09/10/2013 (día 13): conocemos una parte de Kamakura y sus Jizo, subimos a lo más alto de la Landmark Tower en Yokohama y cenamos unos ramen en Ameyoko
Amanece un nuevo día y los planes para hoy incluyen la excursión a Kamakura y Yokohama y una cenita viajera en el barrio de Ameyoko. Anoche no pusimos alarma con la intención de dormir un poco más ya que venimos de muchos días de madrugones y no parecen vacaciones 😛 Y rehicimos la ruta de hoy… estamos un poco saturados de templos y aún nos falta visitar Nikko, y además nos toca poner lavadoras. Día ideal para tomárnoslo con un poco de calma.
Pero tantos días madrugando y yendo pronto a dormir, a las 9h ya no podemos dormir más. Ponemos un par de lavadoras en el mismo hotel (150¥ por lavado) y bajamos a desayunar bien justillos de tiempo (el comedor está abierto hasta las 9,30h). Una vez hemos desayunado, volvemos a la sala de lavandería de nuestra planta a buscar la ropa. Me encanta este país, ¿lo he dicho ya?
En muchos hoteles tienen lavadoras gratuitas o muy baratas, que en 30-40 minutos te dejan la ropa lista. Cuentan también con secadoras a monedas (en este caso 100¥ el secado, lavadora gratis). En poco más de 20 minutos están listas y volvemos a la habitación.
Quizá os sorprenda esto de poner lavadoras a mitad de viaje, pero siempre lo hacemos en viajes largos. Es la forma de ir con menos equipaje y poder aprovechar los huecos en la maleta para traernos cosas. Otra cosa que solemos hacer, es llevar la ropa que empieza a estar hecha polvo, así antes de volver la tiramos. Trucos de viajeros para ahorrar espacio en la maleta y poder viajar con 15Kg (si llega) varias semanas.
Una vez hechas nuestras labores, cogemos la mochila y nos ponemos en marcha. Son las 10h y pico, pensábamos que saldríamos más tarde… Vamos hacia la estación JR Shimbashi, desde dónde cogemos un tren directo de la línea JR Yokosuka Line que en 1h nos deja en Kamakura. En función de los templos que quieras ver de Kamakura hay que bajarse en la parada anterior, Kita-Kamakura, pero como decía, decidimos rehacer la ruta de hoy y quitar templos.
Kamakura (镰仓): centro político del país cuando Minamoto Yoritomo eligió la ciudad como sede de su nuevo gobierno militar en 1192. El gobierno de Kamakura continuó gobernando Japón durante más de un siglo. Hoy en día, es una pequeña ciudad costera y un destino turístico muy popular. También conocida como la Kyoto Oriental, cuenta con numerosos templos, santuarios y monumentos históricos. Sus playas también atraen a grandes multitudes durante el verano.
Salimos de la zona JR de la estación y cogemos el tranvía de la compañía Enoshima Electric Railway, Enoden, hasta la parada Hase. Este trayecto lo pagamos con nuestra tarjeta de prepago ICOCA que nos acompaña desde el primer día de viaje.
Salimos siguiendo las indicaciones hasta llegar al templo del Gran Daibutsu (200¥ pp). Durante el corto paseo de unos 10 minutos nos llama la atención unas señales que hay pintadas en el suelo en las que pone “SOS Tsunami, Exit” y una flecha hacia el norte. Me quedé muy asombrada, pero luego te paras a pensar y Kamakura es ciudad costera, por tanto, con riesgo de tsunami. Cruzaremos los dedos para no tener que usar esas indicaciones nunca.
El Gran Buda (o Daibutsu) de Kamakura es una estatua de bronce del Buda Amida que se encuentra en los terrenos del templo Kotokuin y cuenta con una altura de 13,35 metros de altura. Es la segunda estatua de bronce más alta de Japón, sólo superada por el Buda de Nara.
