27/09/2017 (día 15): tomamos el crucero por el río Li hasta Yangshuo dónde disfrutamos del absoluto relax en un retiro entre formaciones kársticas
Hoy toca madrugar ya que a las 7,50h tenemos que estar en la recepción del hostal para ir al crucero por el río Li que contratamos con ellos ayer (450¥ pp). Desayunamos en plan rápido en la habitación lo comprado anoche, y hacemos el checkout. Hoy además aprovechamos el crucero para cambiar de destino, dormiremos en un retiro en Yangshuo.
A las 8h salimos a la calle acompañados por la chica del hostal y otra pareja de occidentales que también harán la excursión. Por la cara de mosqueo de la china y los gritos que pega por teléfono, deducimos que el autocar que nos tenía que recoger ha pasado de largo… Nos monta a los 4 con nuestro equipaje en un taxi. Y le dice al conductor que nos lleve al autocar dónde nos espera la guía… ¡Éstos chinos son la leche, pero debo decir que son resolutivos!
En 5 minutos estamos montados en un autocar con más occidentales que chinos (¡¡esto si que es raro!!), camino del puerto. La guía nos explica en chino y en inglés los horarios y el funcionamiento del tour. Tardamos casi 1h en llegar al puerto. Aunque debo decir que se nos pasa rápido charlando con una pareja de alemanes que llevamos sentados al lado.
Cuando llegamos, la guía compra las entradas para todos los que vamos en el tour. Accedemos a nuestro barco después de hacer el rutinario control de seguridad que hay que hacer en todas partes en este país. Somos bastantes los que vamos con maletas y nos hacen dejarlas en un rincón de la sala dónde no molesten. Como os decía antes, llevamos nuestro equipaje porque al acabar el crucero por el río, haremos noche en el destino 😉
Vamos en una gran sala sentados en mesas de 6. Nosotros nos toca con una pareja de chinos y otra de chilenos con los que entablamos conversación. Es agradable hablar tu idioma después de dos semanas en China 🙂
Cuando el barco zarpa de puerto, subimos a la terraza que hay en el 3r piso. Desde allí disfrutamos de las vistas tan fabulosas que ofrece el lugar y de la brisa.
No hay ni una sombra, así que a ratos bajamos para que no nos de tanto el sol y no acabar como gambas.
El crucero dura 4h y recorre las aguas del río Li entre paisajes kársticos. Es muy agradable y relajante. Además nos permite compartir charlas interesantes con las otras parejas que hemos conocido en el barco y en el autocar. Éstos ratitos de compartir con otras personas es de lo que más me gusta de los viajes por libre.
Los paisajes son realmente bonitos y no puedo evitar acordarme del otro crucero fluvial que hice hace muchos años por el río Nilo 🙂 En algunas zonas vemos pequeñas «playas». Hay niños bañándose en algunas de ellas.
A las 11,45h nos sirven una lunch box con arroz, verduras, pollo y pescado. No está nada mal pero dejamos la comida a medias cuando a las 12h anuncian que pasamos por el lugar exacto que aparece en el billete de 20 yuanes y subimos a echar un vistazo.
Tras las fotos de rigor, volvemos a la mesa a terminar la comida. Muchos se echan la siesta después. Yo aún subo otra vez a la terraza a echar unas últimas fotos. El paisaje lo merece, pero el sol pega de lo lindo y no se puede estar demasiado rato.
Relajados y charlando con los chilenos se hacen las 13.30h. Según lo previsto, llegamos al puerto de Yangshuo. Nos despedimos de las otras parejas y vamos a buscar el taxi que nos envía el hotel para poder llegar hasta él. Tardamos 20 minutos (60¥). En el precio se incluye la tasa para entrar al Parque Nacional dónde se encuentra el alojamiento. Ésto ya nos lo avisaron cuando hicimos la reserva.
Para esta noche, escogimos dormir en un retiro en medio del Parque junto al río. Nuestro alojamiento es el Yangshuo Mountain Retreat, y debo decir que fue todo un acierto, ¡nos relajamos y disfrutamos muchísimo!
Hacemos el checkin y nos invitan a un zumo y unas galletas de bienvenida mientras la recepcionista hace el papeleo. Todo un detalle que agradecemos porque hace un calor tremendo y el zumo fresquito entra de maravilla. Subimos a la habitación y alucinamos con ¡las vistas que tenemos sobre el río y sus montañas!
Sin pensarlo dos veces, nos ponemos el bañador, y bajamos a darnos un bañito en el río. El agua está buenísima y nos refrescamos en seguida. Este lugar es maravilloso, ideal para relajarse y cargar las pilas, ya os digo, ¡todo un acierto!
Tras el baño cogemos un par de bebidas del bar del hotel y nos las subimos a la habitación. Ducha y siesta después de quedarme más tranquila al saber que a mi familiar por fin ¡¡le dan el alta hospitalaria hoy!!
Aunque el hotel dispone de un shuttle que te acerca a la ciudad por un módico precio, vemos que Yangshuo no tiene gran cosa para visitar y estamos ko. Así que aprovechamos para descansar el resto de la tarde y cargar un poco las pilas que llevamos 15 días de no parar y aún nos quedan días de viaje por delante…
Cenamos en el restaurante del hotel una comida deliciosa que nos sabe a las mil maravillas. Y luego seguimos el modo relax en la terraza de la habitación. Se está en la gloria en este sitio, hay mucha tranquilidad…
Dejamos las maletas preparadas antes de ir a dormir, y es que mañana volaremos al último punto en la ruta: ¡Shanghai!
¿Qué hicisteis con las maletas? ¿Os dejaban llevarlas en el crucero en barco o teníais solo mochilas? Gracias 🙂
Hola Bea, en este viaje íbamos con maletas. Al subir el barco tenían una zona para dejar los equipajes. No éramos los únicos que aprovechamos el crucero para movernos a Yangshuo 😉