que pasa y nos bajamos en la parada de Diamond Hill. Caminamos unos pocos metros hasta el Monasterio de Chi Lin.
Establecido en 1934 y renovado siguiendo el estilo de la dinastía Tang (618-907) en 1990. El Monasterio Chi Lin está compuesto por un amplio conjunto de templos de elegante arquitectura de madera. Alberga valiosas reliquias budistas y cuenta con relajantes estanques.
El conjunto también incluye una serie de salas en las que se pueden contemplar estatuas de madera, arcilla y oro que representan a divinidades como el Buda Sakyamuni y bodhisattvas. Es de entrada gratuita y la verdad es que nose recuerda bastante al Todaiji de Nara (Japón)… Me gusta el contraste con los altos rascacielos que lo rodean.
Está conectado con el jardín Nan Lian. También de entrada gratuita, se trata de un parque público del estilo de la dinastía Tang. Con una extensión de 3,5 hectáreas, cuidadosamente diseñado. Se dice que cada colina, roca, estanque, planta y estructura de madera se ha colocado siguiendo un método. Así como unas pautas específicas basándose en la filosofía zen que tanto me gusta.
Mientras lo visitamos, encontramos un restaurante vegetariano. Son más de las 14h y tenemos hambre y mucho calor. Miramos el menú y el precio, y entramos a comer. Escogemos un menú de 5 platos que incluye sopa, arroz, vegetales, fruta y té (300 HKD pp). La comida nos parece deliciosa y tenemos la oportunidad de probar de nuevo la deliciosa fruta del dragón.
Tras una comida abundante y riquísima, seguimos recorriendo el jardín. Nos gusta mucho este lugar, un remanso de paz entre el gran caos que es Hong Kong. Cuenta con un gran estanque en el centro y una especie de copia del Templo Dorado de Kyoto…
Tras un buen rato descubriendo el jardín, volvemos al metro y nos bajamos en la parada Wong Tai Sin. Junto a ella, encontramos el gran templo Sik Sik Yuen Wong Tai Sin, uno de los más populares de Hong Kong. Hogar del taoísmo, budismo y confucianismo. Accedemos por una gran puerta de piedra.
En él se rinde homenaje al legendario monje Wong Tai Sin. Los fieles ofrecen ofrendas y ruegan fortuna mediante las artes adivinatorias. Con el atrayente emblema «conceder todos los deseos que se pidan«, y construido con un colorido estilo tradicional. Cuenta con una superficie de 18.000 metros² y está conformado por el Pabellón de Bronce, el Salón de los Archivos, la Fuente Yuk Yik, el Santuario Yue Heung, el Muro de Tierra o el Jardín de Buen Deseo.
A pesar de que hay muchísima gente visitándolo, es posible encontrar algún rincón dónde sentarse a la sombra de algún árbol y descansar un poco. Está rodeado de vegetación lo que hace que sea agradable su visita y que no haga tanto calor como en otras zonas.
De nuevo, podemos disfrutar de ese contraste que tanto de me gusta de lugares sagrados rodeados de altos edificios. Modernismo vs tradición 🙂
Acabamos de ver sus jardines y después volvemos al metro. Lo cogemos hasta la parada de Central. Vamos a visitar otro de los iconos de la ciudad, el Victoria Peak. Caminamos unos 15 minutos y llegamos hasta el lugar dónde se coge el tranvía que te lleva a lo alto del pico Victoria. Pero hay una cola interminable para comprar las entradas y subir al tranvía… :O Lo bueno, que la parte de cola que hacemos desde la calle nos ofrecen una buena vista de los edificios del distrito financiero.
Lo malo de organizar un viaje con menos de 15 días de antelación, es que te puedes encontrar con estas sorpresas… Y descubrir in situ tras 1h de cola que las entradas de podían comprar por internet. Tan sólo había que entrar en la página web del tranvía y evitarnos la eterna cola hasta la taquilla 😛
Al fin conseguimos llegar a la taquilla y compramos los pases para el tranvía ida y vuelta. Compramos también el acceso a la terraza dónde se encuentra el mirador (83HKD pp). Y de nuevo nos topamos con una cola enorme para acceder al tranvía. El espacio es reducido. Y nos vemos rodeados por hongkoneses dispuestos a clavarte el codo si es necesario para entrar antes que tú… Tras recibir unos buenos empujones, hacemos caso al refrán de «dónde fueres haz lo que vieres» 😛
Tras casi otra hora de espera, al fin conseguimos subrir al tranvía que nos lleva hasta lo alto del pico Victoria. En realidad no es un tranvía si no un funicular. Que nos lleva a través de altos edificios primero, y de vegetación después. Cuando al fin llegamos arriba son las 17,45h.
Hago otros 15 minutos de cola para ir al wc que hacen que me pierda los últimos rayos de sol… Pero no podía más y os aseguro que en Hong Kong (y me da que en China ocurre igual) hay que hacer colas eternas para ¡todo!
En fin, cuando llegamos a la terraza dónde se encuentra el mirador ya es noche cerrada… y ¡está hasta los topes de gente! Aún así, consigo hacerme un huequito y conseguir unas buenas instantáneas de las vistas sobre la ciudad desde aquí 🙂
A pesar de llevar un jersey, aquí arriba hace bastante frío. Así que tras la vista panorámica y echar unas cuantas fotos, decidimos bajar a ver si tenemos tiempo de llegar a ver el espectáculo de luces… Pero al llegar a la entrada del funicular, de nuevo nos topamos con ¡una cola tremenda para cogerlo de vuelta!
Viendo que no llegaremos ni de coña al espectáculo de luces, decidimos volver al centro comercial e ir a tomar algo para descansar un poco. Nos pedimos un café y un zumo (43 HKD) y al acabar, volvemos a la cola. Pasamos otra hora de espera para poder bajar…
¡Es horrible lo mal montado que está! Es uno de los lugares más visitados de la ciudad y el funicular tiene una capacidad bastante reducida, por lo que se hace un cuello de botella importante… Estamos seguros que hubiéramos terminado antes intentando coger un bus o caminando hasta la parada intermedia del funicular para cogerlo allí. Pero son los contras de preparar un viaje así con tan poca antelación, que te encuentras que tienes que acabar yendo a dónde va Vicente…
En fin, nos lo tomamos con resignación y paciencia. Cuando al fin conseguimos llegar a abajo, caminamos entre rascacielos hasta el metro de Central.
Tomamos el metro hasta la parada de Jordan y decidimos cenar algo rápido en el McDonald’s que hay frente al hotel (75HKD). Compramos un bote grande de bálsamo del tigre (58HKD) en una tienda cercana. Para los que no lo conozcáis, es un ungüento que va de perlas para el dolor de cabeza y las contracturas. Ya compramos un frasquito en Indonesia y ahora nos llevamos otro para casa. Nunca se sabe lo que tardaremos en volver a Asia y en Barcelona cuesta 4 veces más que aquí…
Y tras un largo día de caminata entre Budas, templos y colas eternas para las vistas de la ciudad desde el Victoria Peak, volvemos al hotel a descansar… que hoy nos lo hemos ganado 😉