01/10/2014 (día 16): día de trekking a las cascadas Cunca Rami, cerca de Labuan Bajo, tarde de relax con una bonita puesta de sol y una ¡sangría en la cena!
Nos levantamos a eso de las 7h, hoy nos toca un trekking a las cascadas Cunca Rami. Bajamos al restaurante a tomar el desayuno buffet que nos va incluido en el precio. No está mal, hay bastante variedad, lo cuál se agradece. No sé cómo algunos pueden tomar mie goreng y sopas picantes para desayunar… ¡uff!
Tras el desayuno, subimos a la habitación y preparamos una mochila con las botas de trekking ya que hoy toca caminar pero también unas toallas y los escarpines, y nos colocamos el bañador, ya que también tocará baño. A eso de las 8h, bajamos al hall dónde nos encontramos con Nis, nuestro guía en Labuan Bajo, y el conductor.
Cruzamos la ciudad y la verdad es que es una población de lo más anodina. Desde luego, es un lugar de paso si visitas Flores con intención de hacer el Parque Nacional de Komodo y algún trekking, pero la población en sí no tiene nada y de hecho es bastante pequeña. Nos dirigimos hacia unas cascadas. Es un trayecto de 2h por una carretera estrecha, de curvas y empinada a través de la montaña… del estilo a las de Java, ¡vaya!
Nis pasa buena parte del trayecto contándonos cosas de su isla, de su gente y preguntándonos cosas de España. Cuando llegamos a la zona, paran un momento a hablar con un local y nos comenta que las Cunca Wulang Waterfalls (a las que pretendíamos ir inicialmente), tienen poco caudal de agua y que nos cambia el trekking por la cascada Cunca Rami que va más llena… A mi esto no me acaba de convencer porqué no sabemos cómo será el trekking de éstas otras cascadas aunque él nos asegura que es fácil.
Después de caminar unos minutos a través de un camino de cabras, llegamos a un claro dónde aparcan el coche. Nos ponemos las botas de trekking y nos embadurnamos de repelente de mosquitos y protector solar. Al poco, viene un local que por lo visto nos hará de guía junto a Nis hasta las cascadas y empezamos la ruta. Nos dice que hay un descenso de 1h hasta llegar a la cascada, haciendo un buen zoom con la cámara ya se divisa.
A mi cada vez me gusta menos el panorama. Se trata de un descenso muy empinado a través del bosque y por la ladera de una montaña. Tenemos que ir con mucho cuidado ya que hay ramas y raíces que sobresalen del suelo y está cubierto de hojas húmedas que resbalan bastante. Además, vamos al ritmo del guía local que nos lleva a la carrera. Y para variar, no hay cobertura móvil, con lo que si nos pasa algo a ver quién nos saca de aquí…
Pero bueno, nos dejamos llevar y confiamos en que los guías conocen la zona. El remate del descenso es cuando tenemos que cruzar un río. No hay mucho caudal de agua, pero hay que saltar de roca en roca y ¡resbalan de lo lindo! Queda claro que esta gente no sabe que hay una clasificación de trekking y que esto no es para nada «fácil»… Tras cruzar el río, pasamos a través de unos campos de cultivo y de nuevo divisamos la cascada, ya estamos un poco más cerca…
Cruzamos unos campos de arroz y llegamos a una zona más rocosa. Nis nos anuncia que estamos llegando.
A eso de las 11,15h llegamos a la cascada. Menos mal que el sitio es bonito, si no me pego un tiro después del esfuerzo 😛
Nis nos dice que podemos bañarnos, que es seguro y podemos pasar todo el tiempo que queramos aquí. Ha traído comida para hacer un picnic. La verdad es que después de la sudada con el descenso, apetece un montón pegarse un baño. Nos preparamos en un santiamén y cuando nos acercamos a la orilla vemos que no nos vamos a poder bañar con seguridad… todas las piedras de la orilla están cubiertas de algas y musgo. Resbalan muchísimo, lo que imposibilita del todo entrar y salir del agua sin hacerte daño ¡Vaya fiasco! Nos sentamos en una piedra y nos remojamos un poco las piernas y aunque el agua está fresquita y muy limpia, no vemos claro meternos. Nos tenemos que conformar con refrescarnos un poco así.
Llevamos unos 40 minutos al sol (no hay ninguna sombra aquí) y nos empezamos a poner rojos a pesar del protector solar 50+ que llevamos y que ya hemos reforzado un par de veces. Según el móvil, ¡estamos a 43ºC! Eso, sumado al hecho de que no nos podemos bañar hace que le pidamos a Nis irnos de aquí.
Él alucina. Nos dice que trae comida para pasar más tiempo y que lo programado era estar hasta media tarde. Quizá en la otra cascada nos hubiéramos podido bañar o había alguna sombra… pero aquí no, y nos estamos achicharrando. Sintiéndolo por él, nos vamos.
