21/09/2015 (día 3): recorremos el centro de Manhattan, disfrutamos del Intrepid y su Concorde, y alucinamos con las espectaculares vistas desde lo más alto del Empire State
El jetlag hace que a eso de las 7,30h ya estemos despiertos… desayunamos en el apartamento, y sobre las 9h salimos hacia el metro. Tomamos la línea E en Port Authority hasta la parada 5Av./53St. Hoy vamos a recorrer el centro de Manhattan, visitaremos el portaviones Intrepid y el museo que alberga, y subiremos a lo alto del Empire State Building.
Caminamos unos metros por la 5th Avenue hasta la St Patrick’s Cathedral. Ayer la vimos iluminada en la noche y hoy entramos a conocer su interior. Sede de la arquidiócesis de New York, es la catedral católica más grande de EEUU. La entrada es gratuita pero comprueban los bolsos al entrar. Y si por fuera es impresionante, por dentro lo es aún más.
Su construcción comenzó en 1858 pero no se finalizó hasta 1879, ya que durante la Guerra de Secesión quedaron los trabajos paralizados. La idea era crear un templo que dominara la ciudad con sus torres de más de 100 metros de altura, pero la verdad es que hoy en día parece chiquitita al encontrarse entre los rascacielos de la 5ª Avenida y frente al imponente Rockefeller Center… Recorremos el interior del templo, disfrutando de sus columnas y suelos de mármol, sus rosetones y los bonitos órganos.
Al salir nos acercamos a la tienda Lego que hay cerca del Rockefeller pero está cerrada… pasamos por la plaza central del Rockefeller Center y lo vemos de día… creo que me quedo con la vista nocturna 🙂
Luego entramos a la Nintendo Store, muy cerca de allí, y disfrutamos de una pequeña exposición de videojuegos y máquinas Nintendo de todas las épocas. Compramos un peluche para uno de mis sobrinos.
Caminamos hasta la 42th Street, sintiéndonos unos neoyorquinos más 😛 Una vez en la 42 seguimos hasta cruzar con Park Avenue, dónde se encuentra la Terminal Grand Central, y entramos.
La estación fue inaugurada en febrero de 1913 y reformada en 1998. Grand Central es una de las joyas arquitectónicas de Nueva York, sus bóvedas son del arquitecto Rafael Gustavino. Un valenciano formado en Barcelona, asesor de Eusebi Güell y uno de los creadores de la bóveda catalana.
Es la estación de trenes más grande del mundo en número de andenes. Cuenta con dos niveles, ambos subterráneos. Es un lugar que ha conseguido sobrevivir conservando su estilo durante casi un siglo. Su construcción vino motivada por la necesidad de soterrar las vías y jubilar los trenes a vapor.
Pero en los años 50, el boom del automóvil y la creación de nuevas zonas residenciales hicieron que el tren cayera en desuso. Ésto, junto al gran incremento de precio del terreno en Manhattan, pusieron a la estación en peligro, pero finalmente, decidieron construir zonas comerciales en los terrenos de la estación y vender el edificio de oficinas que habían construido en su parte trasera. De esa venta surgió el rascacielos de la Pan Am (ahora MetLife), de 59 plantas.
La parte más llamativa de la estación es sin duda su nave central, el Vanderbilt Hall. Se trata de una sala de espera de más de 1.100 metros cuadrados. Lo más sorprendente de la sala, además de su tamaño, son sus techos y la decoración en general. Ha sido usada como escenario para innumerables películas.
Como curiosidad, dicen que en una de las galerías laterales, si hablas en una esquina, en la contraria se escucha tu eco. Aunque no pudimos comprobarlo porque estaba a rebosar de gente… La verdad es que la estación parece más una galería de arte, y bien merece una visita.
Salimos de nuevo a la 42th Street y avanzamos hacia Lexington Avenue, hasta el que para mi es uno de los edificios más bonitos de New York, el Chrysler Building.
