07/10/14 (día 22): nuevo día de relax, paseos, compras, manicura, masajes y piscineo en Seminyak con el colofón de una buena cena con música en directo
Son las 8h cuando nos despertamos. Podría parecer que madrugamos estando de vacaciones, pero la verdad es que está amaneciendo sobre las 4h y a las 12h hará un calor del 15, así que preferimos levantarnos pronto para no achicharrarnos demasiado… hoy nos espera un día de relax total. Manicura, masajes y volveremos a ir de compras por Seminyak.
Nos tomamos los zumos, cafés y dulces que compramos anoche en el combini. Y sobre las 9h salimos dispuestos a hacer más compras. Empezamos por las tiendas más cercanas al hotel y en concreto por una dónde ayer vimos unos lienzos súper chulos expuestos.
Se trata de un pintor local y tiene verdaderas maravillas en su taller. Nos decidimos por uno compuesto por 3 cuadros (550.000 rupias), con el círculo Enzo. Este es el círculo que representa la vida en el budismo zen (los que me conocéis ya sabéis que me identifico mucho con esta rama del budismo). Nos explica que nos enrollará los tres lienzos en un cartucho para que podamos llevarlo cómodamente en la maleta. Cuando lleguemos a casa deberemos colocarlo en un bastidor de madera. Es uno de mis cuadros favoritos en casa y simboliza mucho para mi.
Más felices que todas la cosas con nuestro 3r cuadro para casa (recordad que compramos 2 cuadros de batik javanés en Yogyakarta). Seguimos caminando por la calle del hotel mirando lo que nos ofrecen las distintas tiendas. Vemos una en la que venden zapatillas Converse. Entramos y le pregunto al tipo cuánto cuestan. En un principio me pedía 500.000 rupias pero consigo regatearle hasta las 300.000 rupias. La verdad es que pensé que serían piratillas… Pero una vez en Barcelona, comparé con las que vendían aquí y confirmo que son originales. Así que compré unas Converse que aquí valen mínimo 60€, ¡por unos 18€!
Y nuevamente, más feliz que una perdiz por la ganga que acabo de conseguir, seguimos hasta un mercado dónde hay varios puestos de ropa. Me compro otros pantalones balineses con estampado de batik y una camiseta para mi marido (120.000 rupias todo). Vamos que si nos dejan 3 días más, arrasamos con el regateo 😛
Otra tradición de los últimos viajes es comprar un imán del destino visitado y no me puedo ir de Indonesia sin un uno… así que nuestro siguiente objetivo es ése. Avanzamos hasta llegar a un cruce y allí giramos hacia la calle de atrás. En internet vimos que recomendaban algunas tiendas interesantes. Nos quedamos alucinados con un cartel que cuelga en una puerta de garaje… más expeditivos y claros no pueden ser…
Entramos en varias tiendas pero no acabamos de ver nada interesante, la mayoría tiendas son de decoración. Pero todo cosas demasiado grandes para traer en la maleta, y ropa de vestir. Finalmente, entramos en una que hacen artesanías y en esta ocasión tienen precios fijos. Compramos este imán (35.000 rupias).
Avanzamos hasta otro mercado que hay, pero es de alimentación… así que buscamos un baño y luego volvemos a la calle del hotel.
Esto de ir de compras y regatear es muy cansado… 😛 Decidimos que ha llegado la hora de mimarnos un poquito. Entramos en varios salones de belleza/masaje a preguntar precios y al final nos decidimos por el Angelina Spa. Nos hacemos un masaje de 1h de pies, luego yo me hago manicura y pedicura, y mi marido, otro masaje de 1h en la espalda. Vamos que nos pegamos 2h allí metidos dejando que nos mimen (330.000 rupias todo).
Cuando salimos del salón es mediodía y tenemos hambre. Nos vamos a comer al Lucky Day, otro restaurante australiano que hay por la zona. Comemos dos hamburguesas riquísimas con una cola y una San Miguel, si… ¡San Miguel en Indonesia! (190.000 rupias).
Ya veis que los últimos días decidimos pasar de la dieta indonesia. Aunque no está mal de sabor, mi estómago necesitaba dejar de ingerir picantes e irritantes. A estas alturas del viaje, creo que ya tenía una úlcera… no os imagináis lo mal que lo pasé durante todo el viaje con el dolor de estómago, ardores, descomposción., etc. Solo os diré que tras 3 meses en casa continuaba igual. Finalmente fui al médico que me recetó varios antibióticos potentes, y así, conseguí solucionar el problema… Al final no sé si fué el picante o es que me intoxiqué. Porque en el mismo momento que puse un pie en Bali tras el vuelo con Qatar, comenzaron mis problemas digestivos 🙁
Quizá os sorprenda ver tanto restaurante australiano en Bali, pero es que esta isla es para los aussie lo que Ibiza es para muchos europeos.
Tras la comida, volvemos al hotel a echarnos una siesta. Entre el masajito y la hamburguesa… menudo sueño nos entra. Después de un rato de descanso, bajamos a la piscina… estamos prácticamente solos y se está de coña.
A eso de las 19h, volvemos a la habitación para darnos una ducha y arreglarnos para salir a cenar. Ayer vimos que delante del The Bush Telegraph, había otro restaurante del estilo con música en directo, así que hoy iremos a ese.
Ya hace unos días que creemos que es un agobio ir por la calle ya que continuamente te «atacan» los excuse me, intentando que les compres algo, que entres a su restaurante u ofreciéndote un transporte… hoy en plan coña le digo a mi marido, «te voy a llevar al restaurante sin que ningún excuse me nos diga nada, pero tendrás que seguirme por dónde vaya». Mi marido se parte y lo ve imposible. Decido ir andando en zig-zag de un lado a otro de la calle. Pasando por aquellos tramos de acera dónde no hay nadie, hasta llegar al restaurante sin toparnos con ninguno. Nos reímos un buen rato con mi ocurrencia, pero por un momento conseguimos dejar de oír «excuse me» cada 2 metros 😀
El restaurante en el que cenaremos hoy es el Santa Fe. Tiene muy buen ambiente, y al igual que los otros australianos de la zona está decorado todo en madera. Tomamos un solomillo de ternera con salsa, una parrilla de pescado y marisco, con una cola y una birra. Como el ambiente es muy bueno, y los músicos que hay lo hacen genial, decidimos tomarnos un tiramisú y un par de mojitos para estar un ratito más. Puedes dejar una nota con las canciones que quieres y los músicos las van tocando. La verdad es que aunque nos salió algo caro (407.000 rupias) hay que tener en cuenta que el lugar está genial y que los mojitos estaban de coña 🙂 ¡Totalmente recomendable!
Son casi las 24h cuando decidimos volver al hotel. De nuevo, pasamos antes por un combini a comprar el desayuno de mañana (59.000 rupias)… y ahora si, mañana más 🙂
🙂