Sobre las 12h y pico, empezamos la ardua tarea de volver al coche. Y digo ardua porqué claro está, hay que desandar lo andado, es decir… volver a cruzar los campos de arroz y el río, en el que me pego un resbalón y acabo empapada y por suerte no lesionada. Y toca subir toda la cuesta montaña arriba. El sol aprieta de lo lindo, hay una humedad brutal y sudamos la gota gorda -literalmente- para llegar arriba. Casi lloro de emoción cuando veo el coche 😛
Nis nos dice que podemos ir al baño de la casa de un amigo suyo que hay dónde aparcamos el coche. Evidentemente hay que soltar propina por un lavabo roñoso… pero tenemos un buen rato hasta llegar al hotel, así que no queda más remedio. Nos cambiamos de calzado antes de subir al coche para ir más cómodos y nos armamos de paciencia para las 2h de carreterucha que nos espera hasta llegar al hotel.
Estamos muy cansados y decepcionados con la excursión de hoy. ¿Mi recomendación? Si vais a Flores, olvidaos de estos trekking. Disfrutad de los dragones, de las playas y del snorkel de la zona. De haber sabido a ciencia cierta lo que nos esperaba hoy, hubiéramos hecho más snorkel en lugar de pegarnos esta paliza en balde.
Pasadas las 15h llegamos al hotel. A Nis se le ve apenado por la situación. Le decimos que no es nada contra él pero que no nos ha gustado el plan de hoy y preferimos relajarnos en el hotel. Nos dice de visitar alguna otra cosa del pueblo pero le decimos que preferimos descansar. Nos deja nuestras cajas de comida y quedamos en que nos recogerá a las 20h para ir a cenar a Labuan Bajo.
Nada más llegar a la habitación, nos pegamos una ducha. La necesitamos más que nunca. Comemos parte de lo que nos entregó Nis, estamos tan agotados por el calor que no tenemos ni hambre. Y caemos rendidos… nos pegamos una siesta de 2h, ¡estamos realmente agotados! Tras cargar las pilas, nos ponemos los bañadores y bajamos a la piscina. Hemos decidido que después de la pateada de la mañana, nos hemos ganado una tarde de relax total.
Apenas hay un par de parejas en la piscina por lo que se está muy tranquilo. No hace demasiado calor y solo se escucha el sonido de las olas al romper en la playa que está enfrente. Estando en un estado de relajación total… oigo un ¡clock! que me hace levantar de golpe, ¡acaba de caer un coco justo a mi lado!
Es pequeño pero duro como una piedra… ¡pa’habernos matao! ¡Qué susto me he pegado! Nos fijamos en los cocoteros que tenemos justo encima y vemos que están cargados de cocos… Decidimos cambiar de tumbonas a otras que no haya cocos con posibilidad de caer sobre nuestras cabezas 😛
¡Qué maravilla de lugar! ¡Se está de lujo! Como hemos comido poco, el hambre aprieta. Nos pedimos unos batidos de frutas y un pancake de banana (150.000 rupias) en el bar de la piscina. ¡Está buenísimo!
Tras la merienda, nos acercamos a la playa. El sol empieza a caer ya y me encantan los juegos de colores que se dibujan en el paisaje.
Una vez se ha puesto el sol, subimos a la habitación. Nos damos otra buena ducha y nos preparamos para salir a cenar. Como acordamos, Nis y el conductor nos esperan en el hall para llevarnos a Labuan Bajo. Le decimos de volver al mismo restaurante que ayer, el Mediterraneo. Hoy cenamos dos platos de pasta con dos copas de sangría… ¡si, sangría en Indonesia! (226.000 rupias, pero solo pagamos una parte ya que hasta 150.000 nos entra en el tour).
Cenamos la mar de bien. Al principio pensamos que Nis cenaría hoy con nosotros porqué el tío se puso a hablarnos de una chica que le gusta y a preguntarle a mi marido cómo me conquistó y cómo lo podría hacer él… pero al final, se marchó al llegar los platos y nos dejó cenar a solas. ¡Qué tío!
Pero es que tras la cena y de vuelta al hotel, continua preguntándole sobre amores y faldas a mi marido, ¡me parto! Ya os dije que era un chico muy jovencito y nos cuenta que está estudiando aún y que hace de guía para sacarse un dinerillo y poder pagar sus estudios. Nos dice que la chica que le gusta es una prima suya y nosotros alucinamos, por lo visto es una práctica habitual en la zona de Flores.
Sobre las 21,30h llegamos al hotel. Rehacemos de nuevo las maletas ya que mañana volveremos a Bali y nos vamos en seguida a dormir… no sé qué llevaría el copón de sangría que tomamos o si será de no beber alcohol en tantos días… ¡pero llevamos una buena turca los dos! 😛 Caemos rendidos en la cama.
Pa’ verte la cara al caer el mini coco O.O madre mía XD
Ya le dio buenos consejos para ligarse a la prima? jejeje
Ya me has contado muchas de estas cosas, per me encanta leerlas tal cual las recuerdas!
un abrazo
gracias por leer mis recuerdos Vero! un abrazo 😉