La estatua fue fundida en 1252 y originalmente se encontraba en el interior de una gran sala del templo, pero el edificio fue destruido y reconstruido en varias ocasiones por el azote de tifones y un tsunami en los siglos 14 y 15. Curiosamente la estatua siempre se ha mantenido en pie. Desde 1495, el Buda se encuentra al aire libre.
A pesar de que ya habíamos visitado el de Nara en el primer viaje y que este es algo más pequeño, nos gusta mucho más. No sabemos si por la cara de gran bondad del Buda o por el entorno natural. Lo rodeamos y fotografiamos desde todos los ángulos. Además no hay demasiada gente por lo que podemos deleitarnos con las vistas en calma sentados en un banco junto a él ¡qué maravilla!
De verdad que para mi éstos son los mejores momentos de viajar por libre, los que te sientas simplemente a contemplar…
Pagamos (20¥ pp) para acceder a su interior. Aunque desde dentro la estatua no parece tan grande como por fuera, es impresionante ver todos esos detalles marcados en la estructura de bronce. Solo somos 4 personas aquí dentro y nos dejan estarnos un ratito.
Salimos y vamos hacia la parte trasera de los terrenos del antiguo templo. Hacemos parada en boxes y nos bebemos algo fresquito. Recorremos un par de tiendas de souvenirs del templo y compramos una estatua-hucha del Buda para regalarle a unos amigos.
Volvemos hacia el Buda, echamos la última foto y salimos a la calle principal de nuevo.
A lo largo de la calle principal hay varias tiendas de artesanías, algunas de armas y con souvenirs. Compramos otra figura del Buda para nosotros (5000¥). A este vamos a tener el piso lleno de Budas
Tras unos 5 minutos de paseo mirando las tiendecitas llegamos al Santuario de Hase-Dera. Compramos las entradas (300¥ pp) y accedemos a sus jardines.
El Hase-Dera fue construido en la ladera de una colina arbolada, los jardines están en la zona inferior y los edificios principales del templo en lo alto de la colina, a los que se accede por unas escaleras. Los jardines cuentan con un gran estanque con pequeñas cascadas que caen de la colina.
En el camino hacia lo alto del santuario nos encontramos con el Jizo Hall. Encontramos cientos de pequeñas estatuas de Bodhisattva Jizo. Este Buda protege a las almas de los niños fallecidos y les ayuda a llegar al paraíso. Es asombrosa la cantidad de estatuillas Jizo que hay en esta zona, ¡pone los pelos de punta!
A mi este Buda me genera simpatía porqué también es el encargado de proteger a los viajeros 🙂
Seguimos subiendo y llegamos a una gran explanada en lo alto de la colina dónde se encuentran los edificios principales del santuario. El Hase-dera alberga una estatua de 9,18m de altura de la diosa Kannon (diosa budista de la misericordia), con once cabezas, cada una representa una característica de la diosa. Está considerada como una de las estatuas de madera dorada más grandes de Japón y se encuentra en el interior del edificio principal, la sala Kannon-do. No se puede hacer fotos en el interior, una lástima porqué la estatua ¡es preciosa!
Junto al Kannon-do, encontramos el Amida Hall, dónde se exhibe una estatua dorada de casi 3m de altura del Buda Amida (tampoco se puede fotografiar el interior).
Y muy cerquita de este edificio, se encuentra un mirador desde el cual se puede ver la ciudad costera de Kamakura, así como sus playas. El mar hoy está bastante picado y hay unas buenas olas, de hecho se ven a varios surfistas y alguna vela. Nos llama mucho la atención un cartel que informa del riesgo de comer en esta terraza debido al posible ataque de gaviotas y/o halcones.
