14/09/2020 (día 3): nuevo día en Menorca conociendo la histórica Ciutadella y disfrutando de las playas de Son Saura y Cala en Porter.
Nos levanta el peque bien temprano. La ruta que tenemos pensada para hoy es conocer la antigua capital de la isla, Ciutadella, y disfrutar de las playas de Son Saura y Cala en Porter. Os dejo el recorrido que hicimos 😉
De nuevo he pasado una noche horrible a causa de la cantidad de polvo que hay en la habitación del apartamento. Al final me fui a dormir al sofá porque toda la ropa de cama me olía a polvo y no podía ni respirar. Suerte que al peque no parece afectarle, pero mi alergia a los ácaros me está pasando factura aquí. Desayunamos y nos ponemos en marcha. Necesito salir del apartamento a ver si me mejora la alergia. Mientras mi marido acaba de preparar la mochila con las cosas del peque y de la playa, yo me voy a dar un paseo porteando al chiquitín.
Damos un paseo por Binibeca casi a solas mientras el sol comienza a despuntar. Apenas hay una o dos personas en el pueblo haciendo lo mismo que yo. Paseando en silencio admirando la belleza del lugar y la luz tan bonita que refleja en el mar a esta hora de la mañana. Cuando sale mi marido del apartamento, damos una pequeña vuelta por las laberínticas calles a solas.
Después de disfrutar de este bonito pueblo a solas, vamos hacia el coche de alquiler y conducimos hasta la antigua capital de la isla. Tardamos unos 50 minutos y el peque aprovecha para echar una siestecilla.
Aparcamos en el centro de Ciutadella, en la Plaça des Born. Dejamos el coche en zona azul, pagamos para un par de horas y si hace falta, ya volveremos a poner más (1€). Ciutadella es la segunda ciudad más importante de Menorca con unos 27.000 habitantes. La primera impresión de la ciudad es que tiene un aire señorial y no dista demasiado a la arquitectura catalana a la que estamos acostumbrados. Esta plaza es conocida por el obelisco erigido en 1875 como conmemoración a la valiente defensa de sus ciudadanos ante el ataque turco de 1558.
Nos hubiera encantado hacer un free tour por la ciudad. Pero al ir con el peque no estamos seguros de que sea capaz de aguantarlo, y preferimos dejarlo para otra ocasión. Así que hoy, nos disponemos a conocer por libre el centro histórico de esta bonita ciudad.
Nos adentramos en el casco antiguo y llegamos hasta la Catedral de Santa María de Ciutadella. Construida entre los siglos XIII y XIV sobre una antigua mezquita, es el edificio gótico más importante de la isla. Damos una vuelta alrededor para ver su arquitectura exterior y luego vamos al punto de venta de entradas.
Descubrimos que la entrada es gratuita aunque hay que evitar las horas en las que se celebran misas. Por un precio simbólico que no recuerdo, puedes añadir a la entrada el acceso al Patio de la Casa del Bisbe (Casa del Obispo) y al Museo-Convento de Sant Agustí. Cogemos la entrada completa y accedemos al interior de la Catedral. Os dejo la web para que podáis consultar toda la información práctica.
Construida sobre una antigua mezquita, la Iglesia de Sta María fue convertida en catedral en el 1795 por orden del Rey Alfonso III tras la conquista de Menorca. Realizaron varias obras de mejora y ampliación para tal evento y por ello, predomina el estilo gótico catalán de una sola nave de 14,5 metros de anchura. Cubierta con bóveda catalana de 23m de altura y con unas impresionantes columnas que separan las capillas.
La Catedral sufrió dos grandes ataques y saqueos. El asalto turco de 1558, y el ocurrido durante la Guerra Civil. En ambos sufrió graves daños y la dejaron casi inutilizada. En 1986 realizaron un importante trabajo de restauración integral, tanto exterior como interior y recuperando los asientos y la sede episcopal que pertenecían al antiguo coro del siglo XVIII.
Tras recorrer las diferentes salas y capillas, salimos a la calle y seguimos las indicaciones del hombre que nos vendió la entrada, hasta llegar a la Casa del Bisbe. A pocos metros de la Catedral, se encuentra el edificio del Obispado de Menorca que cuenta con un bonito y tranquilo jardín que me recuerda a otros patios de edificios emblemáticos en Catalunya.
Desde aquí hay una bonita panorámica a la fachada y al campanario de la Catedral.
Nos acercamos callejeando por el bonito casco antiguo de Ciutadella hasta el Convento de Sant Agustí. Este convento de estilo barroco más conocido como «El Socorro», fue construido a principios del siglo XVII y se prolongó hasta la mitad siglo XVIII. Hoy alberga un Museo de lo más interesante sobre el arte y la historia de Menorca. Accedemos a un bonito claustro y desde él, vamos entrando en las diferentes salas que albergan las colecciones.
En ellas encontramos desde hallazgos arqueológicos de la isla desde la época pre-talayótica hasta la época romana, dibujos y pinturas, así como de grabados e impresos de los siglos XVIII-XX referidos a Menorca. También encontramos una selección de piezas del antiguo gabinete de Ciencias Naturales y Física del Seminario Diocesano y varias colecciones de paleontología, entomología y de vertebrados disecados. Así como salas en las que se muestran cerámicas y vajillas de latón del siglo XVI.
Y damos con una muestra del pintor Pere Daura donada por su hija, de influencias impresionistas, del expresionismo y del cubismo. Nos sentamos unos minutos en un banco del claustro a darle un bibe al peque y luego proseguimos hacia la impresionante iglesia. Junto a ella encontramos las gárgolas originales del gótico de la Catedral, pero lo más impactante es el estado de la iglesia. No puedo evitar acordarme de la Igreja de São Domingos de Lisboa.