Diseñado por el arquitecto William Van Alen, es un ejemplo de la arquitectura art decó. Su construcción competía con la torre del Bantk Of Manhattan (actual Trump Building) para ser el más alto de la ciudad. Dado que el Chrysler «perdía», decidieron añadirle la aguja piramidal en secreto para alcanzar así su altura de 319 metros y ser el más alto del mundo durante 11 meses. Hasta que finalizó la construcción del Empire State Building en 1931.
La verdad es que estar a sus pies es una sensación alucinante, te sientes muy pequeño mirando arriba… Hasta hace unos años se podía subir a la planta 77 dónde había un mirador, pero lo cerraron al público. Así que nos conformamos con entrar al vestíbulo y ver sus murales.
Seguimos avanzando por la 42th Street hasta llegar al Daily News. El famoso rascacielos dónde estaba el Daily Planet, la sede dónde trabajaba Superman.
Es curioso entrar a su hall, dónde hay una pequeña colección de antigüedades. Y llama la atención la enorme bola del mundo que aparece en la película.
Tras una corta visita, volvemos a la calle 42 y desandamos nuestros pasos para ir al siguiente destino. Sin perder de vista el Chrysler, que como os decía me tiene fascinada…
Llegamos de nuevo a la 5th Avenue y giramos a la izquierda, dónde se encuentra una de las entradas al Bryan Park, y a la Biblioteca Pública.
Llevamos un buen rato de caminata y estamos cansados… nos sentamos en unas mesas que hay fuera y descansamos un poco aprovechando el wifi gratis de la biblioteca. Del edificio, destaca la lujosa McGraw Rotunda y la sala principal, la Rose Main, conocida por ser unos de los escenarios de los Cazafantasmas. Si eres respetuoso con la gente que está estudiando, puedes entrar al interior sin problema.
Junto a la New York Public Library encontramos una boca de metro que nos va bien, así que tomamos la línea 7 hasta Times Square. Y una vez allí caminamos 10 minutos hasta nuestro apartamento. Decidimos comer «en casa» y así descansar un poco de caminata y comer algo más sano.
Como os explicaba en la entrada con los preparativos, llevamos el pase NYC Explorer Pass. Este pase incluye algunos monumentos más importantes, entre ellos el Intrepid Sea, Air & Space Museum. Después de comer, nos dirigimos al museo que tenemos a tan solo unos 15 minutos a pie desde el apartamento.
Ubicado en el muelle 86 de la orilla del río Hudson, se encuentra el enorme portaaviones Intrepid. Partícipe en la II Guerra Mundial y en la guerra de Vietnam entre otras, en el programa espacial estadounidense y en las labores de rescate del 11S.
Pasamos los controles de seguridad de la entrada, intercambiamos el pase por la entrada y lo primero que visitamos es el submarino Growler. Construido en 1958 y retirado en el 64 al quedar obsoleto. Es bastante claustrofóbico, no sé cómo podían pasarse meses varias personas en su interior… lo que más nos llama la atención es la sala de los torpedos. Dentro del submarino no dejan hacer fotos y se entra en grupos reducidos, vigilado por soldados de la Navy, una vez en la escotilla si nos dejan echar alguna.
Tras la visita, entramos al barco del cuál se visitan 4 cubiertas que van desde el puente de mando hasta los dormitorios. Se trata del USS Intrepid. También conocido como The Fighting I, fue uno de los 24 portaaviones de la clase Essex construidos durante la II Guerra Mundial para la Marina de los EEUU. Fue comisionado en agosto de 1943. Si visto de fuera parece grande, una vez dentro ¡parece enorme!
En la cubierta de vuelo encontramos más de una decena de aviones y helicópteros de distintas épocas. Destacan el avión espía A-12 Blackbird, el F-14 Tomcat y el AV-8A Harrier.
Lo bueno es que frente a cada aeronave tienes carteles informativos explicando sus usos, características y peculiaridades, con lo que se aprende un montón.