Recomiendo acercarse hasta aquí ya que hay unas buenas vistas de la costa pero también del santuario. Encontramos un chiringuito de aperitivos y un restaurante en esta parte del recinto pero no nos acaba de convencer el menú por lo que decidimos terminar de ver el recinto y ya buscaremos dónde comer luego…
Vemos unas escalerillas que asciendo más en la colina y llevan hasta un pequeño cementerio desde el que hay unas bonitas vistas del conjunto del templo. Tras un vistazo, bajamos de nuevo y nos dirigimos hacia la Benten-do, una pequeña sala que contiene una figura de Benzaiten (diosa de la belleza y de la riqueza femenina). Y luego, entramos en la cueva Benten-Kutsu, dónde se pueden encontrar estatuas de Jizo, Benten y alguna pequeña Kannon. Hay trozos que hay que andar muy agachado para no darte con los techos pero es muy chulo, el interior está iluminado por velas e inciensos.
¡Este lugar nos ha encantado!
Bajamos hacia los jardines de nuevo y salimos hacia la calle principal para volver a la estación Hase del tranví, para tomarlo de vuelta a Kamakura. El tranvía es muy retro y ¡mola! Y está claro que se acerca Halloween porqué hay calabazas por todas partes, ¡hasta en el freno de seguridad de las vías! 😛
Comemos unos ramen (1900¥) en un restaurante de la estación JR Kamakura que ¡¡nos saben a gloria!! Y tras haber cargado las pilas, cogemos de nuevo un tren de la JR Yokosuka Line que en 25 minutos nos deja en Yokohama.
Yokohama (横 浜): segunda ciudad más grande de Japón, con más de 3 millones de habitantes. Hacia el final del período Edo (1603-1867), en la que Japón mantienía una política de auto-aislamiento, el puerto de Yokohama fue uno de los primeros en abrirse al comercio exterior en 1859. En consecuencia, la ciudad creció rápidamente pasando de un pequeño pueblo de pescadores a una de las principales ciudades de Japón.
También rehicimos la ruta para esta ciudad y decidimos prescindir del barrio chino y de la zona de Minato Mirai. Cada vez tenemos más claro que habrá un tercer viaje, así que ya volveremos a ver la ciudad con calma en otra ocasión. Hoy nos conformaremos con ver la Landmark Tower.
Cogemos un tren de la JR Negishi Line y paramos en la primera parada, Sakuragicho, que nos deja justo en frente de la torre. Hay muchas formas de moverse por Yokohama (barco, metro, tren y buses…) pero esta es la forma más rápida y económica si solo quieres ver la torre o un trocito del Minato Mirai y cuentas con el Japan Rail Pass activo.
Minato Mirai, es un área urbana junto al mar en el centro de Yokohama, cuyo nombre significa “puerto del futuro”. Cuenta con varios rascacielos, centros comerciales, hoteles, centros de convenciones, un parque de atracciones, una de las norias más altas del mundo, un spa, museos y parques. La zona es realmente extensa, pero nosotros tan solo vamos a visitar el edificio de oficinas más alto de Japón, la Landmark Tower con 296m de altura.
Encontramos a mucha gente en esta zona, jóvenes y salaryman sobretodo. Se nota que estamos muy cerca del mar por la brisa que se respira. Nos acercamos hasta la Landmark Tower y es realmente impresionante, no solo por su estructura que destaca del resto de rascacielos si no por su forma.
La torre alberga oficinas, un gran centro comercial a sus pies y el Sky Garden Observatory en lo más alto, a 273m del suelo, siendo el más alto de Japón hasta la construcción de la Tokyo Skytree.
Para acceder al mirador, debes entrar al centro comercial que hay sus pies. La taquilla está bien indicada -tanto por dentro del edificio como por fuera-. Compramos la entrada (1000¥ pp) y entre mil reverencias y saludos de no sé cuantas tías trajeadas llegamos al ascensor.
El ascensor de la torre es uno de los más rápidos del mundo, alcanzando una velocidad de 45km/h llevándote a lo alto de sus 70 plantas en tan solo 40 segundos. Da la sensación de levantar los pies del suelo y zumban los oídos que dan gusto… una que ya se conoce el dato, saca la cámara en modo vídeo nada más entrar al ascensor, la chica que nos acompaña me sonríe, y cierra las puertas.