Al salir del convento, decidimos perdernos por las calles del casco antiguo. Buscamos una farmacia para comprarme antihistamínicos para mi alergia, y una heladería donde compramos un helado y un granizado la mar de ricos.
Paseamos por la famosa calle de Ses Voltes. También conocida como calle Josep Maria Quadrado, es la calle más famosa de Ciutadella con soportales a lado y lado de la calle y repleta de tiendas de souvenirs, ropa, dulces y embutidos locales.
Entramos en una de esas tiendas y después de catar algunos quesos y dejarnos aconsejar por el dueño, compramos un par de quesos típicos de la isla. También un vino de la zona, unos carquiñolis y una ensaimada (45€). ¡Salimos de allí bien cargados! El cochecito del peque nos viene bien este momento para llevar las compras 😀
Volvemos hacia la Plaza Des Born y nos acercamos a ver la fachada del Ayuntamiento.
Echamos un vistazo a las vistas del puerto de Ciutadella que hay desde una balconada de la plaza. Me impresiona un montón ver ese azul en el agua en medio de un puerto.
Bajamos a verlo de cerca. La vista es bonita pero salvo que vayas a hacer terraceo, no hay mucho más aquí. De modo que a los pocos minutos desandamos lo andado y volvemos hacia la parte de arriba.
Caminamos unos 20 minutos hacia el Castell de Nicolau. Cuando estamos a la mitad del camino más o menos, vemos que el peque empieza a tener hambre y aún nos quedan otros 20 minutos al menos de paseo. De modo que me quedo sentada en un banco dándole de comer al chiquitín y mi marido, vuelve a la Plaza des Born a buscar el coche, y lo acerca a dónde estamos. Llega justo cuando el peque termina de comer, y con el coche nos acercamos hasta el castillo. Y menos mal que lo hacemos así, porque no vale la pena.
El Castillo construido a finales del siglo XVIII para defender el puerto de la ciudad, actualmente está en obras y no permiten la entrada. Desde aquí alcanzamos a ver el Faro de Ciutadella, pero tampoco hay nada más por ver aquí. En menos de 5 minutos estamos de vuelta en el coche. Al menos nos ahorramos una buena caminata bajo el sol de mediodía…
Echamos un vistazo a las recomendaciones de Google para comer, y damos con Sa Placeta. Un bar la mar de apañado en la Plaza Artrutx. Aparcamos muy cerca de allí y nos vamos a probar las que dicen que son las mejores patatas bravas de Ciutadella. Pedimos un bocata para cada uno, unas bravas, una cerveza y un refresco (18€). La verdad es que están súper buenas. No sé si son las mejores, pero nos supieron a gloria 😛
El peque empieza a estar cansado de tanto paseo, y nos apetece un ratito de playa. Volvemos al coche y conducimos unos 20 minutos hasta Son Saura. Aparcamos de manera gratuita y caminamos menos de 5 minutos por un camino arbolado hasta llegar a una playa espectacular.
Es una de las playas vírgenes más famosas del sur de la isla y cuenta con socorrista y baños. Y tiene un pinar la mar de majo que invita a sentarse a la sombra. Esta playa es muy recomendable salvo que no te guste que haya posidonia oceánica en la arena (comúnmente conocida como algas). A nosotros no nos importa demasiado la que encontramos hoy. Buscamos una zona donde hay menos y la verdad es que estamos prácticamente solos en la playa.
Como todas las playas del sur de la isla, la arena es blanca y súper fina y el agua calmada totalmente cristalina. Y tienes que caminar bastantes metros hacia adentro para que te llegue el agua a la cintura. El peque disfruta un montón bañándose aquí y jugando en la orilla. Nosotros desconectamos la mente a tope con este paisaje y alucinamos con esas aguas completamente transparentes que te dejan verlo absolutamente todo a simple vista.
Sabemos que desde aquí podemos ir caminando hasta Es Talaier y también hasta Cala Turqueta, pero estamos súper a gusto aquí y no nos apetece caminar más hoy.
Pasamos casi 2h aquí disfrutando del lugar. A las 17,15h volvemos al coche y conducimos hasta Cala en Porter (40 minutos de trayecto). Aparcamos sin mucho problema a pocos metros de la playa (gratis) pero cuando llegamos la cala está a la sombra y el agua fría. Además el viento hace efecto venturi a través de los acantilados y hace fresquete. Nos remojamos un poco las piernas pero el peque no quiere ni tocar el agua.
Esta playa es una de las más famosas de la isla. Cuenta con bares, restaurantes, tiendas, duchas, baños y socorrista. Y lo bueno es que a esta hora hay muy poca gente y la verdad es que la cala es bonita. La forma de la cala y sus acantilados me lleva la mente hasta la isla Hong en el Ao Phang-Nga National Park de Tailandia hace unos años. Pero tanta construcción a lado y lado, le resta encanto.
La cala también es conocida por estar la Cova d’en Xoroi en uno de sus acantilados. En ella hay un bar/restaurante que al atardecer convierten en discoteca. Pero yendo con el peque, ni nos planteamos ir. La verdad es que entre la hora que es, que el agua está fría, el viento y la sombra, apenas estamos 20 minutos y nos vamos.
Tardamos unos 30 minutos en llegar a Binibeca. Y llegamos que justo se pone el sol sobre el mar. Hoy los hemos visto despuntar y ahora su puesta.
Ducha, cena y a dormir después de otro bonito día descubriendo Menorca.
Nota: respecto a Son Saura, cuando la visitamos este día había poca posidonia y no nos molestó para nada. Pero no nos ocurrió lo mismo un año más tarde, cuando regresamos tras un temporal de mar. Así que os recomiendo estar atentos a las mareas y al estado del mar, antes de visitar esta playa.