25/09/18 (día 0): tras 5 años… ¡¡comienza nuestro Japón 3!!
Nos levantamos con mucho sueño a las 4,30h pero con una ilusión tremenda en el cuerpo, ¡hoy comienza nuestro 3r viaje a Japón! Tras cerrar las maletas cogemos un taxi hasta la T1 del Aeropuerto del Prat en Barcelona. Seguro que no soy la única viajera a la que no le importa madrugar tanto siempre que sea para coger un avión y hacer un súper viaje 😛
Como os comentaba en la entrada con todos los preparativos, será la primera vez que volemos con la compañía All Nippon Airlines (ANA). Ayer a última hora descubrimos que a pesar de haber comprado los vuelos a través de ANA, los vuelos de ida están operados por Lufthansa, por lo que podemos hacer el check-in online a través de la web de Lufthansa (ANA nos mandaba directos al mostrador de facturación sin posibilidad de poder escoger asientos previamente).
Cambiamos los asientos del vuelo largo por otros que nos parecen mejores, y de esta manera además, no hace falta que vayamos con tanta antelación al aeropuerto. Una vez allí, y después de facturar las maletas hasta Osaka (pesan 11kg cada una, ¡nada mal para 17 días!), pasamos el control de seguridad sin problemas y vamos a desayunar.
A las 7,30h comienza el embarque del 1r vuelo de la jornada y salimos puntuales a las 8h hacia Frankfurt. Durante el vuelo nos sirven un applestrudl y un zumo, y pasamos las 2h del vuelo entre comer y escuchar música, preferimos no dormir en este vuelo para ir más cansados al largo…
Aterrizamos puntuales en Frankfurt y en menos de 20 minutos hemos salido del avión, pasado el control de pasaporte y estamos pidiendo un par de cafés con un bretzel para pasar las horas que nos faltan para el siguiente vuelo, y es que son poco más de las 10h y el siguiente embarque no comienza hasta las 13h, pero la alternativa era jugárnosla y hacer un layover de 50 minutos y nos pareció demasiado arriesgar para el inicio de las vacaciones…
Ya hemos pasado otras veces por este aeropuerto para hacer conexiones y debo decir, que como todos los aeropuertos alemanes, me encanta. Está muy bien equipado y bien indicado todo. Igualmente os dejo enlace a toda la información que proporciona el aeropuerto por si es vuestra primera vez en él.
El embarque a Osaka comienza con un poco de retraso, por lo que salimos casi 30 minutos más tarde de lo previsto. Pero con unas ganas tremendas por estar de vuelta en Japón, subimos a bordo y afrontamos las chorrocientas horas de vuelo que tenemos por delante. Aún no nos creemos que tras 5 años, ¡volvamos a estar rumbo a nuestro país favorito!
Tenemos suerte y cómo pensábamos cuando cambiamos anoche los asientos, a pesar de ir en fila de 4, el asiento de al lado va libre, así que tendremos un poco más de sitio para estirarnos y dormir, algo que seguro agradecemos teniendo en cuenta que es vuelo nocturno y que ya sabemos que la llegada a Asia por la mañana es muy dura.
Tras una hora de vuelo en la que ya he echado el primero sueño, nos sirven un snack. Un par de horas más y casi una peli, llega la cena que no está nada mal. Mucha gente se queja de las comidas de avión, a mi la verdad es que no me disgustan. Será cosa del aburrimiento, pero en todos los vuelos largos que hemos hecho tanto con Star Alliance como con SkyTeam, la comida y el picoteo es uno de los puntos fuertes.
Y ahora si, después de cenar nos acomodamos con los gadgets que llevamos esta vez, y nos echamos a dormir.
Como os decía hemos volado varios años seguidos a Asia y casi siempre se llega por la mañana temprano, por lo que ya conocemos las consecuencias del jet lag si como a nosotros te cuesta dormir en un avión. Así que para este año estuvimos haciendo research por la red para encontrar buenos gadgets que nos ayudaran a dormir durante el vuelo.
Descubrimos la Trtl Pillow, una almohada de viaje súper probada y recomendada por muchos otros viajeros, que tras comprar una y probarla en el coche, decidimos comprar la segunda. Así como unos antifaces también probados por viajeros, los Plemo, que son muy cómodos de llevar, mulliditos, que no aprietan y no dejan pasar la luz por ningún punto.
Mi marido se puso unos tapones para los oídos y yo los auriculares con música, y la verdad es que a diferencia de otros vuelos, esta vez conseguimos dormir unas 4 horas casi del tirón, muchísimo más que lo que conseguimos dormir habitualmente, ¡por lo que os recomiendo los productos!
Luego ya nos cuesta más seguir el ritmo porque la señora mayor alemana que llevamos detrás se ha despertado y da por saco porque tenemos el asiento tumbado. Primero nos alza la voz en alemán y luego empieza a dar golpes en el respaldo del asiento, así que acabamos llamando a la azafata que amablemente le explica a la señora que tenemos todo el derecho a ir reclinados…
Tras serenarse, conseguimos dormitar otra horita y casi sin darnos cuenta, llega el desayuno y los documentos de inmigración y aduana… y es que en breve, aterrizamos de nuevo en el Aeropuerto Internacional de Kansai. ¡Emoción máxima!