Bajando al hangar se encuentra el museo propiamente dicho, dónde se pueden ver objetos originales, maquetas y material multimedia referente al barco y a su historia. La cubierta repleta de aviones y helicópteros ya me ha impresionado, pero no me imaginaba que aquí abajo también habría aviones…
Esta parte es más interactiva, y además de los objetos que exponen, hay varios simuladores y puedes toquetear algunas cosas. La verdad es que el museo es impresionante… solo os diré que llegamos a las 14,30h y salimos a las 17h, al cierre.
Tras ver el hangar, bajamos al muelle y nos dirigimos al Concorde. Si, lees bien, ¡tienen un Concorde en el museo!
¡Nos flipa un montón poder ver avión a reacción de cerca! Puesto en servicio el 21 de enero de 1976, debía ser alucinante ir a bordo de uno de ellos… Y es que fue único avión comercial capaz de romper la barrera del sonido y cruzar el Atlántico en 2 horas y 52 minutos…
Existe la posibilidad de entrar en él pagando un extra con la entrada, pero nosotros nos conformamos con verlo por fuera. Nos fijamos en todos los pequeños detalles. Su último vuelo fue el 26 de noviembre de 2003 a raíz de un grave accidente dónde fallecieron todos los tripulantes.
Desde esta parte del muelle se puede ver New Jersey, el «gran competidor» 😀 Nos echamos unas risas al recordar los comentarios de los personajes de la serie How I Met Your Mother respecto a ello 🙂
A las 17h anuncian el cierre del museo, y con pesar, salimos. ¡Este lugar nos ha encantado!
Decidimos volver al apartamento a descansar un rato. Caminamos los 15 minutos que nos separan, pasando antes por el supermercado a comprar cena y desayuno para mañana. Nos echamos un ratito y nos tomamos un refresco, y a las 19,20h salimos de nuevo.
Cogemos el metro en Times Square, línea Q, R, N hasta la parada 34St Herald con la 5th Ave… ¿ya sabéis a dónde vamos? A conocer el rascacielos más mítico de todo New York, una visita que nos hace especial ilusión… vamos a conocer el Empire State Building 🙂
Tenemos la entrada incluida en el NYC Explorer Pass, así que pasamos los controles de seguridad e intercambiamos el pase por la entrada. Tomamos un ascensor hasta la planta 80 dónde se ubica el primer mirador y las tiendas de souvenirs. De allí, se toma otro ascensor hasta el piso 86 dónde está la plataforma de observación al aire libre.
Diseñado por William F. Lamb e inaugurado el 1 de mayo de 1931, con 443 metros de altura (381 metros sin el pináculo). Fue durante años el edificio más alto de NY, y el primero del mundo en superar los 100 pisos de altura. Salimos a la terraza y alucinamos con las vistas sobre la ciudad que nunca duerme.
Cada día de la semana, iluminan el edificio de un color y en ocasiones especiales pueden hacer «homenajes lumínicos». Cuando la selección española ganó el Mundial, la iluminaron con los colores de nuestra bandera. Podéis saber los colores de cada día en su página web.
Las vistas que ofrece sobre la ciudad ¡son espectaculares! Al estar en pleno centro de Manhattan puedes distinguir todos sus lugares emblemáticos…
Times Square, el estadio Madison, las grandes avenidas que cruzan la ciudad, Central Park, el Rockefeller, The One… a pesar del frío que hace aquí arriba, no vemos el momento de irnos 🙂
Pasamos una hora larga en lo más alto disfrutando de las vistas. Estamos helados, y aunque nos quedaríamos más rato, decidimos bajar. Antes, pasamos por la tienda de souvenirs y compramos un imán muy molón (8,70$) para nuestra colección 🙂
Desandamos los pasos de nuevo hasta el metro, de vuelta con la misma línea hasta Times Square y regresamos al apartamento. ¡Estamos cansadísimos tras todo el día de caminata! Pero a la vez muy felices por todo lo conocido hoy 🙂 Cenamos lo comprado, ducha y a las 23h caemos planos en la cama, ¡estamos ko!