El observatorio permite una vista de 360º alrededor del edificio. Hay carteles en inglés que explican cómo era la zona antes de la remodelación y qué es cada edificio o lugar que se puede ver desde aquí. En días despejados se puede contemplar el Fuji, nosotros tan solo intuimos su silueta porque hay una especie de neblina. Se ve como Yokohama y Tokyo están prácticamente unidas… ¡increíble! Poder ver los edificios más bajos que éste, con sus helipuertos y la gente en la calle muy, muy pequeñita.Además hay una luz y un cielo muy bonitos con lo que la cámara saca humo 😛
Tras tomarnos un café en el bar del mirador y habernos recreado mirando hacia todos los lados, volvemos a abajo y de nuevo parece que se levanten los pies del suelo en el ascensor 😀 Para salir, tienes que bajar un par de plantas del centro comercial y alucinamos con las escaleras mecánicas, ¡son curvas! No habíamos visto nunca unas así y ya nos veis volviendo a subir para volver a bajar grabando 😛 Los japos que nos vieran debieron flipar con nosotros pero nos hizo mucha gracia 😛
Una vez en la calle, echamos un último vistazo hacia arriba…
Volvemos de nuevo hacia la JR Sakuragicho para coger el tren hacia JR Yokohama y allí, tomamos la JR Yokosuka Line hasta Shimbashi. Solo son las 17,30h y hemos pensado en acercarnos al hotel a dejar las mochilas. Y después ir a Akihabara a comprar la réflex y de allí ir directos a Ueno dónde hemos quedado con dos foreros de Los Viajeros para cenar. Así que tras descargar en el hotel, volvemos a JR Shimbashi dónde cogemos la JR Yamanote Line hasta Akiba de nuevo.
Esta vez vamos derechos al Yodobashi dónde vimos una oferta muy buena. Compramos la reflex a la que le había echado el ojo y que viendo comparativas por internet vi que está genial y que comprándola aquí me sale a un precio de ganga. Con gran eficiencia nipona, hacemos los trámites del Dutty Free para ahorrarnos los impuestos, y rápidos y veloces nos vamos hacia Ueno, a una parada con la JR Yamanote Line dónde hemos quedado para cenar.
Nos cuesta un poco orientarnos a pesar de ya conocer la estación del primer viaje porqué habíamos quedado en la salida este, pero vemos que los carteles no marcan con este, norte si no con lo que hay en cada salida… brújula del móvil en mano salimos por la que creemos que es más al este y allí damos con los dos chicos españoles que habíamos quedado a través del foro y que se encuentran disfrutando de su primer viaje por Japón.
Vamos hacia la zona de Ameyoko a cenar. Esta zona es muy molona. Son unas callecitas bajo y junto a las vías del tren repletas de tiendas, restaurantes y puestos de comida. Nos decidimos por un restaurante de ramen y charlamos un buen rato de aventuras niponas.
Los chicos nos preguntan cosas de ciudades que visitaran y que nosotros ya conocemos, y hablamos de viajes en general… Cuando los tipos del bar nos empiezan a mirar mal (en Japón está muy mal vista la sobremesa), salimos y volvemos hacia la JR Ueno, dónde nos despedimos de ellos. Hemos pasado un rato ameno charlando con otros viajeros, pero mañana toca madrugar de lo lindo y no queremos irnos a dormir tarde. La zona promete, así que seguro que en algún momento volveremos.
De nuevo tomamos la JR Yamanote Line hacia Shimbashi y nos vamos al hotel. Aunque no hemos madrugado hoy, no hemos parado ni un momento y estamos cansadillos. Toqueteo un poco la nueva adquisición y nos vamos a dormir, mañana nos toca una excursión que nos hace especial ilusión, y es que mañana veremos al gran icono nipón: ¡el Mt Fuji!